Un hombre se suicida después de matar a puñaladas a su ex pareja en Logroño
El supuesto agresor tenía condena por malos tratos y una orden de destierro
Una mujer murió ayer en Logroño por las lesiones con arma blanca que le produjo su ex pareja, que después se suicidó, según informó la Policía Nacional.
Los hechos sucedieron sobre las 23:15 del domingo, en un bar del barrio de Yagüe, situado a las afueras de la capital riojana.
M.S., un rumano de 52 años, acudió al establecimiento hostelero que regentaba su ex esposa y le asestó varias puñaladas con un cuchillo.
La mujer, T. S., también rumana y de 49 años, fue traslada al hospital San Pedro de Logroño, donde ingresó debido a la gravedad de las lesiones. Después se autolesionó con el mismo cuchillo, por lo que falleció en el acto.
T. S. falleció a las 6:34 de ayer en la unidad de Medicina Intensiva, ya que las "múltiples" heridas que presuntamente le produjo su ex marido afectaron a órganos vitales, según detalló el Servicio Riojano de Salud.
El presunto autor del apuñalamiento mortal de su ex mujer en Logroño tenía una orden de alejamiento desde el pasado mes de marzo, cuando le condenaron por un delito de malos tratos a seis años de destierro de La Rioja.
La sentencia también le impedía comunicarse con ella durante un periodo de cuatro años, según informaron ayer fuentes judiciales.
El delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, y la responsable de la Unidad de Violencia de Género, Ana Santos, explicaron ayer en una rueda de prensa que las medidas de protección policiales estaban vigentes, pero el riesgo era bajo, porque la familia creía que el agresor vivía en Madrid o en Rumanía.
La pareja tenía dos hijas mayores de edad y se había separado en marzo pasado, cuando el hombre fue condenado a año y medio de cárcel por un delito de malos tratos y otro de amenazas.
Debido a estos hechos, no ingresó en prisión por carecer de antecedentes penales, pero se le desterró de La Rioja y se le impidió comunicarse con su ex mujer, quien trabajaba en el bar Juncal, regentado por una de sus hijas.
Agentes de la Policía Nacional y Local prestaron las medidas de protección necesarias a la víctima, con la que tenían contactos continuos para comprobar si su ex marido podía volver a agredirla, recalcó la responsable de Violencia de Género.
La familia de la mujer había asegurado que el hombre no vivía en Logroño, por lo que el riesgo se redujo a un nivel bajo, pero las medidas de protección seguían en vigor.
De hecho, sobre las 16:00 del domingo, la Policía se puso en contacto con la mujer y su hija aseguró que su padre se encontraba fuera de España.
El sábado por la noche aparecieron unas pintadas ofensivas escritas en rumano que aludían a la mujer junto al bar de Yagüe, aunque su hija no se lo comunicó a la Policía porque no le dieron importancia, ya que no creían que fuesen obra de este hombre, según explicó Ana Santos.
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