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Capilla de Europa: 250 años de devoción continental

El templo celebra sus dos siglos y medio de vida tras la última reconstrucción

La advocación supone un nexo histórico entre las ciudades de Algeciras y Gibraltar

Capilla de Europa: 250 años de devoción continental / BAICANOSO
David Fernández Vega

11 de agosto 2019 - 06:03

Algeciras/La Plaza Alta de Algeciras alberga un pequeño tesoro del que no mucha gente conoce su historia. Una pequeña capilla que ha visto renacer y crecer la ciudad. Fue destruida, reconstruida, desmantelada y nuevamente reconstruida. Y tiene un vínculo inseparable con la ciudad de Gibraltar.

En medio del bullicio que acostumbra a abarrotar el centro de Algeciras, en mitad del camino hacia la concurrida Plaza de Abastos de la ciudad, rodeada de edificios más altos que ella y vigilada desde el otro lado de la Plaza Alta por la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma. Ahí se encuentra la Capilla de Nuestra Señora del Rosario de Europa. Un templo de reducido tamaño pero que ha vivido mucho y que esconde centenares de historias.

Cuando Algeciras renació ya estaba en ese lugar. Ha pasado por muchas manos a lo largo de los años y tras mucho ir y venir de personas, celebra en 2019 el 250 aniversario de su última reconstrucción, desde la cual ha cambiado un poco, pero ha mantenido lo que más valor arquitectónico le aporta, su portada. Pese a la importancia de la advocación de la Virgen de Europa en Algeciras, su origen está al otro lado de la Bahía de Algeciras, en la vecina Gibraltar, donde todo comenzó.

Historia

Año 1309. Fernando IV de Castilla conquista Gibraltar y expulsa a los musulmanes del Peñón, el cual llevaba en sus manos desde su llegada a la Península Ibérica en el año 711. Una vez recuperado, convierte la antigua mezquita de la ciudad en un santuario cristiano. En acción de gracias, dedica a la Virgen el continente europeo, del que toma el título de Nuestra Señora de Europa. La imagen original de la Virgen de Europa desapareció después de que los musulmanes volvieran a conquistar Gibraltar en 1333 y, cuando en 1462 se reconquistó el Peñón, se tuvo que encargar una nueva imagen, la cual se se venera en la actualidad tras algunas restauraciones.

Allí siguió la imagen hasta 1704, año en que, durante la guerra de sucesión española, las tropas anglo-holandesas capturaron Gibraltar y saquearon el Santuario, tirando por los acantilados la imagen al mar después de haberle cortado la cabeza. Los habitantes del Peñón se podían quedar bajo la condición de jurar lealtad al pretendiente Habsburgo al trono. De esta manera, muchos gibraltareños salieron de allí repartiéndose entre las tres capillas que había en la época: la de San Roque, la de San Isidro en Los Barrios y la de San Bernardo en Algeciras, según cuenta el profesor de la UNED y estudioso de la historia de Algeciras, José Juan Yborra. Fue este último templo donde acabó la talla cuyos pedazos alguien consiguió recoger.

La Capilla de San Bernardo era el nombre que recibe la actual Capilla de Europa ya que por entonces estaba consagrada al patrón de Algeciras. Según Yborra, la capilla ya debía encontrarse en la ciudad antes de ser repoblada pues, pese a la ausencia de documentación previa a la repoblación, sí que se encontraron unos restos de cuerpos en la zona de la fachada norte de la capilla, por lo que la población se debía enterrar allí, lo que implicaba que habría un cura y un servicio que llevara a cabo las diferentes inhumaciones. En caso de no existir esa Capilla, los enterramientos se hubiesen realizado en Gibraltar, de ahí que el historiador apueste por su existencia previa. Esto va en línea con su teoría de que en la época previa a la repoblación, tras la toma de Gibraltar, ya había asentamientos relativamente importantes en Algeciras pese a que es habitual la creencia de que al quedar la ciudad prácticamente en ruinas tras su destrucción con Mohamed V, no quedó casi nadie viviendo en ella.

Desde el punto de vista artístico lo que más destaca de la capilla es su portada

Tras la repoblación de la ciudad, la imagen se mantuvo en el templo, al que en el XVIII se le cambió el nombre a Capilla de Europa. Antes de la reconstrucción tras el tristemente célebre terremoto de Lisboa, era un chozo, tal y como se refleja en algunos escritos de la época, con techo de caño y paredes de piedra. Tras los daños sufridos por el terremoto, se derribó el edificio y se construyó uno nuevo. Durante el proceso todos los bienes de la Capilla, incluida la imagen de la Virgen, fueron trasladados a la Iglesia de la Palma, construida años antes para dar cabida a todos los fieles de la ciudad.

En 1769 se termina la construcción, y desde entonces la Capilla, que se encontraba en el cortijo de los Gálvez, siguió alojando a la imagen hasta que en 1864 los gibraltareños consiguieron que la imagen volviese a su Santuario original, donde permanece desde entonces. Esto obligó a encargar en Algeciras otra imagen de Nuestra Señora del Rosario de Europa, nombre completo de la advocación.

El templo algecireño fue asaltado durante la República, en el año 1931 para después ser vendida a una familia que la arrendó a un carpintero. Se mantuvo como carpintería hasta la posguerra, cuando hubo un movimiento para recuperar la Capilla y devolverla al culto. Por ello se creó la Hermandad del Cristo Atado a la Columna, popularmente conocida como la Columna. Un proceso similar al llevado a cabo en la Capilla de San Isidro.

