El algodón andaluz aspira a lograr el sello Better Cotton de sostenibilidad
Los cultivos de nuestra región sigue el Sistema de Producción Integrada. Los productores analizan el camino para seguir el modelo internacional que demandan los mercados. La falta de agua de riego merma las perspectivas del algodón
El reto del Better Cotton. Esa es la aspiración del sector algodonero andaluz. Andalucía es la única región prouctora de algodón de España que junto a Grecia son los dos países comunitarios con este cultivo.
¿Qué es el Better Cotton? Se trata del programa de sostenibilidad del algodón más grande del mundo, impulsado por WWF y en el que participan agricultores, desmotadores, hilanderos, proveedores, fabricantes, propietarios de marcas, minoristas, organizaciones de la sociedad civil, donantes y gobiernos en una red de más de 2.300 miembros.
Ya el 80% de la superficie de algodón que se cultiva en Andalucía se hace bajo el Sistema de Producción Integrada (SPI), que también responde a muy cuidados criterios de sostenibilidad y con el que el sector lleva ya buena parte del camino hecho para alcanzar el sello Better Cotton.
Todo esto ocupó parte esencial de la jornada celebrada en Sevilla por la interprofesional del algodón, Espalgodón, en la que se realizó una evaluación comparativa entre ambos sistemas, con el objetivo de seguir avanzando en la sostenibilidad y valoración del sector algodonero.
Actualmente, Andalucía cuenta con más de 46.200 hectáreas de algodón bajo el sistema de Producción Integrada. El sector lleva años trabajando para ser cada vez más sostenible: ha evolucionado en su forma de cultivar, en la gestión de un recurso escaso como el agua y, en general, en la optimización y reducción del uso de insumos, explica Espalgodón. El objetivo, añade, es garantizar el futuro del algodón desde un punto de vista social y económico, ya que es un cultivo esencial y difícilmente sustituible en muchas de sus zonas productoras, pero también medioambiental.
Una obligación para el sector
El presidente de Espalgodón, Dimas Rizzo, señala que alcanzar ese sello es, cada vez más, una obligación para el sector: “Los mercados, desde hace algún tiempo, empiezan a demandar algodón que esté calificado como Better Cotton Iniciative, con la etiqueta BCI. Esto no es el hecho de querer tener un sello más o una etiqueta más que colgarle a una prenda. Es una obligación que tenemos, tanto desde el punto de vista medioambiental como desde el punto de vista también comercial, porque los mercados están demandando esta iniciativa”.
La BCI y la Producción Integrada coinciden en la búsqueda de un desarrollo sostenible de la actividad para garantizar su continuidad y en la aplicación de medidas biológicas, químicas, tecnológicas o de manejo para reducir al mínimo el uso de productos fitosanitarios.
En la jornada técnica celebrada en Sevilla, los miembros de la Iniciativa Better Cotton destacaron esos avances comunes, que se ponen de manifiesto en el estudio comparativo realizado por la consultora Price Waterhouse Coopers.
Ese informe señala cuáles son las principales “brechas” entre ambos sistemas y, por tanto, cuál es el camino que la Producción Integrada debe recorrer. Por una parte, se ha habló de la necesidad de cumplir con los requisitos de trazabilidad de la cadena de custodia que propone BCI, mediante la puesta en marcha de un sistema que permita recopilar y gestionar toda la información sobre el origen del algodón.
Uno de los principales ejes sobre los que trabaja BCI tiene que ver con las condiciones laborales de los trabajadores, que varían mucho en las diferentes zonas productoras a nivel mundial. Better Cotton lo llama “trabajo decente” e incluye exigencias como la prohibición del trabajo infantil, la regulación de la carga de trabajo, la equidad en género y evitar discriminaciones de cualquier tipo, requisitos que la legislación española cumple sobradamente. En este sentido, la PI sólo tiene que recoger expresamente en su regulación específica la normativa española en material laboral.
Y se abordó también la necesidad de crear un plan de desarrollo continuo, como muestra de compromiso no solo con los nuevos estándares, sino también con unas prácticas que aseguren la actividad económica en un futuro a largo plazo. Espalgodón considera que para ello es clave la colaboración entre el sector, la Administración y la propia BCI, estableciendo un canal de comunicación fluido.
La jornada contó con numerosos asistentes del sector algodonero, tanto productores como desmotadores, así como representantes de empresas auxiliares y firmas textiles tan destacadas como Inditex o El Corte Inglés.
El viceconsejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Vicente Pérez García de Prado, presidió la jornada y aprovechó para decir que este tipo de iniciativas “en las que se unen todos los agentes de un mismo sector son imprescindibles para poner en valor el trabajo que nuestros algodoneros llevan años haciendo”. Vicente Pérez ha sido claro “los agricultores llevan años haciendo la agricultura que exige Europa atendiendo a todos y cada uno de los parámetros medioambientales, sociales y de sostenibilidad, por eso, sacar adelante esta iniciativa es muy importante para Andalucía porque sería el reconocimiento merecido al trabajo bien hecho”.
Trabajo profesional
El viceconsejero insistió en la necesidad de que “el mundo conozca y reconozca el trabajo profesional que se hace en la agricultura andaluza”, por lo que abogó en la reunión por un etiquetado que informe a los compradores finales de la trazabilidad y el esfuerzo que pone cada miembro de la cadena para hacer productos con un algodón de máxima calidad y producidos de manera respetuosa con el medioambiente.
La Consejería de Agricultura considera de gran interés la posibilidad de acceder a la marca BCI, porque supondría “la consolidación de la Producción Integrada, un sistema que viene demostrando su fortaleza”.
El viceconsejero añadió que es “un sistema con el que todo el sector está familiarizado y permitirá dar respuesta a las empresas desmotadoras andaluzas, que ven como cada vez más se les solicita la marca BCI en los mercados internacionales”.
Andalucía, líder en la producción algodonera Andalucía es prácticamente la única región productora en el ámbito nacional, con una superficie de entre 55.000 y 68.000 hectáreas (dependiendo del año) distribuidas principalmente entre Sevilla y Cádiz, también hay en Jaén, Córdoba y Huelva.
En la UE sólo se cultiva algodón en España y Grecia. Más del 80% de la producción es régimen de PI (46.206 hectáreas) a las que se suman, 58 hectáreas en ecológico. En el sector existe una clara vocación exportadora en concreto es el 94% de la producción de fibra de algodón la que se lleva a otros países.
En la campaña actual, hasta junio se han exportado 61.689 toneladas por un valor de 126 millones de euros. En cuanto al régimen de ayudas en la PAC, mantiene una ayuda específica en virtud del acuerdo de adhesión de Grecia y España en la UE, con presupuesto específico y, respecto a la ayuda agroambiental, se ha solicitado en 36.482 hectáreas lo que supone el 70% del total de superficie.
Flexibilizan los requisitos para las ayudas
El Gobierno andaluz ha reducido los rendimientos mínimos exigidos para el pago de la ayuda específica al cultivo del algodón de la Política Agraria Común (PAC) como consecuencia de las condiciones climáticas excepcionales registradas en la campaña 2022-2023.
El Gobierno andaluz ha decidido eximir del cumplimiento del rendimiento mínimo al algodón de secano y reducir a 500 kilogramos por hectáreas en los casos de las fincas de regadío.
Los estudios ponen de manifiesto, que la sequía ha provocado una importante reducción de las dotaciones de riego disponibles para el cultivo de algodón en Andalucía.
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