"Creo que hago bizcochos desde que tenía 8 años"

Es una afición, pero el centenar de tartas que ya ha realizado la convierten en toda una artista de la repostería fondant, esa pasta de azúcar que ofrece un catálogo infinito de posibilidades a los pasteles. Ana María vive desde hace algo más de seis años en La Línea, donde se trasladó por amor, aunque es de Dos Hermanas (Sevilla). Es diplomada en Turismo y tiene un máster, aunque sus ratos libres los aprovecha para darle rienda a su imaginación y crear tartas personalizadas para familiares, amigos y todo aquel que se va enterando de lo bonitos que son sus pasteles.

Siempre le gustó la repostería. "Creo que desde que mi madre se compró el primer horno eléctrico cuando yo tenía ocho años me puse a hacer bizcochos como una condenada", bromeó la dulce cocinera, que explicó que, con el tiempo, investigó y hace algo más de tres años hizo un curso con Megasilvita, una gurú del fondant.

"La gente me decía que por qué no me hacía un book con mis tartas, luego un blog, luego una página de Facebook, y con el boca a boca voy ganando seguidores", contó Ana María. Con unas 67 entradas sobre cada una de las tartas que salen de su horno, A todo pastel -que así se llama el blog-, ha recibido ya unas 10.000 visitas.