Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Algeciras/Cáritas Diocesana de Cádiz ha alertado de nuevo sobre la urgente necesidad de incrementar los recursos económicos que permitirían seguir manteniendo la actividad del Centro Social Padre Cruceyra, popularmente conocido como Comedor del Carmen, que la entidad gestiona en Algeciras.
El número de usuarios que acuden diariamente al comedor en busca de ayuda alimentaria se ha incrementado en los últimos meses un 60% y son unas 200 raciones las que se distribuyen diariamente, durante los siete días de la semana.
Cáritas ha valorado de forma positiva las aportaciones que se reciben por parte de particulares y entidades privadas y públicas para apoyar esta labor, como la realizada recientemente por CaixaBank, a través de una aportación económica de la Fundación La Caixa de 6.000 euros.
Sin embargo, la entidad afirma que estas ayudas no son suficientes para garantizar el funcionamiento del comedor durante 2021 debido al importante incremento de los costes que son necesarios para atender a más de 200 personas al día, por lo que Cáritas Diocesana avisa de que está abierta a la colaboración de todos aquellos que quieran participar de este proyecto, "tan necesario en estos momentos de grave dificultad para muchas personas y familias de la comarca del Campo de Gibraltar".
El comedor social ayuda, a través de su voluntariado y personal técnico, a personas en situación de grave exclusión y, desde que comenzó la pandemia de la Covid-19, a personas que se encuentran afectados por ERTE o que han perdido su sustento diario a consecuencia de los cierres perimetrales y del cierre de la actividad no esencial y, por tanto, se han visto abocadas a necesitar apoyos de entidades sociales para poder subsistir.
En las últimas semanas el Comedor del Carmen ha solicitado, además, la donación de táperes, ya que ahora toda la comida que se reparte es para llevar y no se hace uso del comedor para evitar contagios de coronavirus.
La entidad cuenta con un perfil de Facebook muy activo en el que informa a diario de los menús que se han repartido, alrededor de 200 a diario, algunos días incluso más. Sus responsables han destacado que además de comida, se realizan atenciones sociales, tales como facilitar mascarillas, desplazamientos, ayudas para comprar medicamentos o bombonas de butano y realizar gestiones como renovar el DNI.
Otro aspecto al que tienen que hacer frente es al mantenimiento del edificio y tener todo a punto para las inspecciones de Sanidad. "Es un trabajo complejo, diario, con un control exhaustivo de los recursos que socios, donantes y empresas ponen a nuestra disposición. Hay un trabajo que se ve y otro que parece que no existe, pero que seguro, seguro, sin él esto no funcionaría. Pero seguiremos trabajando igual: con dedicación, con amor a lo que hacemos, dejándonos la piel cada día, sin necesidad de estar cacareando a cada momentos, si hacemos esto o aquello", destaca el Centro Social Padre Cruceyra en una publicación reciente en su Facebook.
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