Abastecimiento y desalojo de aguas en la Algeciras musulmana

ALGECIRAS MUSULMANA Y CRISTIANA (SS. VIII-XIV)

Capítulo 23. En los siglos XII, XIII y XIV unas cloacas recorrían la ciudad desde la zona alta y áulica hasta el mar, el río y el foso hasta extramuros

Bóveda del pozo de noria de época musulmana existente en los jardines del Hotel Reina Cristina de Algeciras.
Bóveda del pozo de noria de época musulmana existente en los jardines del Hotel Reina Cristina de Algeciras. / E.S.
Antonio Torremocha - Doctor en Historia Medieval

07 de septiembre 2019 - 06:00

En el transcurso de las intervenciones arqueológicas realizadas en la ciudad se han exhumado numerosos testimonios del sistema de abastecimiento de agua potable y de la red de saneamiento –atarjeas, albellones y cloacas– con que contó la ciudad entre los siglos XI y XIV, lo que ha permitido avanzar en el conocimiento del abastecimiento hídrico y de la red de saneamiento de esta ciudad andalusí en los cuatro siglos últimos de su existencia como enclave musulmán. Lo primero que se ha podido detectar es que la topografía y las condiciones edafológicas del terreno sobre el que se asienta Algeciras (con abundantes veneros de agua) y el régimen de precipitaciones, así como la cercanía del río de la Miel, condicionaron el establecimiento de un sistema de abastecimiento de agua potable para dotar del preciado líquido a los edificios públicos y privados de la ciudad.

Para el abastecimiento de agua a la ciudad se emplearon tres procedimientos diferentes: la zona baja se surtió de agua por medio de una de las acequias provenientes del curso medio del río que regaban las huerta de la vega, movían varios molinos harineros y que se prolongaba hasta entrar en la zona intramuros a través de la muralla a la altura de la confluencia de las actuales calles Benito Pérez Galdós y Emilio Castelar, a una cota de 12 metros sobre el nivel del mar. Es probable que esta acequia pueda relacionarse con las palabras de al-Himyarí (siglo XIV) cuando refiere que “…este río (el Wadi l-‘asal) proporciona agua potable a los habitantes de Algeciras…” Con este aporte de aguas, que debía verter en un aljibe público situado en las cercanías –hasta el momento no localizado– era abastecida toda la zona baja situada por debajo de la cota de dicho aljibe: mezquitas, baños, casas de abluciones, fuentes públicas, las atarazanas y algunas casas particulares). Como el abastecimiento para las edificaciones ubicadas en la meseta (cota de 22-23 m) y las laderas (cotas de 23 a 39 m) no era posible mediante la construcción de acequias, se usó otro procedimiento que era aprovechar la riqueza hídrica del subsuelo y el nivel freático de la zona. Se han localizado varios pozos en el transcurso de excavaciones realizadas en ámbitos domésticos y en edificios públicos (baños).

En el solar de la calle Muñoz Cobos, esquina con calle Rocha, donde se exhumó, entre 1997 y 1998, parte de unos baños, se excavó un pozo de noria cuya agua serviría para abastecer dicho establecimiento. En el recinto sur se han documentado dos pozos de noria: uno en los jardines del Hotel Reina Cristina, que se conserva casi intacto, con bóveda constituida por grandes ladrillos de clara factura musulmana. En un plano militar de 1761 aparece este pozo acompañado de una nota que dice: “noria de la antigüedad inagotable”. En el mismo plano se representa un segundo pozo en la actual calle Alexander Henderson cerca de un edificio identificado como unos baños y una nota que dice: “noria que conducía el agua a los baños”. Pozos de agua potable en patios de viviendas se han localizado en las excavaciones realizadas en el solar de la calle Segismundo Moret, esquina con calle Teniente Riera (tres pozos de los siglos XII-XIII); en el solar número 21-23 de la calle José Román (dos pozos, también del siglo XIII); en el patio excavado en el solar 11-13 de la calle Las Huertas. El procedimiento, de uso muy frecuente en ciudades y fortalezas musulmanas, como era la construcción de aljibes para recoger el agua de lluvia no se ha documentado hasta el momento en al-Yazira al-Jadrá.

