Calles de Algeciras y sus diferentes nombres (II)

La actual plaza de Ntra. Sra. de la Palma, en el siglo XVIII se denominó Plaza Baja. En esta gran explanada que fue en tiempos remotos una ensenada, la cual se fue colmatando a lo largo de los siglos, se configuró una plaza, dentro de la cual, en 1819 se construyó el primitivo mercado de abastos, sustituido en 1935 por el actual, obra del ingeniero Torroja. La otra plaza del sector bajo es la de Juan de Lima, llamada así en memoria del gran benefactor de la ciudad, que promovió la construcción del hospital y de la capilla de la Caridad. Primitivamente recibió el nombre de plaza de la Caridad. Por esta zona se hallaba en la Edad Media la puerta de Tarifa, abierta en el recinto amurallado.

La calle Cristóbal Colón, en 1857 se llamó calle Larga y en 1917, General Lobo, contraalmirante que luchó contra la insurrección cantonal de Cartagena, en 1873. Esta calle, de gran pendiente en el tramo entre las calles General Castaños y Ventura Morón, une el barrio de la Caridad, o centro bajo, con el centro alto. Discurría entre la calle Ángel y la calle Ancha. Actualmente se halla dividida en cuatro sectores con diferentes denominaciones. El tramo comprendido entre la calle Ancha (Regino Martínez) y la calle Jerez (Ventura Morón) recibe la denominación de Muñoz Cobo, en honor al que fuera Gobernador Militar; en 1931 se llamó del General Torrijos, militar liberal que se pronunció contra el absolutismo de Fernando VII y murió fusilado en 1831. En esta calle se encontraba el Gobierno Militar hasta 1918. Después fue sede de la Comandancia de Ingenieros Militares hasta su cierre. También estaba el colegio de parvulitos, conocido como "el de los marineritos" y la sede de la peña de aficionados a la pesca “El Mero”.

El tramo de absoluta pendiente se llamó Cristóbal Colón, navegante que descubrió oficialmente el continente americano. En este tramo se encontraba el bar “El Racimo de Oro”, la sede de la emisora de Radio Algeciras, la fábrica de fideos de Ottone, que incluso fabricó tabletas de chocolate con la marca Sissi, la farmacia de Guerra, la tienda de muebles Piné, la imprenta La Española, la tienda El Siglo XX, el bar La Verdad y la tienda de Julio Pérez entre otros establecimientos. También estuvo la sede del consulado belga. Era una calle que lucía unos elegantes edificios de estilo tardo barroco, la mayoría desaparecidos. El tercer tramo, entre las calles Emilio Castelar y Tarifa, recibió el nombre de Emilio Santacana, alcalde de Algeciras durante la Conferencia de 1906 y autor del libro “La antigua y moderna Algeciras”. En esta calle se encontraban la ferretería el Martillo, la tienda de tejidos Millán y el bar “La cabeza del toro”, entre otros establecimientos. Todavía se mantiene abierta una de las farmacias más antiguas de nuestra ciudad, la de Almagro.

El cuarto sector, totalmente llano, se denominó Monet, en honor al Mariscal de Campo don Antonio Monet del Barrio, Gobernador militar en el primer tercio del siglo XIX, el cual promovió la red de alcantarillado en Algeciras. En ella abrían sus puertas la droguería Trelles, Tejidos Martín y la cafetería La Puerta del Sol, entre otros establecimientos.

