Cáritas atiende a más personas en el comedor sin recibir ayuda municipal

La crisis económica ha dejado a muchos ciudadanos sin vacaciones este verano. A otros los ha dejado sin nada que echarse a la boca. De esto sabe mucho Cáritas, que cada día atiende a más personas sin recursos en el comedor Padre Cruceyra de la parroquia de El Carmen. "Cada día viene más gente por un plato de comida debido a la crisis. Ya no son sólo pedigüeños, sino familias que se han quedado sin recursos", afirma Juan de Dios Regordán, director de la institución católica.

Cáritas atiende a unas 115 personas a diario en el comedor de El Carmen. Regordán hace suya la filosofía del Padre Cruceyra: "El que viene y tiene hambre, que coma". Una labor benéfica que, sin embargo, no encuentra apoyo por parte del Ayuntamiento. La institución lleva desde 2001 sin recibir subvenciones municipales. Ya han pasado dos meses de la última reunión entre Cáritas y el Consistorio, que acabó sin acuerdo al tachar Regordán de "donativo" el convenio de 6.000 euros anuales que quería firmar para tal fin el equipo de gobierno.

Y es que las cuentas no salen. El administrador de la entidad, Juan Espadas, hizo números recientemente y el déficit del primer semestre ascendía a 72.000 euros. Regordán explica que de enero a finales de julio de este año el gasto del comedor llegó a 75.000 euros mientras que los ingresos gracias a los socios se quedaron en 3.000. "Si no fuera por el Banco de Alimentos, por la buena voluntad de algunos colectivos y particulares, y por los excedentes que nos dan centros comerciales como El Corte Inglés, Eroski o Carrefour, la situación sería insostenible", confiesa Regordán, que resalta la labor altruista que realizan los voluntarios en el comedor.

El director de Cáritas señala que la última propuesta del alcalde, Tomás Herrera, es de 9.000 euros. Una cantidad que, según Regordán, "no cubre ni lo de Acasa". El presidente de Cáritas se refiere así a la asociación de ayuda a domicilio, dependiente de la Delegación municipal de Asuntos Sociales, a la que Cáritas reparte a diario unas 35 comidas.

Y es que se da la paradoja de que la entidad no recibe ayuda municipal pero por contra presta un servicio que le corresponde a las administraciones a través de la Ley de Dependencia. Muestra de ello es que el año pasado la institución católica distribuyó 8.534 comidas a Acasa. Ante esto, Regordán prefiere no incidir, ya que Cáritas ayuda a todo el que lo necesita pese a que estas personas tengan un perfil distinto al de las que acuden a diario a El Carmen.

Y es que su labor no se limita al comedor, ya que en las instalaciones de la parroquia también se facilitan duchas, ropa, talleres o servicio de peluquería. "Hoy ha venido un hombre que necesitaba unas medicinas y no se las financiaba la administración. Estamos haciendo todo lo posible por solucionarle el problema", explica Regordán, que espera que el Ayuntamiento haga un esfuerzo por los más necesitados y amplíe el convenio. El último que se firmó data de 2000 y ascendió a 12.000 euros. Ocho años después, el Consistorio sólo está dispuesto a llegar a los 9.000 euros.