Ayuntamiento y UCA planifican la residencia de estudiantes del antiguo asilo San José
Algeciras
Acciona Campus se interesa por la posible promoción del alojamiento universitario
El Campus Bahía de Algeciras tiene 700 estudiantes de fuera del Campo de Gibraltar
El antiguo asilo San José de Algeciras, emblemático edificio muy deteriorado, podría convertirse en un futuro próximo en un polo de actividad universitaria. El Ayuntamiento de Algeciras y la Universidad de Cádiz están avanzando en un proyecto esbozado hace algunos meses y que ahora se va definiendo: la conversión del asilo en una residencia universitaria. Un equipamiento muy necesario en una ciudad con una importante presencia de estudiantes de otros lugares: en el Campus Bahía de Algeciras hay unos 700 alumnos de fuera de la comarca.
El proyecto de contar con una gran residencia universitaria en la ciudad tiene varios lustros, pero no ha terminado de fructificar a pesar de haberle buscado distintas ubicaciones. Ahora, el proyecto pasa por emplear al menos una parte de la parcela del asilo, que es de titularidad municipal y cuenta con una superficie de 2.700 metros cuadrados, que permiten la edificabilidad hasta en cuatro alturas.
Las partes han encontrado una empresa que podría estar interesada en el desarrollo de la instalación, Acciona. La compañía de promoción y gestión de infraestructuras y energías renovables tiene una línea de negocio, Acciona Campus, dentro de la que tiene la concesión de cinco residencias universitarias en distintos puntos del país; actualmente está ejecutando obras de este tipo en Sevilla y Málaga. Y de ahí que podría estar interesada en la construcción y gestión de la de Algeciras, por ello ha mantenido hoy una reunión por videoconferencia con el Ayuntamiento y la Universidad para conocer los datos básicos del proyecto.
El alcalde, José Ignacio Landaluce, ha presidido esta mañana la reunión, en la que han participado la concejal delegada de Urbanismo, Yessica Rodríguez; la vicerrectora del Campus Bahía de Algeciras,María del Mar Cerbán; técnicos del Ayuntamiento y de la UCA, además de representantes de la empresa. Todas las partes han quedado emplazadas para mantener una nueva reunión telemática cuando la empresa tenga en su poder todos los datos, tanto urbanísticos como universitarios.
La residencia de estudiantes es vista desde la Universidad como un equipamiento básico para impulsar su presencia en la comarca. De los alrededor de 1.800 alumnos que tiene el Campus Bahía de Algeciras, 643 este curso tienen su domicilio familiar fuera del Campo de Gibraltar, 38 son alumnos internacionales y hay 16 Erasmus y similares, aunque esta última cifra va fluctuando a lo largo del curso. Enfermería, con una alta demanda, es la titulación con más presencia de alumnos de fuera de la comarca (hay estudiantes de todo el país), como también hay bastantes en Derecho. Y como remarcan fuentes universitarias, especialmente en el primer curso los estudiantes (sobre todo sus padres) suelen preferir una residencia como lugar de alojamiento.
La construcción de la residencia forma parte de un plan que prevé cambiar la estructura del Campus Bahía de Algeciras en paralelo al desarrollo de la Universidad Europea de los Mares, un proyecto comunitario que pondrá en conexión a 122.832 estudiantes de 68 facultades y escuelas en seis países.
Dentro de él se incluye el edificio que el Puerto de Algeciras edificará en el Llano Amarillo dentro de la remodelación de la fachada marítima de Algeciras. Ese edificio, que gestionaría la Universidad de Cádiz en régimen de concesión, albergará las actividades relacionadas con el conglomerado europeo y con el Puerto y se sumará a un centro portuario de innovación, el museo y centro de interpretación del Puerto de Algeciras y un auditorio. Todo el conjunto estará rodeado de zonas ajardinadas, equipamientos deportivos (se reserva sitio para el club de piragüismo) y un auditorio al aire libre.
Más de un siglo de historia
El Libro de Actas Capitulares del Ayuntamiento de Algeciras recoge que en la sesión del 8 de septiembre de 1905 se aprobó la colocación de la primera piedra del asilo. No fue hasta 1914, sin embargo, cuando comenzó a funcionar, regentado por las Hermanas de los Ancianos Desamparados. Al inmueble -en los altos del Calvario y diseño de William Thomson, también el arquitecto del hotel Anglo-Hispano- se trasladaron las hermanas desde el antiguo hogar de la calle Sol.
Con posterioridad el edificio fue objeto de sucesivas ampliaciones y en sus últimos días la residencia acogía a más de 150 ancianos. En 1999 el asilo pasó a propiedad municipal tras un convenio con la congregación. En contraprestación la ciudad cedió a las religiosas el terreno de San García donde se construyó el nuevo.
El tiempo no perdonó a la piedra y a comienzos del mes de noviembre de 2010 los técnicos municipales aconsejaron la clausura del edificio por no reunir las condiciones de habitabilidad mínimas. Dentro mantenían su sede la tertulia cofrade La Levantá y la Asociación de Belenistas. El inmueble se cerró y el Consistorio realizó los trabajos oportunos para garantizar la seguridad de la construcción.
Lo que resistió del edificio fueron sus alas, pero porque fueron restauradas. En una de ellas sigue la sede de la coordinadora Barrio Vivo. En la otra se instaló la Escuela de Turismo y Trabajo Social y, después de unas nuevas obras, la sede de la Escuela Oficial de Idiomas, que aún está allí.
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