Holanda-Rumanía (2-0): Huntelaar y Van Persie despiertan a Rumanía
El equipo de Piturca se echa al ataque en la segunda mitad y los suplentes holandeses le arrebatan el sueño de los cuartos al contragolpe.

La siguiente piedra en el camino de España será Italia. Pese a todas las especulaciones, Holanda sí dio la cara contra Rumanía y la dejó fuera. Hubiera sido muy fácil dejarse seducir por el poder de deshacerse de dos pesos pesados como Italia y Francia de un plumazo. Mucho más fácil que convencer a jugadores jóvenes con hambre de titularidad, como Huntelaar o Van Persie, de que se dejasen perder. Si Rumanía quería pasar a cuartos se lo tenía que ganar culminando la sorpresa, y los suplentes naranjas no la dejaron.
El equipo de Van Basten salió diferente. Repitió con Engelaar en el medio centro y reconvirtió a Boulahrouz de central a lateral derecho. No fue ni de lejos el vendaval que destrozó al campeón y al subcampeón del mundo, pero no dejaba de ser Holanda. Jugó relajado, dominando el partido e intentando desarmar a la buena defensa rumana liderada por Chivu con el tridente insaciable formado por Robben, Huntelaar y Van Persie. A Rumanía le fue bien mientras esperó su oportunidad al contragolpe, pero cuando intentó echarse arriba, la oranje le pinchó.
En la primera parte, la mejor señal del equipo de que Van Basten no se rebajó al tongo fueron las ocasiones, para la tranquilidad italiana. Robben tuvo un mano a mano con el portero rumano en el minuto 36, tras hacer una pared con Huntelaar, que ya había desperdiciado un remate a bocajarro al borde del área pequeña a pase de la muerte de Boulharouz desde la derecha. Mutu intentaba plantar cara el sólo a los centrales holandeses, a los que inquietaba con cualquier movimiento. Pero estaba demasiado sólo. Rumanía se acercaba unicamente en disparos lejanos. Sólo en el minuto 43 llegó con cierto peligro. Rat servía un balón franco en el punto de penalti y Codrea tiraba fuera cuando intentaba ajustar a la escuadra.
La segunda parte fue diferente. Rumanía, nerviosa por el resultado del partido de Italia, que ganaba 1-0 a Francia desde la primera parte, se echó al ataque e hizo justo lo que no tenía que hacer: dejar espacios a esta Holanda. Lo pagó. Huntelaar marcaba con la izquierda un centro desde la derecha y adelantaba a Holanda al principio de la segunda mitad. Rumanía ahora si estaba obligada a venirse arriba.
A partir de ahí se acabó el partido. Con sólo Mutu como argumento serio en ataque era muy difícil. El resto de la segunda parte, en la que también llegó la noticia del segundo gol de Italia, se convirtió en un quiero y no puedo rumano mientras Holanda jugaba a matarla al contragolpe. Y fue Van Persie quien le dio el golpe de gracia. A falta de cinco minutos para el final, clavó un zurdazo en la escuadra de Lobont.
Rumanía dejaba de soñar con la generosidad holandesa. Despertaba y no estaba en cuartos. Estaba en las lágrimas de Mutu y el recuerdo del penalti errado ante Buffon. Había dejado a Italia viva en el segundo partido. Era demasiado bonito para ser verdad.
Ficha técnica: Holanda, 2: Stekelenburg, De Cler, Bouma, Heitinga, Boulahrouz (Melchiot, m.58), Engelaar, De Zeeuw, Afellay, Van Persie, Robben (Kuyt, n.62) y Huntelaar (Hesselink, m.82).
Rumanía, 0: Lobont, Contra, Tamas, Ghionea, Rat, Codrea (Dica, n.72), Cocis, Chivu, Nicolita (Petre, m.82), Mutu y Marius Niculae (Daniel Niculae, m.59).
Goles: 1-0, m.54: Huntelaar. 2-0, m.86: Van Persie.
Árbitro: Massimo Busacca (SUI). Mostró tarjeta amarilla al rumano Chivu.
Incidencias: partido de la tercera jornada del Grupo C disputado en el estadio de Suiza en Berna ante cerca más de 30.000 espectadores.
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