Salida de una de las cloacas de la Algeciras musulmana localizada en la escarpa del foso defensivo (Prolongación de la Avenida Blas Infante).
Salida de una de las cloacas de la Algeciras musulmana localizada en la escarpa del foso defensivo (Prolongación de la Avenida Blas Infante). / E.S.

En lo que se refiere al sistema de saneamiento de la ciudad, las intervenciones arqueológicas han aportado suficientes datos como para poder tener una idea bastante aproximada de cómo era la red pública de desalojo de aguas pluviales y residuales de la ciudad en los siglos XII, XIII y XIV, muy semejante, por otra parte, al documentado en otras ciudades musulmanas como Córdoba, Málaga, Lérida, Sevilla o Ceuta.

Los abundantes datos obtenidos nos permiten asegurar que en al-Yazira al-Jadrá existía una compleja red de alcantarillas a dos niveles: uno primario, privado y cercano a las viviendas, y otro público constituido por canalizaciones que discurrían por debajo de algunas calles y que iban a desembocar en dos grandes albellones o cloacas, una que discurría en sentido Norte-Sur entre el foso de la Prolongación de la Avenida Blas Infante y el río de la Miel, y otra que bajaba desde la zona alta, donde se hallaban el alcázar y, probablemente, la mezquita aljama, y siguiendo la actual calle Rocha, pasaba junto a los baños localizados en dicha calle, y desembocaba en el acantilado donde hoy se halla el aparcamiento de La Escalinata.

A modo de hipótesis podemos señalar que en la Algeciras de los siglos XII, XIII y XIV unas cloacas, con unas dimensiones aproximadas de 1,65 m. de altura por 0,85 metros de anchura, recorrían la ciudad desde la zona alta y áulica hasta el mar, el río y el foso para recoger las aguas residuales y pluviales producidas por las viviendas particulares, palacios, mezquitas, casas de abluciones y baños, y conducirlas hasta la zona extramuros.

En el transcurso de la excavación de los restos de los baños hallados en la calle Rocha se documentó la red de canalizaciones que poseía este edificio para desalojar las aguas sucias hasta la cloaca principal que bajaba por el centro de la citada calle. En el ángulo noroeste de los baños se localizó la canalización de salida, construida con una base de mortero recubierta por una estructura de madera y paredes de ladrillos. El tramo de la canalización situado en el subsuelo de los baños remataba en una elegante bóveda de medio punto de ladrillos, mientras que el sector ubicado extramuros, hasta llegar a la cloaca principal, se cubría con grandes lajas de piedra.

Las atarjeas domésticas se originaban en las letrinas o en los patios de las viviendas e iban a desaguar en las alcantarillas públicas que discurrían, bien por el centro de las calles, bien por sus laterales, cerca de las fachadas, como en la casa exhumada en el número 4 de la calle General Castaños.

En algunos casos, probablemente por no hallarse cercana una de las alcantarillas principales, las aguas sucias procedentes de la letrina de la vivienda eran depositadas en un pozo negro que se localizada en la calle. Este procedimiento de desalojo de aguas residuales, bien documentado en otras ciudades de al-Andalus y el Norte de África, se ha observado en la casa excavada en el número 11-13 de la calle de Las Huertas. Atarjeas situadas en el subsuelo de viviendas datadas entre los siglos XII y XIV han sido halladas en las excavaciones de estructuras domésticas realizadas en el nº 10 de la calle Muñoz Cobos; en la excavación de la Plaza del Coral y en la casas excavadas en los números 18 y 20 de la calle General Castaños (datada en el siglo XI).

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