
En tránsito
Eduardo Jordá
Sobre ‘El odio’
crónica personal
EL lío de los abogados y de los fiscales en el caso Urdangarín huele regular, algo no cuadra. Como decía un fiscal que no tiene nada que ver con el caso Noos pero conoce bien cómo funcionan su mundo, el de la Justicia, la filtración a los medios de comunicación de que los abogados de Urdangarín y Diego Torres buscaban un acuerdo con la Fiscalía, ha sido "una bomba lapa" contra ese posible acuerdo. Que por otra parte es habitual entre abogados y fiscales siempre que los clientes de los abogados estén conformes con declararse culpables de lo que se les acusa para intentar así rebajar la condena.
Cuenta ese fiscal ajeno al caso que no encajan varias piezas. La primera y más importante, por qué se produce la filtración que provoca la falta de acuerdo. Él no lo sabe ni tiene por qué saberlo, pero procede del entorno de Diego Torres. Segundo, por qué se intenta llegar a acuerdos cuando todavía falta un trecho para que se complete la investigación de los fiscales, que es el momento en el que los abogados defensores buscan el diálogo con los fiscales, porque ya cuentan con todos los elementos sobre la mesa. Y tercero, por qué los abogados de las dos partes niegan que hayan mantenido contactos con la Fiscalía, cuando los han tenido a través de persona interpuesta. Y cuarto, aunque no tenga nada que ver con el aspecto procedimental: por qué se ha filtrado a determinados medios de comunicación que se había intentado el acuerdo una vez que se supo que Torres disponía de docenas de correos electrónicos de Urdangarín que demostraban que tanto el Rey como la infanta Cristina están implicados en el caso Noos. Lo que no se corresponde con la realidad, porque los correos que Urdangarín envió a su socio, el contenido de unos cuantos ya conocido, indican que Urdangarín comenta a Torres que el Rey y la Infanta estaban de acuerdo con las decisiones tomadas por él, que no es lo mismo.
Los fiscales han decidido anular las citas previstas para esta misma semana con los abogados, y el asunto queda por tanto, como hasta ahora, en manos de esos fiscales y del juez. Pero hay abogados que sin ningún pudor intentan que el caso Noos se desarticule provocando que el Rey haga presiones sobre la Justicia. Paso que el Rey no ha dado hasta ahora y que no parece que vaya a dar a pesar de los meses amargos que atraviesa; no sólo porque él mismo se encuentra en el ojo del huracán por razones ajenas completamente al caso Noos, sino también porque ese asunto le distancia de su hija Cristina, ha creado un grave conflicto familiar y, sin ninguna duda, ha afectado a la institución que representa, la Corona. Cualquiera que conozca al Rey sabe que no es ajeno a los defectos y a las decisiones equivocadas, como humano que es, pero nunca ha movido un dedo para que él mismo o alguien de su familia recibiera trato de favor en el ámbito de la Justicia.
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