Boyas inteligentes para un Estrecho complicado
seguridad marítima Los datos servirán para buscar un patrón de una de las corrientes más complicadas del mundo
Salvamento Marítimo lanza al mar dispositivos que ofrecen datos sobre las corrientes y permiten corregir sus archivos de predicción
Muchos han sido los que hasta el momento han estudiado una de las corrientes más complicadas del mundo, las del Estrecho de Gibraltar. Pocos los que lo hacen con la convicción de que su trabajo de campo servirá para establecer en un futuro un patrón exacto de funcionamiento del mar que permita que su labor sea más precisa, ayude a salvar vidas y a limpiar el mar de desafortunados vertidos.
Desde principios de año, Salvamento Marítimo lleva a cabo una rutina de lanzamientos al mar de unas boyas fabricadas por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Puerto Real que, arrastradas por la corriente tanto en el Estrecho como en la Bahía de Algeciras, emiten información sobre su posición, velocidad y rumbo de deriva que se almacena en Tarifa-Tráfico y se procesa para que, en un futuro, sirva para predecir áreas de búsqueda que hagan más eficaces sus esfuerzos.
Los primeros lanzamientos de esas boyas se hicieron para calibrar los radares HF que están en Punta Carnero, Punta Almina y, próximamente, también en Tarifa. Tras los acuerdos entre la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (SASEMAR), el Centro Andaluz de Ciencia y Tecnología Marina en Puerto Real, Puertos del Estado, la Universidad de Cádiz, el Instituto Hidrográfico de la Marina y el CSIC, se inició el trabajo de campo, con lanzamientos regulares con el objetivo de mejorar los archivos de prognosis.
Las unidades de Salvamento Marítimo Alkaid, con base en Tarifa, y Dubhe, ubicada en Algeciras, son las encargadas de soltar cada semana los dispositivos tanto en la Bahía de Algeciras como en Gibraltar. "Lo único que hacen es transmitir cada cinco, 10, 15 ó 20 minutos su posición. Esos archivos los completo con la altura de la marea y velocidad en nudos, entre otros datos, y luego los paso a Puertos del Estado, CSIC y a la Unidad de Seguimiento y Predicción de Salvamento Marítimo en Madrid. Entre todos intentamos ver cuáles son las variaciones entre lo que hemos predecido con lo que en realidad está haciendo la corriente", explicó el subjefe de Centro de Coordinación del Salvamento Marítimo en Tarifa, José Maraver.
El objetivo es contrastar lo medido en el mar por los dispositivos GPS incorporados en las boyas con los resultados de los cálculos obtenidos a través de los modelos matemáticos. "Es un tema muy bonito, pero complicado en el sentido de intentar encontrar un patrón de funcionamiento que nunca vamos a encontrar exacto. Es como la meteorología. Pero en el futuro sí nos va a servir para ir acertando cada vez más en el elemento de la corriente", indicó Maraver.
Además de su utilidad más visible, como la que Salvamento Marítimo aplicará a la búsqueda de embarcaciones, personas o el seguimiento de vertidos, se calcula que los dispositivos podrán utilizarse también para estudiar la corriente con objetivos pesqueros -para seguir la migración de peces- o medioambientales.
Aunque empiezan a verse sus efectos en el trabajo diario, su utilidad se verá más a largo plazo y tienen claro que, cuantos más lanzamientos, tanta más información tendrán para mejorar sus patrones de comportamiento de las corrientes. "Estamos empezando a ver ciertas cosas que son muy interesantes. Pero de ahí a que tengamos ya un cálculo exacto de lo que va a hacer la corriente en un momento dado, todavía es muy complicado", manifestó.
Hasta ahora no hay datos suficientes para aplicarlos a ninguna búsqueda real de manera efectiva. Antes de que lleguen esos patrones de estas corrientes tan complicadas, siempre estará la lógica del oficio de quienes llevan años velando por la seguridad marítima. La intuición no se sirve de modelos matemáticos.
También te puede interesar