El Área de Partos del Hospital Punta de Europa se convierte en un "hotel" de lujo
Sanidad
Las arquitectas Marta Parra y Ángela Müller aprovecharon sus experiencias como madres para crear un espacio acogedor para las parturientas en el centro sanitario algecireño
"No podemos cuidar lo suficiente ese momento de llegar a la vida", aseguran
Toñi ingresó en el Área de Partos del Hospital Universitario Punta de Europa de Algeciras la madrugada del 11 de octubre. Horas después, llegaba al mundo su primer hijo, Daniel. “Entrar en aquella habitación donde di a luz fue como llegar a otro mundo”, explica Toñi aún emocionada. Nada le recordaba a un hospital. “Hasta que no estás allí, no te lo puedes imaginar. Las habitaciones, además de cómodas, están decoradas con un gusto exquisito”, añade la madre de Daniel. Da la impresión que no habla sobre un paritorio, sino sobre un hotel de lujo. “Lo vi todo tan bonito que, cuando salí, me dije: volvería a parir ahora mismo”, declara con convicción antes de destacar también la calidad del equipo profesional que la atendió.
La madrugada del 13 de mayo, en el mismo lugar, nació Edu, el primogénito de María. Reconoce que llegó al Punta de Europa con miedo por los comentarios que le habían trasladado mujeres mayores que ella. “Me decían que no me quejara del dolor al ingresar en el hospital porque a ésas las trataban peor”. Y afligida por las contracciones llegó a Urgencias desde donde la redirigieron al Área de Partos. Le sorprendió entonces el gran tamaño, la limpieza y la intimidad de las habitaciones. Aquel espacio la tranquilizó. “Si te soy sincera, me esperaba un quirófano. No podía imaginar que iba a dar a luz en un lugar tan bonito”, cuenta María con gratitud. “Una matrona encantadora me dijo que, si en algún momento de la vida había que quejarse de dolor, era en un parto”, borrando así sus temores.
Otra María está embarazada de seis meses. Carlota será su primera hija. “Me gusta ese nombre y creo que, por primera vez en mi vida, no voy a pedirle opinión a nadie. Quiero llamarla así”, bromea María sobre sus problemas de inseguridad. En cambio, tiene muy claro cómo quiere que sea el alumbramiento de Carlota. “Quiero intimidad, como si estuviera en un hotel. Si tuviera un tumor o cualquier enfermedad complicada, me darían igual las infraestructuras y elegiría el lugar que contara con el mejor equipo médico. Pero no considero que un parto sea una enfermedad, por eso quiero lujos”. María aclara a continuación: “Me causa pavor la idea de alumbrar en una habitación compartida. Prefiero estar sola y tranquila”. Sabe de lo que habla. Hace dos años sufrió un aborto natural y, en el hospital, coincidió en la habitación con una desconocida que, según María, “su destino final también sería abortar porque tenía un embarazo fuera de útero. Me pareció horrible que viera en mí lo que le sucedería a ella poco después”.
El alumbramiento del proyecto Parra-Müller
El Ministerio de Sanidad publicó en 2018 la Estrategia de Atención al Parto Normal, cuyo objetivo sustancial era mejorar los aspectos de calidez, participación y protagonismo de las mujeres en el proceso del parto, sobre los que existía un sentimiento generalizado de necesidad de mejora. El documento supuso una fuente de inspiración para las arquitectas Ángela Müller y Marta Parra, quienes se nutrieron de su propia experiencia como madres para especializarse en diseñar maternidades, es decir, en mejorar los espacios donde las mujeres dan a luz. Su primer proyecto nació en el año 2012 y, recientemente, el Área de Partos del Hospital Universitario Punta de Europa de Algeciras, replanteado por ellas, ha ganado dos premios en los prestigiosos European Healtchcare Design Awards al mejor diseño arquitectónico de salud y bienestar.
“El paritorio tradicional no se ajusta para nada a las necesidades reales de una mujer de parto, su bebé y la persona que la acompaña -explica Ángela Müller-. Están pensados al revés, ideados para fijar a la mujer sobre una cama o un potro, entendiendo un parto como una extracción de bebé y a la madre como un contenedor de bebé, un objeto pasivo. Hasta que no rompamos con esa falsa creencia, no vamos a avanzar”, reclama la arquitecta austriaca en declaraciones a Europa Sur. Por eso, desde el estudio Parra-Müller intentan ofrecer un espacio único para la mujer y su familia, donde encuentran lo que necesitan para dar a luz y donde, a la vez, se sienten a gusto en un ambiente des-hospitalizado que, sin restar en seguridad, rompe con la estética conocida e institucionalizada de un hospital.
Las arquitectas explican de qué manera el “ruido visual” puede llegar a afectar a una futura madre dentro de un paritorio. “El ruido visual en una sala de parto puede ser, por ejemplo, papeles en la pared donde figuran instrucciones para situaciones de emergencia, una estantería llena de instrumentos para la extracción de bebés en caso de complicaciones graves o una incubadora al lado de la cama puesta allí por si acaso”. Cuentan Parra y Müller que esos elementos generan en la mujer una sensación de inseguridad y de pérdida de control que, a su vez, afecta directamente en el alumbramiento.
Antes de empezar a diseñar la sala de parto ideal, ambas profesionales lanzaron por redes sociales un mensaje donde pedían que otras mujeres arquitectas e ingenieras les relataran sus experiencias. “Nos sorprendieron muchos relatos, tanto para bien como para mal, por ejemplo, el de una parturienta que tuvo a su disposición una terraza privada en el hospital y cómo disfrutó del proceso gracias a ese espacio. O el de varias mujeres que presenciaron en directo su cesárea por un efecto espejo en la lámpara quirúrgica del techo. Hay muchos detalles en el entorno hospitalario que se pueden pasar por alto, pero que tienen un impacto altísimo”.
