Religión
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Algeciras musulmana y cristiana (SS. VIII-XIV)

Capítulo 1

El desembarco árabe-bereber y la fundación de Al-Yazira al-Jadrá

La Isla Verde en una fotografía tomada por G. W. Wilson entre 1872 y 1880. Los árabe-bereberes que desembarcaron en la primavera del año 711 la llamaron isla de Umm Hakim. / E.S.
Antonio Torremocha Silva - Historiador

06 de abril 2019 - 06:00

No cabe duda de que la convulsa evolución histórica de Algeciras y sus períodos de auge y decadencia -fue arrasada por los normandos en el año 859 y los bereberes de Sulaymán al-Musta‘in en el año 1011 y acabó destruida y borrada del mapa por los nazaríes en torno al año 1379- evidencian tanto la importancia estratégica que tenía la ciudad, por su situación portuaria, para sus poseedores y para aquellos que ambicionaban dominarla, como sus frecuentes crisis de inestabilidad política y militar. Esto provocó que fuera asediada en numerosa ocasiones y, al cabo, destruida y abandonada.

Después de largas y fecundos períodos de auge y desarrollo demográfico, económico y cultural durante el Califato y las etapas Almorávide y Almohade le llegó la hora de la desaparición como enclave urbano: la última y definitiva destrucción la sufrió la ciudad en torno a 1379, cuando el sultán Muhammad V de Granada la mandó destruir, quedando la ciudad y su término despoblados hasta el año 1704, cuando comenzó a resurgir con vecinos llegados de Gibraltar.

Desde la antigüedad, la fundación de una nueva ciudad debía responder a determinados condicionantes físicos de tipo edafológicos, orográficos, climáticos e hidrológicos, así como a planteamientos ideológicos y estratégicos que sus fundadores procuraban conocer y verificar antes de iniciar las obras de construcción de la nueva urbe.

Ibn Jaldún (siglo XIV) refiere que para fundar una ciudad era necesario elegir un lugar donde el aire fuera puro y no propenso a las enfermedades y que se precisaba atender a varias cuestiones: en primer lugar el agua, pues la ciudad debía estar ubicada sobre la ribera de un río o en las proximidades de varios manantiales puros y abundantes. Para que esté al abrigo de sorpresas -escribe el famoso sociólogo e historiador- debe poseer un cerco de murallas que rodee el conjunto de las casas y ocupar un punto invulnerable y elevado sobre una península de mar o de un río. Debe tener cerca terrenos apropiados para el cultivo y contar en sus inmediaciones con un bosque donde puedan sus habitantes proveerse de leña y de vigas para las construcciones…

Al-Yazira al-Jadrá (la Isla o Península Verde) fue fundada por el gobernador del Norte de África, Musà ben Nusayr, junto a la ciudad yerma de Iulia Traducta, en la primavera del año 712.

Éste eligió la cumbre y la ladera de una península situada entre el río, que luego se llamó wadi al-‘Asal, (Río de la Miel) y la línea de costa, en el lugar donde, un año antes, había desembarcado y establecido su campamento el caudillo bereber Tariq ben Ziyad, cumpliéndose las premisas expuestas por Ibn Jaldún: fácil defensa, existencia de tierras de cultivo (fértil y extensa vega del río y amplios espacios para la siembra de cereales panificables), bosques cercanos, asentamiento elevado y saludable, abrigado puerto, etc.

Aunque algunos autores árabes aseguran que la ciudad que luego se conoció como Algeciras era un enclave habitado a la llegada de los árabe-bereberes en el 711, lo cierto es que, como ha demostrado la arqueología, cuando Tariq estableció su campamento expedicionario donde luego se erigiría la ciudad de al-Yazira al-Jadrá, lo hizo ocupando una colina situada al norte del río, rodeada por éste, frente a las ruinas de la antigua ciudad romana de Iulia Traducta, ya abandonada, o sólo usada como reducido y ocasional enclave portuario.

Felús. Moneda de cobre de tiempos de la conquista musulmana hallado en Algeciras (Museo Municipal). / E.S.

El Dikr (siglos XIV-XV) se refiere a Algeciras diciendo que era una ciudad fundada en la antigüedad por los primitivos habitantes de al-Andalus. Según al-Zuhri (siglo XII) fue erigida por los godos, aunque se dice que antes fue fundada por los griegos, quienes se establecieron allí en tiempos de Abraham. Los Ajbar Machmu‘a (siglo XI) dicen que una vez desembarcado Tarif Abu Zur‘a en Tarifa, en el año 710, se dirigió en algara contra Algeciras; hizo muchos cautivos, como ni Musà ni sus compañeros los habían visto semejantes, recogió mucho botín y regresó sano y salvo a Ceuta. Al-Maqqari (siglo XVII) repite el mismo texto, pero añade que, según otros (cronistas), entró Abu Zur‘a con tres mil hombres y dirigiéndose hacia Algeciras, sus habitantes huyeron de ella. Casi toda la incendiaron, quemando una iglesia grande que tenían, cogieron unos pocos prisioneros, mataron a otros y se volvieron a Ceuta. Ibn ‘Idari (siglo XII) refiere que cuando Tariq ben Ziyad desembarcó en Hispania, había a la sazón a la falda del monte (de Gibraltar) vigías de Algecira al-Jadrá. Al-Maqqari da por cierto que Algeciras era una ciudad con actividad portuaria cuando fue tomada por Tariq en el 711. Refiere este cronista que Tariq escribió a Musà pidiéndole tropas y poniendo en su conocimiento que había conquistado Algeciras, puerto de España, y dominado el paso del Estrecho.

Es muy probable que estos relatos, que se refieren a hechos muy lejanos en el tiempo, estén idealizados y manipulados por estos cronistas tardíos y que lo cierto sea que Tariq no encontrara sino un pequeño puerto escasamente habitado en el curso bajo del río de la Miel cuando desembarcó con sus tropas en Gibraltar en la primavera del año 711. Ibn Ibn Abd al-Hakam (siglo IX) escribe que Tariq se puso en marcha (desde Gibraltar), pasó un puente que llevaba de la Montaña a una población llamada Qartayyana (Carteia) y siguiendo en dirección a Córdoba pasó cerca de una isla (Isla Verde) en la cual dejó a su joven esclava Umm Hakim con algunos de sus guerreros. “Esta isla, desde entonces, es conocida con el nombre de Yazira Umm Hakim”.

No cabe duda de que, el acto fundacional de la primera ciudad musulmana erigida en la Península Ibérica, Algeciras, se llevó a cabo en el verano del año 712. Una vez desembarcado Musà en la costa de España, en el lugar donde había instalado Tariq su campamento y antes de partir con su ejército hacia el interior para encontrarse con el general bereber en Toledo, reunió todas las banderas de los comandantes árabes en una asamblea que no se disolvió sin antes haber señalado el trazado fundacional (tajtit), escogiéndolo para construir una mezquita. En opinión del profesor Pedro Chalmeta, el trazado y la fundación de una mezquita, como primera acción de Musà al pisar tierra española, representa el acta fundacional de al-Yazira al-Jadrá. Aquella mezquita se llamó Mezquita de las Banderas en recuerdo de aquel acontecimiento y aún estaba en uso en el siglo XIII, cuando es citada por varios cronistas de esa época.

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