Carreteras para la Memoria
El Foro por la Memoria solicita a la Junta de Andalucía que declare Lugar de Memoria Histórica toda la zona del Campo de Gibraltar
Cuando uno piensa en obras realizadas por presos políticos le viene a la cabeza el Valle de los Caídos, sin embargo son muchas las obras repartidas por toda España que se realizaron tras la Guerra Civil (1939-1945).
El Campo de Gibraltar no fue ajeno a estas obras. Muchas de las carreteras y pistas que utilizan los ciudadanos para ir las playas o al campo las construyeron estos reclusos que estaban cumpliendo condena en los batallones disciplinarios de trabajadores.
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar solicita a la Junta de Andalucía que declare Lugar de Memoria Histórica toda la zona del Campo de Gibraltar y provincias de Cádiz y Málaga que contienen estas obras. Así mismo, se pide que se instale en los lugares más concurridos y emblemáticos paneles y señalización que recuerden el sacrificio de aquellos hombres y honren su memoria. Igualmente, pide la creación de una ruta histórica que abarcará parajes de toda la zona. La propuesta del Foro ha sido documentada tras las investigaciones del historiador José Manuel Algarbani.
Algunas de las obras ejecutadas en la comarca son; la carreteras Nacional 340 a Punta Paloma o Bolonia; las de Castellar a Sotogrande; de Los Barrios a Facinas; de la Estación de San Roque a Los Barrios; la de Jimena a San Pablo; de Algeciras al Faro de Punta Carnero, pasando por la playa de Getares; y la que va desde el Cobre a Los Barrios.
La construcción de caminos e instalaciones militares abarcó todo el vértice sur de la provincia de Cádiz y parte del este de Málaga y su legado se puede apreciar hoy en día desde Conil, hasta Punta Mala, en el término municipal de San Roque. En paralelo a la línea de costas se crearon tres líneas defensivas, con búnkeres, nidos de ametralladoras, puestos de vigilancia, baterías de artillería con cañones de distinto tamaño y alcance de tiro y demás instalaciones. La primera línea transcurría cercana a la costa y línea de fuego debía alcanzar la playa y los accesos de la carretera Nacional 340 a la misma. La segunda línea estaba situada a unos 600 metros hacia el interior sobre posiciones estratégicas para impedir la progresión de hipotéticos enemigos hacia la comarca por los valles perpendiculares al mar y la tercera línea a cerca de un kilómetro de la segunda con puntos clave en colinas y sitios deposiciones dominantes. Además de estas obras, los batallones de trabajadores también hicieron un entramado de carreteras y carriles de varios centenares de kilómetros para el transporte de tropas y la comunicación de todo el sistema de fortificaciones, baterías artilladas y demás instalaciones militares. Participaron también en la construcción de un aeródromo en Jimena, en la vega del río Hozgarganta; y dos hospitales militares, uno en Alcalá de los Gazules, y otro en Facinas.
Los carriles fueron diseñados teniendo en cuenta las carreteras preexistentes y con el objetivo de crear una red que comunicaran la costa con el interior de la provincia y con Málaga.
Unos 30.000 presos fueron los que trabajaron en el Campo de Gibraltar entres 1939 y 1945. Ellos hicieron los trabajos más duros , desbroce y allanamiento del terreno, construcción de pistas, descarga y acarreo de materiales.
Aunque cada batallón tenía un lugar de asentamiento definido, las compañías y destacamentos iban destinadas a diferentes lugares. El hacinamiento era extremo y la falta de higiene total. La mayoría de los prisioneros provenía de fuera de Andalucía, para promover la dispersión y el arraigo social. En cada batallón, al menos los presos venían de la misma región. En Castellar, casi todos veníande Asturias, mientras que en San Roque eran vascos; en Tarifa había muchos catalanes.
Arturo Ruiz, de la junta directiva del Foro, indicó que este proyecto lo inició Luis García Bravo, primer presidente del colectivo quien en 2002, para la recuperación y señalización de los caminos que salen desde el Cobre, en Algeciras hasta un puente de piedra en la sierra de Mojea y Comares, cerca del río de la Miel. En 2008 se consiguió que el sendero fuera rehabilitado y en él se colocó señalización y un panel de recuerdo a los presos que trabajaron en él. "El objetivo es poner en valor estos trabajos y hacer justicia", señaló.
Por otra parte, Ruiz explicó que el seminario sobre Memoria Histórica de los Cursos de Verano de San Roque que se realizará este año está muy avanzado y adelantó que acudirán juristas prestigiosos con los que se están contactando.
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