A partir de esa lluvia de ideas, empezaron a crear paritorios que se caracterizan, entre otros aspectos, por contar con luz y ventilación natural, un aseo-ducha, mobiliario funcional con materiales y colores agradables... En definitiva, por recrear el ambiente de una confortable habitación de hotel. “Preferimos que se asocien nuestras salas de parto con un hotel que con una cocina industrial o un quirófano. Lo entendemos como un cumplido porque así sabemos que hemos conseguido romper con la asociación de hospital, que es nuestra intención”, confirman las arquitectas, quienes rechazan que su proyecto pueda considerarse un lujo innecesario o un capricho.
“La manera de parir y nacer impacta a corto, medio y largo plazo, tanto a la madre, al bebé y a sus acompañantes. Pero existe otra razón de peso: no sale más caro construir una habitación como las que promovemos nosotras que un paritorio tradicional al uso. Por tanto, no tiene sentido seguir promoviendo paritorios que impiden realizar buenas prácticas”, zanjan Parra y Müller. “Recuerdo alguna mujer que nos confesó que le había dado pena porque su parto fue muy rápido y no le dio tiempo a disfrutar del espacio -detalla esta última-. También recuerdo otras que nos contaron lo importante que fue para ellas disponer de una habitación con aspecto normal, que les ofreció tantas cosas y les animó a moverse, y cómo podían sobrellevar el dolor de otra manera al estar en un espacio íntimo”.
La importancia del personal sanitario
En estas salas se puede atender cualquier parto vaginal, excepto una cesárea. “No son espacios para cuando todo vaya sobre ruedas. De hecho, cuanto más delicado es el embarazo y el alumbramiento, más tenemos que cuidarlo”, inciden estas dos socias. “También estamos trabajando para mejorar los quirófanos ya que, hoy en día, las mujeres suelen estar casi siempre despiertas durante las intervenciones quirúrgicas y perciben el entorno. Y lo mismo con otras áreas de maternidad, como las Unidades Neonatales”. Sostienen que las habitaciones que diseñan pueden reducir, incluso, la posibilidad de sufrir una cesárea.
“Ofrecemos alternativas para paliar el dolor de las contracciones, en consecuencia, se reduce el uso de la epidural y, por tanto, se evita que la mujer se desentienda de su parto y entre en una cadena de intervenciones de la que es difícil salir y que, a menudo, ciertamente terminan en una cesárea” aunque puntualizan que esto se consigue aunando un entorno adecuado con una asistencia médica actualizada. Precisamente, la media total de partos realizados mediante cesárea en España en 2020 fue del 24,23%, una cifra casi diez puntos por encima del 15% que recomienda la Organización Mundial de la Salud.
En este sentido, las arquitectas agradecen el trabajo y la implicación del personal del hospital Punta Europa de Algeciras, impulsados por la matrona Antonio Fernández Caballero, quien insistió en la necesidad de reformar el área de obstetricia y realizar la transformación necesaria para ofrecer una atención con garantías. Fue entonces cuando el estudio Parra-Müller en colaboración con Virai-Arquitectura presentó un proyecto innovador para adecuar los espacios antes existentes en el centro algecireño a las nuevas prácticas en la atención al parto normal. Este espacio incluye tres UTPRs o Unidades de Trabajo de Parto y Recuperación, una sala para bañera obstétrica, una consulta, monitores, un quirófano obstétrico y un área de reanimación central, además de diversos espacios para el personal: zona de trabajo, de descanso, de reunión, cuarto de guardia, vestuarios y aseos. “Necesitamos hablar del hospital como un entorno laboral en el que matronas y otros profesionales pasan muchas horas, días y noches de su vida. Conviene que sean entornos adecuados y agradables”, puntualiza Müller.
La supervisora del Área de Obstetricia del Punta Europa, Francisca Martín Ruiz, opina que este tipo de maternidades, "muy humanizadas", repercuten directamente en la buena evolución del parto. "Nuestros paritorios prácticamente no se habían reformado desde que se inauguró el hospital en 1978. Las habitaciones eran compartidas y sin ningún tipo de luz exterior. Esto ha sido un sueño hecho realidad", explica Martín. "Como matronas, gracias a estos nuevos espacios, también tenemos más libertad para ayudar a las mujeres a la hora de dar a luz. Las animamos a moverse, a utilizar las pelotas, a darse un baño...", argumenta la supervisora, quien añade que, eliminando el estrés de la embarazada, se acelera la dilatación y el parto.
"Trabajamos más felices. Ha sido un cambio abismal para todos". Francisca Martín también ha notado que, desde la reforma, más mujeres eligen el Punta Europa para tener a sus hijos. "Están viniendo embarazadas de otros puntos de la provincia porque, dentro de sus planes de parto se encuentra, por ejemplo, la hidroterapia, algo que nosotros ahora podemos ofrecer". La supervisora destaca también la labor que realiza el equipo de matronas, "son jóvenes y con muchas ganas de cambio. Estamos intentado ofrecer un one to one", es decir, una matrona por cada mujer de parto.
“Pues lo único que el hombre cumple en serio es nacer”, escribió Miguel de Unamuno. Por ello, qué menos que hacerlo en un lugar a la altura de las circunstancias.
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