La calle Prim, otra que conecta el centro bajo con el alto, recibió este nombre en 1904 por el General Juan Prim, conde de Reus y marqués de Castillejos. Se distinguió en la guerra de África y fue, junto al almirante Topete y el General Serrano, el que llevó a cabo la Revolución de 1868, La Gloriosa, contra Isabel II. Preparó la llegada del rey Amadeo de Saboya. Murió asesinado. Esta calle era conocida como de la Torrecilla anteriormente y tras la Guerra Civil se tituló General Mola, llamado “el director”, uno de los jefes de la sublevación de julio de 1936. En esta calle se encontraban las sedes de la compañía de electricidad "La Sevillana" y de la telefónica; entre los comercios cabe citar la sombrerería “El Sevillano”, la sastrería Saavedra, la óptica Ansón y la librería Nogue. En la esquina con la calle Teniente Serra se levantaba el edificio del pósito, del siglo XVIII, que luego fue teatro en 1916 y posteriormente clínica de la Cruz Roja. Se demolió y ahora se encuentra el edifico del Hogar del Pensionista.

La muy empinada calle Rafael de Muro, titulada así en 1906, en memoria del que fuera alcalde de Algeciras, don Rafael de Muro y Joaristi, a finales del siglo XIX, se llamó primitivamente Sacramento. Entre los establecimientos que se encontraban allí cabe citar la casa de la tía Anica, una bodega, la tienda de Hidalgo y la primera sede de la Escuela de Artes. La actual calle Teniente Serra recibió este nombre en memoria del militar héroe de la Guerra en África en 1920. En 1736 se había denominado con el curioso nombre "del Mudo”, en 1789 se rotuló con el nombre de calle de la Cruz y en 1857, como del Correo Viejo. En esta calle estuvo primeramente la tienda de modas Bastri.

La calle Real, llamada así por una antiquísima cañada real que discurría por esta zona, una de las vías más antiguas de Algeciras, unía las plazas Baja y Alta. A toda la calle se la rotuló con el nombre de Cánovas del Castillo, el político que instauró el Régimen de la Restauración, con el rey Alfonso XII, y que murió asesinado por un anarquista en 1897. Consta de dos tramos: uno de pronunciada pendiente hasta la confluencia con la calle Rafael de Muro (plazuela del Sacramento), y otro llano, hasta la plaza Alta. El primero mantuvo el nombre de Cánovas del Castillo; el segundo tramo hasta la plaza Alta recibió el nombre de Eduardo Dato en 1930 y tras la contienda civil se rotuló como calle José Antonio, fundador de la Falange Española, ejecutado en la prisión de Alicante en 1936. Se le llamó prolongación de la calle Real. Actualmente se la denomina calle de Radio Algeciras.

Otra de las calles que enlaza el sector bajo del casco antiguo de la ciudad con el alto es la calle Juan Morrison (John Morrison), de procedencia escocesa, fue delegado de la compañía de los barcos que unían Algeciras con Gibraltar y además del ferrocarril Algeciras -Bobadilla y administrador del hotel Reina María Cristina. La parte más alta se denominó Granero o Granadero en 1789 y en 1857 era conocida como calle Alta. En esta calle se encontraban los comercios de José Adrada, la librería San Marcos y la mercería de Amada, entre otros. En la parte alta, antes sin circulación de vehículos, se hallaba la academia Silva. Esta calle tiene su continuación natural hacia el Norte, hasta la avenida del Calvario; el tramo desde la calle Ventura Morón-Ruiz Tagle recibió el nombre de calle Sevilla y ya en 1857 figuraba con este topónimo. En 1912 se denominó General Bazán, que fue Gobernador militar; pero en 1931 se llamó de Pablo Iglesias, fundador del PSOE. En los años ochenta, se abrió la plaza Neda, alusiva a la ciudad gallega que colaboró en la conquista de Algeciras en 1344, junto a la calle Buen Aire, en el solar donde antaño se hallaba el cine de verano SEVILLA.

La calle San Juan ya se llamaba así en 1857, en ella se encontraba la comisaría de Cuerpo General de Policía. Perpendicular a esta vía se encuentra un pequeño callejón sin salida, que recibe el nombre de Anchera o Anghera, corrupción del nombre de origen árabe Anyera, por alusión al enfrentamiento entre las tropas españolas destacadas en Ceuta y la tribu rifeña de este apelativo, en 1859, durante la batalla de los Castillejos. En aquella confrontación, las tropas españolas habían partido de Algeciras. El callejón Catana, que era originalmente muy estrecho, se ensanchó al demolerse unas casitas bajas que formaban parte del colegio de la Inmaculada Concepción. Se supone que este nombre proviene de un hipocorístico de Catalina.

