Cien años del emblemático Casino-balneario Kursaal

El edificio nació para complementar las infraestructuras de las compañías inglesas. Con la prohibición de Primo de Rivera pasó a ser un instituto. Un incendio lo devoró en 1942

Imagen del antiguo Kursaal a través de una postal de la colección del autor del artículo.
Imagen del antiguo Kursaal a través de una postal de la colección del autor del artículo.
Pablo Martín Moncada / Algeciras

07 de noviembre 2011 - 01:00

En el presente año 2011 se cumple el centenario de la puesta en funcionamiento del Casino-balneario Kursaal, en Algeciras, en la desaparecida playa del Chorruelo, bajo el hotel Reina Cristina, cuyo expediente se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Cádiz.

Su instalación en la ladera del paseo de la Conferencia, sobre la misma orilla, permitía el acceso a su interior sin bajar a la playa, adonde se llegaba desde el edificio por unas escaleras. En la arena se colocaron las casetas de baño, para hombres y mujeres, a escasos metros de las ruinas de la torre medieval de Don Rodrigo o del Espolón.

Este casino se presentó como un excelente complemento a las infraestructuras que las compañías inglesas de Alexander Henderson realizaron en Algeciras en materia de transporte y turismo, entre las que destacaban la línea de ferrocarril a Bobadilla, la línea de vapores a Gibraltar y el hotel Reina Cristina.

El primitivo proyecto, obra del arquitecto Santiago Sanguinetti y promovido por el ciudadano francés Cruissé d`Ancourt alcanzababa las 69.200 pesetas y fue aprobado por el Gobierno Civil el 7 de abril de 1911 mediante concesión administrativa temporal, por ocho años, al final de los cuales pasaría a ser propiedad del Ayuntamiento de Algeciras y la sociedad de Mr. D`Ancourt sería su arrendatario. Era un precioso pabellón de estilo modernista, de madera , hierro y cristal, como se aprecia en el plano adjunto.

El 19 de setiembre de 1911 el arquitecto Mariano del Pozo simplificó el diseño, según imagen fotográfica adjunta y añadió unas mejoras, por lo que se elevó a 78.540 pesetas. Constaba el edificio de un vestíbulo, dos salones de estar y lectura, bar, salón de fiestas con escenario, incorporando como gran novedad en Algeciras proyecciones del cinematógrafo. Además disponía de despacho y un balcón corrido a modo de terraza en el frente del mar. Lo completaban en tierra la cocina, despensa y retretes. En total ocupaba 48 metros de largo al mar y 18 metros de ancho. Las tarifas de entrada se fijaron en 2 pesetas con derecho a espectáculo, concierto y cinema y 1 peseta por las casetas de baño. Curiosamente nada se dice en el expediente de la sala de juegos, imprescindible para alcanzar las 411 pesetas de ingresos diarios, necesarias para amortizar la inversión en ocho años, según el estudio económico del citado expediente.

En tiempos de la dictadura de Primo de Rivera se prohibieron los casinos de juego en España y el Kursaal fue clausurado. En 1933 albergó el Instituto de Segunda Enseñanza (Bachillerato) provisionalmente y el 16 de octubre de 1942 desapareció por un incendio. Para esas fechas, Algeciras, como el resto de España, afrontaba una durísima posguerra, muy lejos de la prometedora ciudad residencial y turística que se conformó en la primera década del siglo XX.

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