Un pichichi llamado Buitrago

real balompédica linense

El sub-23 es, con media docena de goles, el mejor artillero del verano de la Balompédica, por delante de Espinar, con cuatro El cúmulo de lesiones, el aspecto negativo de la pretemporada

Buitrago celebra el último tanto de la pretemporada, al Ceuta.
Buitrago celebra el último tanto de la pretemporada, al Ceuta.
Rubén Almagro La Línea

16 de agosto 2015 - 05:02

La Real Balompédica Linense dio por terminada el pasado viernes su pretemporada. Nueve partidos ante rivales de diferentes categorías que dejan como balance en lo que a resultados se refiere ocho triunfos y un empate. Un periodo de poco más de un mes del que se pueden sacar algunas conclusiones. De los seis goles de Buitrago, que le convierten en el pichichi de la pretemporada, al cúmulo de lesiones que se han sucedido y que dejan varias posiciones cogidas con alfileres para el debut liguero del próximo sábado. Y, lo que es más preocupante, para el maratón Liga/Copa con el que arranca el curso.

La Balompédica ha demostrado puntería Veintidós goles en nueve partidos (una media de 2,4) si bien es cierto que siete de ellos lo disputó ante rivales de divisiones inferiores.

Los delanteros se han reivindicado, pero sobre todo el daimieleño Diego Buitrago, una de las revelaciones de la pretemporada, del que no hay que olvidar que ostenta la condición de sub-23. El ariete ha hecho media docena de dianas (algunas realmente espectaculares) y acaba el periodo estival por delante de Espinar (4), José Ramón, Juampe y Copi (3, los dos últimos con un penalti cada uno) y ya con un solo gol Rubén Sánchez, Zamorano y el canterano Chico Rubio

Los números le otorgan también confianza a la Balompédica en el apartado defensivo. En 810 minutos sólo ha recibido tres goles, dos de ellos Lolo Soler y el tercero, el jimenato Mateo. Un buen balance, sobre todo porque contrasta con la debilidad exhibida el pasado curso.

Por el contrario el aspecto negativo de este periodo precompetición son las lesiones. La Balona presentó como uno de sus avales al lateral diestro Marcos Pérez (La Hoya Lorca), pero llegó lesionado a La Línea y tuvo que ser descartado cuando los médicos confirmaron que debía pasar por el quirófano. Su plaza fue para Juanan, que apenas jugó un partido y se vio obligado a pararse. Aunque en su salida el club edulcoró la situación, lo cierto es que también llegó lesionado. Al final y casi por petición popular (y sin casi) su plaza fue para Manu Palancar, que regresó a casa después de un año.

No han sido la de los dos laterales las únicas adversidades. Carlos Guerra no ha jugado ni uno de los cinco amistosos del mes de agosto, con lo cual su presencia en los primeros compromisos está más que descartada. José Ramón arrastra un esguince de rodilla que por lo pronto no le ha permitido entrenarse en toda la semana y, a la espera de ver cómo evoluciona, le tiene casi descartado para el arranque de la competición. A ellos hay que sumar el caso de Ximo Forner, que arrastra problemas en una rodilla desde hace semanas que no le peermiten jugar al cien por cien.

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