Crisis en el sector apícola: la miel española se queda en el almacén

Mercados

Los productores denuncian que los envasadores compran a terceros países cada vez más. Urgen soluciones ante los problemas del sector y reclaman ayudas directas y las bonificaciones para el gasóleo. El Plan Apícola nacional, en Andalucía

Récord de importaciones
Récord de importaciones / Dto De Infografía. Fuente: Sstt Apicultura De Coag Y Datacomex
A. Estrella Yáñez

07 de febrero 2023 - 07:00

Mientras que las comercializadoras importan cada vez más miel de terceros países la producción nacional de los apicultores españoles se queda en el almacén, una situación que está llevando al sector a una crisis alentada por el aumento de requisitos que deben atender las explotaciones para ajustarse a las normativas comunitarias de la nueva PAC y cuando el sector se ve excluido por el Gobierno de las ayudas por la guerra de Ucrania y de las bonificaciones para el gasóleo.

Los apicultores españoles se han lanzado esta semana a protestar en las calles en diferentes puntos de España; urgen medidas concretas ante el récord de importaciones de miel de baja calidad y el bloqueo del mercado interno.

Los datos facilitados por COAG revelan que entre enero y noviembre de 2022 las industrias españolas envasadoras han importado un total de 35.260 toneladas de miel. Esta cantidad ya supone 3.633 toneladas más que lo comprado fuera en todo el año 2021 y 3.009 toneladas más que en todo el año 2017 (año récord de importaciones en España hasta ahora).

Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG, explica que “nuestro país registra en 2022 cifras récord de importación, mientras que la miel autóctona rebosa en los almacenes ante el bloqueo generalizado de las operaciones comerciales por parte de la industria. Se abastecen de miel de baja calidad de terceros países y triangulada a través de países europeos, hunden nuestros precios y los sitúan en niveles por debajo de los costes de producción”.

“Y a la vez, el Ministerio de Agricultura nos deja fuera de las ayudas directas por el impacto de la guerra de Ucrania y de los 20 céntimos de descuento en el gasóleo. Todo ello, en un año en el que la sequía ha reducido a la mitad la cosecha de miel”, subraya.

Un sector básico para la economía

En el mismo sentido se pronuncia UPA Andalucía, que advierte de la “catastrófica situación que atraviesan los apicultores, con una importante reducción productiva y unos costes disparados”. El vicesecretario general de Organización de UPA Andalucía, Francisco Moreno, urge a las administraciones para que pongan en marcha una batería de medidas de apoyo a un sector apícola “que resulta básico para la economía y el empleo andaluz”, y argumenta que “sin abejas no habrá vida”.

Tanto COAG como UPA reclaman al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que habilite ayudas directas por colmena para que el sector apícola profesional pueda superar este grave momento de crisis, igual que han concedido a otros sectores para paliar los efectos de la guerra de Ucrania. Entienden que estas ayudas directas podrían compensar parcialmente el sobrecoste de mantenimiento de las colonias de abejas y la pérdida de producción, en un contexto de grave crisis de mercado. COAG pide un importe de ayuda de 10 euros por colmena para el total de colmenas censadas en REGA a fecha 1 de enero del 2022 y gestionadas por ATP, con un límite de ayuda por explotación de 1.000 colmenas.

Asimismo demanda que se incluya al sector apícola profesional entre aquellos a los que se prorroga para este año la ayuda de 20 céntimos por litro de gasóleo. “En las explotaciones apícolas profesionales, tanto estantes como trashumantes, el combustible es uno de los costes de producción que condicionan más la cuenta de resultados”, indican.

En cuanto a las nuevas exigencias burocráticas que quieren imponerse a las explotaciones apícolas españolas, COAG se opone totalmente y pide al MAPA flexibilidad en la futura aplicación de los reales decretos de trazabilidad, identificación y registro de determinadas especies animales, así como de veterinario de explotación y del plan sanitario integral por las particularidades del sector.

“Estas exigencias que, sin duda, pretenden únicamente facilitar el trabajo de la Administración, no aportarán ninguna mejora a las granjas apícolas y las personas consumidoras, mientras que perjudicarán enormemente a las explotaciones apícolas familiares y profesionales”. añaden.

Autorización de nuevos medicamentos

Y solicitan también que el Gobierno español promueva la autorización de nuevos medicamentos “eficaces” contra varroosis para que los apicultores puedan seguir haciendo frente a esta enfermedad parasitaria endémica y sortear la cada vez mayor resistencia de este parásito a los acaricidas existentes.

La organización agraria anima al Ministerio a aprovechar la próxima Presidencia española del Consejo de la Unión Europea “para liderar a nivel europeo la modificación de la Directiva de la Miel y del Código Aduanero de la Unión, con el objetivo de que el verdadero origen de las mieles comercializadas en España se refleje correctamente en su etiquetado”. “En el momento de mayor nivel de importaciones de mala calidad de la serie histórica -dicen- es imprescindible que el MAPA muestre su determinación de cara a facilitar información transparente a consumidores y consumidoras sobre el origen de los productos apícolas que consumen”.

Como ya vienen haciendo desde hace años, los productores exigen un mayor control de la calidad de las mieles importadas, así como de las posibles adulteraciones y de la miel envasada en el mercado interior en nuestro país. “La situación actual de paralización y bloqueo de la miel producida en origen en nuestro país, que soportan injustamente los apicultores y apicultoras con el objetivo, por parte de la industria y la distribución, de obligarnos a vender a bajos precios, es una práctica desleal inaceptable que no puede convertirse de facto en una amenaza estructural en cada campaña apícola”, apostillan en COAG.

una situación catastrófica

“La apicultura en Andalucía está viviendo una situación catastrófica. La sequía del último año ha provocado una reducción muy importante de la producción de miel y de polen, y ha obligado a los apicultores a aportar alimentación suplementaria a sus colmenas. Todo ello con unos costes de producción disparados”, mantiene el vicesecretario general de Organización de UPA Andalucía, Francisco Moreno.

“Además, este pasado año se ha registrado una alta mortandad debido a enfermedades como la varroa, el síndrome del despoblamiento o los abejarucos. Una crítica situación que se agrava por un mercado totalmente paralizado, puesto que las envasadoras y la distribución han sustituido la miel española por mieles de otros países como China, Uruguay o Turquía, que tienen peor calidad, pero viene a precios muy inferiores. Es más, el etiquetado actual de la miel no ayuda a diferenciar el producto español del procedente de otros países, sobre todo de fuera de la Unión Europea”, agrega.

Por todo ello, Moreno reclama a las administraciones “que pongan en marcha una batería de medidas de apoyo a un sector estratégico, que resulta básico y fundamental para la economía y el empleo andaluces”. “Por el momento, ni la merma productiva ni los costes disparados se han tenido en cuenta a la hora de apoyar al sector. Ni las ayudas por la sequía, ni por el Covid, ni por el conflicto bélico en Ucrania, ni los 20 céntimos de bonificación al gasóleo profesional han incluido al sector apícola. No tenemos apoyo alguno”, lamenta Moreno.

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