La calle Teniente Miranda es la más larga del casco antiguo de Algeciras, discurre entre la actual plaza de Andalucía y la plazuela de Juan de Lima. Antaño se la conocía por el nombre de calle Nueva. En 1857 figura como calle del Matadero, llamada así porque era el camino por el que se trasladaban los toros desde la plaza de toros hasta el matadero, sito junto al río de la Miel. Se la llamó posteriormente Teniente Miranda, y luego Teniente Farmacéutico Miranda, en recuerdo de otro militar muerto en la guerra de África. En 1900 se la denominó de la Caridad, seguramente en su parte baja, junto al hospital del mismo nombre. El callejón de Escopeteros recibía el nombre de San José en el 1736, pero ya se denominaba así en 1857, parece ser porque en este callejón se encontraba el portalón trasero del antiguo cuartel de Escopeteros, cuya puerta principal se situaba en la calle Carretas, edificio que décadas después fue ocupado por la Guardia Civil. Por ese portalón entraban y salían los caballos que no cabían por la citada puerta principal.

La calle General Castaños recibe este nombre en honor del gran héroe de la Guerra de Independencia y gran benefactor de nuestra ciudad. Trasladó la Comandancia Militar desde San Roque a nuestra ciudad en 1804 -lo que jamás le han perdonado los sanroqueños-; además diseñó la urbanización de la plaza Alta. Vivió en una bonita casa de estilo tardo barroco en esta calle, desgraciadamente desaparecida. Esta calle era otra, junto a la de Calle Colón, que mostraba varios edificios de la incipiente burguesía algecireña, de gran belleza. Su nombre tradicional era el de calle Carretas en el tramo entre la calle Alta y el Secano. Este topónimo se debe a que por esta vía tenían acceso las carretas, que no podían acceder por la desaparecida puerta de Jerez, hacia el interior de la población. Entre los comercios que allí se encontraban destacaban el distinguido Bazar Fillol, la imprenta Roca y las tiendas de Roldán y de Santos. Esta calle consta de diferentes tramos que no guardan linealidad.

La calle Bailén, que antiguamente se denominó de las Damas, recibió el nombre actual en recuerdo de la batalla librada en esta ciudad jiennense entre las tropas del General Castaños y las del general francés Dupont, en la Guerra de Independencia en 1808, que se saldó con la victoria del bando español.

Una vez hemos ascendido desde la zona baja del casco antiguo, nos situamos en la planicie que discurre hacia el Norte, con una ligera pendiente en algunas de sus calles. La plaza Alta, también diseñada, como la Baja, por el marqués de Verboom, cambió de nombre en varias etapas históricas de nuestra ciudad, reflejando en devenir de los acontecimientos políticos de nuestro país. En el siglo XVIII se la llamó plaza Alta; a principios del siglo XIX, del Almirante, en honor al valido del rey Carlos IV, Manuel Godoy; posteriormente se denominó de la Constitución, en referencia a la de 1812. En 1857 volvió a conocerse como plaza Alta, para cambiar de nombre al proclamarse la II República, de tal manera que en 1931 se rotuló como plaza de la República. Tras la Guerra Civil fue denominada plaza del Generalísimo; con la llegada de la democracia de nuevo recuperó el tradicional nombre de plaza Alta, por el que siempre fue conocida por el pueblo. En esta plaza se encuentran dos edificios religiosos de enorme importancia: La iglesia de Ntra. Sra. de la Palma, la catedral “de iure” de nuestra ciudad, y la capilla de Ntra. Sra. de Europa, símbolo del renacer de Algeciras en el siglo XVIII.