El edificio se empezó a resentir por la construcción de otro a su lado y por el derribo del edificio contiguo para conectar el paseo marítimo con la Plaza Alta. Esto provocó grietas que desplazaron a la Hermandad de Columna de la Capilla. Se hizo una reconstrucción de la misma casi íntegra, dejando poco más que la portada sin obrar. Sobre la situación previa a la reconstrucción última, José Juan Yborra relata cómo los ciudadanos se movieron para que se arreglara y que “ese momento de reivindicación vino a coincidir con el resurgir de la Semana Santa”, la cual estuvo Cerca de desaparecer.

Santuario de Nuestra Señora de Europa en Gibraltar / baicanoso

Arte

Desde el punto de vista artístico lo que más destaca de la Capilla, es su portada. Diseñada por Torcuato Cayón, entonces uno de los dos arquitectos de la diócesis de Cádiz, la portada se enmarca dentro del estilo barroco, aunque en una época final del mismo y ya enfilando el neoclasicismo que se instalaría definitivamente en los siguientes años. Según Rafael Ramos, profesor de Historia del Arte en la Universidad de Sevilla, su diseño es típico de la tradición constructiva hispana del momento y la ve “muy acertada”. Destaca de la misma las columnas apilastradas cuyos pedestales están girados 45º para dar sensacion de movimiento y su gran baquetón alrededor del dintel, propio del barroco gaditano.

La capilla al principio estuvo consagrada a San Bernardo, patrón de Algeciras

Yborra cuenta que es, probablemente, la mejor fachada de Torcuato Cayón, si bien tiene un problema, y es que está construida con arenisca de la sierra que rodea Algeciras, siendo esta una piedra muy erosionable y poco estable. Hasta ahora no ha sufrido grandes daños pero se aprecia como en algunos puntos donde ha sufrido algún golpe que la deteriorado. Aun así se mantiene firme pese a los años.

Se aprecian dos detalles actuales, como son la espadaña, obra de un artista algecireño a finales del XVIII y la imagen de San Bernardo que preside la puerta. Esta última lleva pocos años en la entrada y probablemente haya sido colocada en recuerdo al patrón de Algeciras, al que estaba dedicada la Capilla en sus inicios.

Del interior destacan las pinturas de la bóveda y el camarín de la Virgen que, en palabras de Yborra, “es una maravilla”.

En lo que a la estructura en general se refiere, su interior es “barroco, acogedor y con mayor presión sensorial a través de la arquitectura y las yeserías y pinturas en las bóvedas además de los retablos laterales con las imágenes procesionales”, explica Rafael Ramos.

En cuanto a la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Europa, Ramos destaca que es una imagen con un rostro típico del siglo XVIII, siendo al mismo aniñado y muy dulce. Respecto a la gibraltareña, el profesor indica que se aprecia fácilmente que se trata de una imagen más antigua que la algecireña y destaca que la talla del niño es de poca calidad, aunque puede ser por la influencia de las diferentes restauraciones que ha sufrido a lo largo de los años.

Cofradía

Pese a su reducido tamaño, su importancia en la ciudad es innegable. Su localización, en pleno corazón de la ciudad, la coloca en un punto privilegiado y desde el que ha visto crecer la ciudad y ha visto pasar a muchas generaciones de algecireños por delante de su puerta. Su posición ha sido estratégica desde el inicio. La cañada real de Algeciras pasaba justo por su puerta, siendo este uno de los orígenes de la ciudad.

En los planos que Jorge Próspero de Verboom realizó de la ciudad para planificar su desarrollo en los años venideros, los cuales no fueron muy tomados en cuenta por los ciudadanos al construir sus hogares, aparecía reseñada la capilla en su localización actual. De hecho, de los planos de Verboom, aparte de la Plaza Baja (el actual Mercado de Abastos) y la Plaza Alta, solo las calles paralelas Alfonso XI, Ancha y Sevilla siguen el recorrido planteado.

Como se ha mencionado antes, la Capilla alberga a la Hermandad de Columna, la cual fue fundada con la intención de devolverle el uso religioso a la misma en los tiempos en que era una carpintería. Para los hermanos de la Columna, la Capilla de Europa se antoja imprescindible en la ciudad, llegando a portar la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Europa como la primera del nombre completo de la Hermandad. De hecho, las diferentes juntas de gobierno de la misma han llevado a cabo múltiples arreglos y adornos al templo, destacando la imagen de San Bernardo que se sitúa en lo alto de la entrada, la cual fue incorporada hace no muchos años. Una curiosidad de la Capilla relacionada con la Hermandad es el hecho de que la Columna tuvo desde su inicio relación con el cuartel de Artillería en Algeciras, así como otras hermandades con otras fuerzas como la Policía. Y precisamente esto se ve reflejado en que el asa de la puerta de la capilla cuenta con un cañón en su parte alta, así como un escudo de Algeciras en la parte inferior.

Algeciras

La conciencia entre la población de la importancia del templo en la ciudad ha crecido de sobremanera con el paso de los años, llegando a salir a la calle para pedir su restauración años atrás y celebrando su aniversario ahora. Un lazo cada vez más sólido y fuerte que se busca cuidar para que perdure en el tiempo.

Nacida fuera de la ciudad pero difícilmente más arraigada a ella, esta advocación gibraltareña ya no puede ser más algecireña. Y es que no se entiende a la Virgen de Europa sin Algeciras y no se siente a Algeciras sin la Virgen de Europa.

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