El 'Vigía' de la Armada patrulla en las aguas que rodean el Peñón

La Royal Navy intervino ayer en lo que considera la 23ª incursión en lo que va de año de un barco español en las aguas que Gibraltar reclama como propias. Fue a raíz de que la Vigía (P-73) de la Armada española fuera avistada navegando frente a Punta Europa a 1,5 millas de la costa.

Tanto la HMS Scimitar como una embarcación de la Policía de Defensa gibraltareña salieron en su busca cuando se dirigía hacia el Este.

Luego el barco español cambió de rumbo hacia el Norte y finalmente se alejó del Peñón por el noroeste.

No hay constancia de que los barcos británicos llegarán a contactar con la Vigía, que es recordada en la zona porque el pasado febrero irrumpió en medio de unas maniobras de la Royal Navy en la Bahía y tuvieron que ser detenidas por su presencia.

La Vigía P-73 es un patrullero de altura de la clase Serviola que desde que fue entregado a la Armada el día 23 de marzo de 1993 ha cumplimentado multitud de misiones, entre las que se encuentran las de vigilancia marítima y pesquera, participación en ejercicios nacionales y multinacionales , colaboración con otros organismos del Estado (Salvamento Marítimo, Guardia Civil, etcétera) y escoltas de buques, entre otros.

Según describe la propia Armada sus principales misiones son "contribuir a la acción del Estado en la Mar para ejercer la soberanía y proteger los intereses marítimos nacionales, en nuestras aguas territoriales y Zona Económica Exclusiva. Esta amplia misión conlleva los cometidos de control de unidades de interés y de la actividad pesquera en coordinación con otras Administraciones así como la presencia naval en nuestras aguas".

En las últimas horas han sido vistos también en el Estrecho barcos militares marroquíes y aviones del ejercito estadounidese.

El pasado fin de semana se registraron tres incidentes parecidos al de ayer. En los dos primeros, barcos de la Guardia Civil fueron interrumpidos cuando perseguían a embarcaciones de recreo con base en el Peñón y acusados de entrar sin permiso en la zona marítima que reclaman los gibraltareños. En la tercera, la protagonista fue la Infanta Cristina, de la Armada española, cuya presencia fue recriminada por las naves gibraltareñas, a las que insistió en que se encontraba en aguas territoriales españolas. Estas tres 'incursiones' originaron la habitual protesta del Gobierno de Gibraltar.