Profunda conmoción en San Isidro y La Palma tras el ataque yihadista en Algeciras

Ataque yihadista en Algeciras

Los vecinos de los barrios atacados, entre la consternación y la incredulidad

"Iba con un machete grande y una chilaba. No estaba bien de la cabeza", dice un testigo

Un muerto y un herido en un ataque yihadista en Algeciras a varias iglesias

Agentes de la Policía, junto al cuerpo del fallecido en la Plaza Alta.
Agentes de la Policía, junto al cuerpo del fallecido en la Plaza Alta. / Jorge Del Águila

Algeciras/Profunda conmoción e incredulidad entre los vecinos del barrio de San Isidro y los residentes alrededor de la iglesia Nuestra Señora de La Palma tras el ataque yihadista que este miércoles por la tarde noche dejó un muerto y un herido grave en Algeciras.

Las caras de consternación se apelotaban en el cordón policial que rodeaba la Plaza Alta y la puerta principal de La Palma. El cuerpo sin vida de Diego Valencia, sacristán de la iglesia, a pocos metros de su templo fue congregando a las personas que al ruido de las sirenas o que, simplemente pasaban por allí, se encontraron la escalofriante escena.

Los algecireños no daban crédito a lo que acababa de ocurrir o lo que empezaba a correr con el boca a boca. Que un individuo con un machete y una chilaba, identificado después como Yassin K., había irrumpido en las iglesias de San Isidro y La Palma y atacado a varias personas, entre ellas a dos religiosos. También apuntan que golpeó la entrada de la capilla Europa.

La rápida actuación de las fuerzas del orden desembocó en la detención del asesino, en las cercanías del parking Escalinata. El corazón de Algeciras se llenó de policías. Los agentes acordonaron los zonas céntricas atacadas. Unos pequeños charcos de sangre eran visibles cerca de la fachada principal de La Palma. En San Isidro, donde se produjo el primer ataque, la puerta de la iglesia estaba a medio cerrar. Agentes y efectivos sanitarios hacían su trabajo. Allí, el párroco pudo ser asistido con heridas graves. Los vecinos del popular barrio trataban de asimilar lo que había ocurrido.

En uno de los costados de la Plaza Alta, un hostelero oyó el ruido, se asomó y presenció "al individuo con un machete grande y la chilaba" instantes después del ataque al sacristán. "Esa persona no estaba bien de la cabeza. Ya lo han detenido y se ha quitado la chilaba", señaló el testigo.

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