Tribuna abierta
Joyas de papel: La colección Antonio Viñas de Roa
Florencio Ruiz Lara, Flores el Gaditano, disfrutó anoche de un gran homenaje que giró en torno a la presentación de su segunda novela El enviado de Jesucristo. El salón de plenos del Ayuntamiento de Algeciras se engalanó con una gran asistencia de público para recrearse con la simple presencia del maestro compositor.
Con más de 90 años aún sigue sorprendiendo y así lo hizo. Cantó una plegaria no sin antes advertir que la había ensayado muchas veces con su hija, la cual le acompañó al piano, y siempre se habían equivocado en algo. Su particular sentido del humor fue un bálsamo de positividad para los presentes. Con sus palabras dejó constancia de lo luchador que siempre ha sido, quiso ser desde boxeador a torero, aunque desarrollar su creatividad al componer canciones y relatos es lo que siempre le dominó. "Desde chico quise escribir, tenía los bolsillos llenos de papeles".
Haber recibido la bendición del Papa Benedicto XVI por su última novela no pasó inadvertido, ya que aprovechó para mostrarse puro, tal cual es, y detalló que con 9 años vio a Jesucristo. "Tengo una fe muy grande, pero es un aprecio sano", reconoció y se afanó entre anécdotas de su niñez en explicar las razones que le llevan a sentir ese hondo fervor. El acto fue clausurado por la joven cantante Carmen Navarro, que deleitó a los asistentes con un broche de oro espectacular haciendo gala de su gran voz al cantar dos composiciones de Flores el Gaditano, incluyendo la canción que tan popular hizo al algecireño y que es popularmente conocida: Qué bonita que es mi niña.
El alcalde, José Ignacio Landaluce, se deshizo en agradecimientos al ilustre algecireño. "Flores es Algeciras y Algeciras es Flores", precisó en un discurso cargado de sentimiento y respeto hacia la obra del autor de la novela. Valoró el esfuerzo constante del cantautor por reinventarse y superarse en su ilimitable capacidad de creación, lo cual le convierte en un ejemplo y referente.
El párroco Rafael Moreno intervino también en el acto para leer con detalla la carta enviada desde el Vaticano en contestación al ejemplar del libro que envió al Papa el propio autor. La concejal de Cultura, Pilar Pintor, también dejó muestras del orgullo que siente ante tal maestro.
Juan Emilio Ríos Vera, escritor del prólogo, dejó muestras del gran cariño que le profesa a Flores. Dijo sentirse un privilegiado al poder presentar la obra. Recordó así el proceso creativo que junto al autor y su hija María Rosa fueron desarrollando para adaptar la obra a la actualidad, ya que fue creada hace más de 10 años.
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