Los presupuestos participativos se dividen ya en seis zonas de trabajo
Serán los espacios en los que trabajarán los grupos motores para difundir el proceso · En septiembre se creará el autorreglamento, en noviembre se votarán las propuestas y en diciembre se entregarán
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El equipo técnico de los presupuestos participativos está devolviendo a los grupos de ciudadanos que están tomando parte en este proceso las conclusiones a las que llegaron en unas recientes jornadas. Ahora deberán ser ratificadas ideas como el desarrollo del autorreglamento. Ya se conoce que seis son las zonas de trabajo marcadas -las que aparecen en el infográfico-.
Los grupos motores, los que se encargarán de impulsar el sistema, se dividirán en las seis zonas de la ciudad y se encargarán de difundir el contenido en las próximas semanas. La idea es captar a los ciudadanos y que se animen a participar. "Se trata de lograr que la gente se apropie del proceso, ayudando a la creación de una estructura que luego se autorreglamentará", indicó Juan Luis Valle, técnico de presupuestos participativos. Los grupos motores dispondrán de material de difusión. En estos momentos cuarenta personas han decidido dar el paso adelante y se organizan para distribuirse. Son los conductores de la información y las ideas.
En el taller de autorreglamento se acordaron los principios con los que se va a regir el documento como el carácter vinculante, la universalidad, la justicia social, la solidaridad, la información y formación, la revisión anual, el carácter abierto y flexible, el seguimiento sistemático por parte de la administración, la ampliación y la evolución constante de los grupos motores, el estudio de viabilidad técnica y popular, el carácter progresivo y sectorial, la toma de decisiones a través de consenso o mayoría simple en su defecto, el carácter tolerante y respetuoso con las decisiones aprobadas en las asambleas, la implicación activa en el proceso de las asociaciones y organizaciones sin excluir a los ciudadanos no organizados, la voluntad política, el carácter progresista, la democracia directa, la transparencia, el lenguaje popular, la defensa del patrimonio cultural, histórico y medioambiental y la visión comarcal.
La idea de ir dando forma al autorreglamento es para que en septiembre se cree, se desarrolle y se apruebe. Estas reglas de juego serán modificadas cada año hasta que se perfeccionen. Durante el verano los grupos motores trabajarán por los espacios delimitados para dinamizar el proceso y para empezar a elaborar las propuestas y el autorreglamento.
Será en octubre cuando se elaboren las propuestas a través de las asambleas de zonas y al mes siguiente se votarán y se priorizarán las propuestas. Antes de llegar a este punto, técnicos municipales darán el visto bueno para que los proyectos consensuados puedan ser viables. En diciembre, los ciudadanos entregarán las propuestas a representantes municipales para que sean aprobadas en en un pleno local.
El equipo técnico de los presupuestos participativos aspira a que más de doscientas personas se involucren en el proceso que va a permitir que partidas económicas del año que viene se destinen para llevar a cabo las propuestas vecinales consensuadas. Cada concejalía tendrá que decidir luego qué parte de sus presupuestos quiere poner a disposición de la población para que sean ellos los que decidan cuáles son sus prioridades. El objetivo final es que sean los propios vecinos los que se organicen y decidan cuáles son las demandas y en qué ámbitos es necesario invertir el dinero municipal. El compromiso es que los presupuestos municipales entren en vigor para 2009.
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