Los drones introducen drogas y objetos prohibidos en la cárcel de Botafuegos

La introducción de objetos prohibidos y drogas en las cárceles no es ninguna novedad. Esta práctica ha ido cambiando a lo largo de los años con nuevos mecanismos y nuevas estrategias acordes a los tiempos que vivimos. Ahora, con el auge de los drones, este aparato ha tomado protagonismo y se ha convertido en un nuevo "rival" para los funcionarios de Botafuegos, la prisión de Algeciras.

Recientemente los trabajadores del centro penitenciario han descubierto 2 teléfonos móviles, cables de conexión y 30 gramos de hachís, además de materiales como cuerdas y ganchos empleados en una entrega fallida mediante un dron.

"Los drones vuelan con asiduidad las cárceles españolas y suponen un riesgo al portar objetos prohibidos, entre los que pueden encontrarse algunos peligrosos que pueden poner en riesgo la vida tanto de los funcionarios como de los internos", informó la sección sindical de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) en Algeciras al secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, durante su última visita a Botafuegos.

Ortiz señaló que “hay un proyecto piloto que se quiere implantar en el

penal de Ceuta”, algo que sorprendió al sindicato, puesto que que hay 80 prisiones más: "¿Y para cuándo las más de 80 prisiones restantes? ¿Habrá que esperar que ocurra alguna desgracia de imposible reparación?".

Actualmente, a pesar de que el secretario conoce la problemática del nuevo modus operandi para introducir objetos prohibidos en el interior de los establecimientos penitenciarios españoles, "a corto plazo no hay plan de choque alguno y se requieren soluciones para todas las cárceles españolas ya”.

"Es desolador para una institución como es la penitenciaria, que presta un servicio público tan esencial como es la retención y custodia de las personas privadas de libertad, mantenga al frente de las prisiones españolas", en referencia a Ortiz, "a un responsable que muestra día tras día su incapacidad para resolver los problemas que sacuden las prisiones españolas", concluye Acaip.