La Balompédica ficha a los sub-23 Alfonso y Rulo
real balompédica linense
Los albinegros confirman el fichaje del mediocentro jerezano procedente del Guadalcacín y el lateral izquierdo del Xátiva forjado en el Valencia CF
Más savia nueva para la Balona. La Real Balompédica Linense rubricó ayer dos fichajes de una tacada, ambos sub-23. El club cerró la incorporación del mediocentro defensivo Alfonso Martín Castillo, jerezano que procede del CD Guadalcacín de Tercera aunque posee experiencia en Segunda B. Un refuerzo adelantado por este periódico el pasado 22 de junio, cuando Europa Sur desveló el interés y la posterior toma de contacto con el prometedor futbolista, un deseo expreso de Manolo Ruiz, el entrenador. Además, la entidad de La Línea se hizo con los servicios del lateral izquierdo Raúl Prieto Odena Rulo, valenciano forjado en la cantera del club de Mestalla, que el pasado curso defendió los colores del Olímpic de Xátiva. El conjunto de Rulo perdió la categoría de bronce tras caer en la promoción ante el Leioa vasco.
Alfonso Castillo y Rulo se convirtieron ayer en el sexto y el séptimo fichaje de la Balona 16/17, después de que el pasado sábado el club anunciase la llegada del defensa central cántabro Álex Santelices, que aterrizará procedente de la UD Logroñés.
Los de La Línea han dado un empujón a su nueva plantilla en el fin de semana, a tres días ya de arrancar la pretemporada a las órdenes de Manolo Ruiz.
La Balona consigue a Alfonso Castillo, de 22 años, una apuesta para el centro del campo que se reengancha a la Segunda B "con muchas ganas y agradecido por la oportunidad".
"Estoy muy contento de que se haya cerrado todo bien porque era lo que quería y lo que estaba esperando", confesó ayer tarde el nuevo integrante de la familia albinegra. Alfonso llega tras haber pasado las dos últimas temporadas en el Guadalcacín, un equipo en el que recuperó "la confianza" tras probar la categoría de bronce con el Écija y el Córdoba B.
"La primera vez que salí de casa tenía 18 años, fue una experiencia positiva pero ahora veo todo de otra manera, me siento más preparado para afrontar una oportunidad como la que me brinda la Balona y me voy a dejar todo en el campo", aseguró el mediocentro jerezano.
"La Balona es un club contrastado en Segunda B, que económicamente no tiene problemas y que suele aspirar a lo máximo", afirmó Alfonso, que subrayó su agradecimiento "al míster, al presidente y a Mario [Galán] por la oportunidad".
"No voy a rellenar una ficha más, voy a competir y a pelear por un sitio de tú a tú", apuntó el centrocampista, deseoso "por volver a dar ese saltito de categoría" y conocer a sus nuevos compañeros.
Raúl Prieto Odena, conocido futbolísticamente como Rulo (24 de octubre de 1995), es el elegido para apuntalar el lateral izquierdo. La Balona completó ayer el fichaje del futbolista de 20 años que viene de disputar la última campaña en el grupo III de Segunda B con el Olímpic de Xátiva. Rulo participó en 29 partidos, 18 como titular, para acumular 1.716 minutos. El cuadro valenciano concluyó la temporada en el temido puesto de promoción y se jugó la categoría con el Leioa vasco, contra el que consumó su descenso.
Rulo se forjó en las categorías inferiores del Valencia CF hasta alcanzar su etapa juvenil. Llegó a debutar en Segunda B con el filial de los che en la 2014/15, aunque esa andadura la terminó cedido en las filas del Ribarroja, del grupo VI de Tercera, y lesionado.
"Estoy muy feliz y agradecido por la oportunidad que me brinda la Real Balompédica", declaró el valenciano, que afronta su primer periplo lejos de su tierra.
"No conozco mucho la zona ni el grupo pero sé que voy a un club importante, con una afición exigente", señaló Rulo, que conoce a Ximo Forner y compartió vestuario el pasado curso con el exbalono David Polaco. "Es una gran persona".
El lateral jugó como lateral y también como extremo en las filas del Olímpic. "Ha sido mi primera temporada entera en la categoría, he aprendido mucho", admitió.
Rulo, al que apodan así "desde pequeño" desprende "ilusión" ante su nueva etapa en La Línea y sólo tiene un deseo: "que empiece a rodar el balón". Ya queda menos.
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