Un misterioso libro inspira la nueva obra de Díaz Valladares

"Lo bueno de que el mejor amigo de tu abuelo sea inspector de policía es que, a la hora de cenar, cuenta unas historias fantásticas. El problema es que, al oírlas, te dé por investigar por tu cuenta y riesgo y, de repente, te veas involucrado en una peligrosa trama de sociedades secretas, con tu vida pendiente de un hilo". De esta forma tan prometedora de intriga y aventura presenta la editorial SM uno de sus últimos lanzamientos, El libro maldito de los templarios, obra juvenil del linense Francisco Díaz Valladares publicada en la colección El barco de vapor, serie roja. Se trata de una "novela policiaca, llena de giros inesperados", abunda la editorial.

Desde Matalascañas, donde Díaz Valladares produce de una manera más que prolífica, el autor señaliza el origen exacto del trabajo, ese resorte que se movió para dar luz a la idea y finalmente a la novela. "El manuscrito Voynich", cuenta. Tal manuscrito es un misterioso libro de contenidos desconocidos, escrito hace unos 500 años por un autor anónimo en un alfabeto no identificado y un idioma incomprensible. Ha sido objeto de sesudos estudios por abundantes criptógrafos. Nadie ha logrado descifrar una palabra, lo que ha inducido a pensar también que se trata de una sucesión de símbolos sin sentido.

"Me llegó a través de un amigo y pensé que por qué no escribía sobre un libro oculto", alude al intrigante manuscrito Díaz Valladares, que con el que acaba de salir suma su duodécimo título y tiene firmadas publicaciones hasta 2010. "Me gustan mucho los libros antiguos", justifica además.

Por las nuevas páginas del escritor linense se asoman librerías de viejos, investigación, un misterio, medallones ocultos, sectas antiguas o una historia fantástica. Un cóctel para seducir a los lectores jóvenes y que tampoco defrauda a los que no lo son tanto.

"La verdad es que me he quedado muy contento con el resultado. Disfruto mucho escribiendo", indica el autor sobre una obra de la que se han lanzado cinco mil ejemplares y que Díaz Valladares espera que requiera una siguiente edición.