Dos investigadores atrapan en un libro la esencia de lo cotidiano con Gibraltar
César Sánchez y Rafael de las Cuevas, del IECG, editan su trabajo documental de más de 6 años Plasman lo vivido entre 1704 y 1897
Los investigadores César Sánchez de Alcázar y Rafael de las Cuevas comenzaron hace casi seis años una ardua labor de investigación en torno a Gibraltar, que les ha llevado a recorrer archivos desde Algeciras a Sevilla, Madrid o Simancas, descubriendo documentos inéditos que han concentrado en un libro, llamado Gibraltar. Entre los tratados y la realidad. 1ªParte: Límites, 1704-1897. Ambos, algecireños, pertenecientes al Instituto de Estudios Campogibraltareños (IECG) han querido plasmar lo que ocurrió justo aquí, en el Campo de Gibraltar. Será presentado en todas las ciudades de la comarca, empezando este martes a las 20:00 horas en La Caridad en Algeciras, cuyos beneficios van destinados al comedor Padre Cruceyra de Cáritas.
El libro trata de esclarecer, en lo posible, lo sucedido con los límites terrestres y marítimos de España y Gibraltar desde la pérdida del Peñón en 1704 hasta finales del siglo XIX, concretamente hasta el año 1897, antesala de la guerra con los Estados Unidos en la que España perdió sus posesiones de ultramar.
Todo el contenido del libro se refiere al Campo de Gibraltar y a los sucesos que ocurrían con la colonia británica. A lo largo de sus páginas se descubre que a pesar de las enormes diferencias existentes a uno y otro lado de la línea fronteriza, se intentaba establecer un modus vivendi para que las relaciones fuesen lo más fluidas posibles, facilitando la vida diaria de los habitantes de la comarca y del Peñón. "Hemos estructurado el libro en unos antecedentes, dos capítulos y un anexo con cuatro apartados, en total 294 páginas que les aseguramos les van a atrapar", explica Sánchez.
El primer capítulo se titula Límites Terrestres, en el que se analiza a través de los incidentes ocurridos en la lengua de tierra del istmo, todo lo referente a las disputas sobre la jurisdicción territorial de la zona. Los españoles se aferraban a lo pactado en Utrecht en 1713, mientras que los británicos no cesaban en su empeño de conseguir más terreno de forma arbitraria, "recurriendo a no pocos subterfugios y apelando a la generosidad española como se podrá comprobar en algunos de los apartados".
La libre interpretación del artículo X del Tratado de Utrecht por parte de la Corona Británica dio como resultado una serie de interminables incidentes en la que se vieron inmersas las fuerzas de ambos contendientes. En este capítulo se trata sobre la organización de la frontera en ambos lados, sobre la venta de arena del istmo por parte española para lastre de los buques británicos, sobre el alquiler de pastos detrás de la Línea de Contravalación para que pastase el ganado que los británicos compraban en Marruecos con destino a Gibraltar y que creaba serios problemas sanitarios y aduaneros; sobre las epidemias, sobre la destrucción de las fortificaciones españolas en 1810 a cargo de británicos y portugueses con la aquiescencia española; se trata el asunto de toda la artillería existente en las fortificaciones españolas y que fue llevada a Gibraltar, devolviendo solo una ínfima parte de ella para volver a artillar unos pocos puntos de la costa; o el contrabando.
En el capítulo segundo Límites Marítimos, analizan la problemática de los límites en la bahía de Algeciras a través de los continuos incidentes ocurridos desde la pérdida de Gibraltar. "Nuevamente asistiremos a la libre interpretación británica sobre lo pactado en Utrecht, llegando incluso a apropiarse de aguas dentro de la Bahía, de forma que La Línea se quedó sin aguas territoriales españolas dentro de la misma". Así, se trata por ejemplo cómo los británicos extendieron una línea de boyas con las que unilateralmente marcaron sus límites fuera de lo pactado, o sobre naufragios y el tratamiento que se daba en ambos bandos a los náufragos, para ello aportan la legislación española vigente en la época.
El libro además aporta un anexo documental con resúmenes de expedientes sobre incidentes ocurridos en la Bahía, la mayoría inéditos o muy poco conocidos; hay además una serie de expedientes sobre contrabando de tabaco, materias diversas y bebidas; se recoge a dos personajes significativos como fueron Juan de Quiroga y Espinosa de los Monteros y Salvador Díaz Ordóñez y Escandón; y finalmente se trata sobre la artillería.
Los autores del libro subrayan que entre los gobernantes de uno y otro lado, se entablaba una intensa correspondencia a raíz de los incidentes que iban ocurriendo tanto en tierra como en la mar y que ambos, defendiendo cada uno su postura, no tenían el más mínimo interés de entrar en conflicto, "por lo que la mayoría de los sucesos se arreglaban de forma local sin acudir a sus respectivos gobiernos". Aunque, no siempre ocurría esto y se daban casos tan graves que no cabía más remedio que informar a la corte de Madrid.
Los investigadores no dan opiniones, sino que se basan en la voz de los que vivieron la época y del amplio trabajo documental realizado.
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