Construcciones más destacables de Algeciras (I)

OBSERVATORIO DE LA TROCHA- NUESTRA ARQUITECTURA

Nuestra ciudad posee bastantes edificios y lugares arqueológicos de gran importancia, que son muy destacables, y que deben ser preservados como herencia para nuestras siguientes generaciones

Varios de estos edificios o yacimientos arqueológicos cuentan con la calificación de Bien de Interés Cultural

Breve repaso a la metodología empleada en el estudio del arte prehistórico en el extremo sur peninsular

El legado de los Meriníes en Algeciras

La entrañable iglesia de la Palma, con su entorno de la Plaza Alta, centro vital de Algeciras.
La entrañable iglesia de la Palma, con su entorno de la Plaza Alta, centro vital de Algeciras.
Juan Carlos Martín Matilla - Licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños

07 de julio 2023 - 02:00

En este artículo voy a realizar una especie de recopilación de todas aquellas construcciones de nuestra ciudad, para que sean tenidas en cuenta como lugares de interés patrimonial, y en un futuro, de interés turístico, con el fin de que sean divulgadas para conocimiento de aquellas personas que lleguen a nuestra ciudad, y, por supuesto, de los propios ciudadanos de Algeciras. El patrimonio engendra riqueza porque atrae el turismo que invierte dinero. Nuestra ciudad posee bastantes edificios y lugares arqueológicos de gran importancia, que son muy destacables, y que deben ser preservados como herencia para nuestras siguientes generaciones.

Varios de estos edificios o yacimientos arqueológicos cuentan con la calificación de BIC, pero otros no; por eso es por lo que pretendo hacer una llamada de atención con el fin de que sean considerados de interés patrimonial e histórico como he manifestado anteriormente. Muchos de los edificios que cito en este trabajo los comenté ampliamente en varios artículos monográficos, de tal manera que en el presente me referiré a ellos de forma somera.

En primer lugar, he de mencionar los hornos romanos excavados en 1966 en la barriada de El Rinconcillo. En 2002 se vieron afectados por la construcción de un muro de contención del terreno. Se trata de una construcción del primer siglo de la era cristiana, que consiste en dos hornos adosados entre sí, formando una única unidad, de planta circular Las bóvedas centrales están sostenidas por una columna central y ocho arcos adosados a las paredes con estructura de adobes entre ellos que dejan estrechos orificios que permiten la entrada de aire al conjunto.

Vista aerea parcial de una de las factorías romanas de salazón en Algeciras, las mayores y mas importantes en el area del Estrecho
Vista aerea parcial de una de las factorías romanas de salazón en Algeciras, las mayores y mas importantes en el area del Estrecho

Estos hornos surtirían de ánforas a la ciudad romana de Iulia Traducta. Fueron descubiertos por miembros de la comisión organizadora del museo histórico-arqueológico, que también integraron el equipo de trabajo del reputado arqueólogo, también algecireño, Manuel Sotomayor Muro, en 1966. El año 1969 fueron declarados monumento nacional, hoy denominado BIC y están a la espera de su restauración y puesta en valor con vista a ser visitables en un futuro. Algunos historiadores sitúan en esta zona la mansio romana de Portus Albus; otros la sitúan en cambio, dominando la antigua paleoensenada del río de la Miel, o barrio de la Caridad en la zona de la plaza baja o de N. S. de La Palma.

También, en referencia a restos de la ciudad de Iulia Traducta hay que destacar el hallazgo de una gran factoría de salazón, cuyas piletas servían para la fabricación, entre otros productos, de la famosa salsa denominada garum. Esta factoría se extiende por una amplia zona de la actual Villa Vieja: calles San Nicolás y Emilio Burgos. Datan de los siglos I a. de C. y I d. de C. Tras ser abandonada esta factoría debido a la invasión de los pueblos bárbaros, sobre todo con la llegada de los vándalos, se recuperó bajo el dominio bizantino, en torno a los siglos VI y VII d. C. Se ha excavado una parte de todo el complejo y actualmente se halla en proceso de puesta en valor para en un futuro próximo integrarla en el parque de las Acacias y así poder ser visitada. El principal núcleo de piletas se encuentra en los números 3 y 5 de la calle San Nicolás, aunque previamente se hallaron otras en el subsuelo del garaje de la Encarnación, en la esquina con la calle Emilio Burgos. Se extienden hacia el barranco que mira al Este. No hace muchos años, en una obra fortuita, se encontraron dos piletas junto a la puerta de entrada al parque de la Acacias en la citada calle. Están declaradas como BIC.

Un codo del foso, de perfecta y documentada obra cristiana de cantería, con el puente mudéjar
Un codo del foso, de perfecta y documentada obra cristiana de cantería, con el puente mudéjar

En cuanto a los restos de la Algeciras medieval, en primer lugar, encontramos entre las calles Fuerte de Santiago y Alférez Villalta Medina los restos de las murallas, torres y foso del siglo XIV, que se hallaban bajo los cimientos del desaparecido cuartel de Infantería y de las casas de aquellas dos calles. Estas fortificaciones son, en su etapa más antigua, de origen islámico, aunque tras la conquista de Alfonso XI en 1344 se remodelaron con el uso de sillares, por lo que se pueden considerar como obra cristiana. Tras su restauración, hoy día se pueden admirar el foso, parte de los muros, el arranque de cuatro torres y el puente mudéjar que salva el foso para acceder a la denominada puerta de Gibraltar. Está en proyecto el recrecimiento de estas torres y de los muros. Son BIC.

Reconstrucción de parte del sector norte en las murallas de Algeciras, en la actual avenida de Blas Infante. Se creyó en un tiempo que se debían a los benimerines, pero la arqueología ha demostrado sin duda alguna que son obra cristiana realizada entre 1344 y 1375. A la derecha, la llamada puerta de Gibraltar, con su puente mudéjar.
Reconstrucción de parte del sector norte en las murallas de Algeciras, en la actual avenida de Blas Infante. Se creyó en un tiempo que se debían a los benimerines, pero la arqueología ha demostrado sin duda alguna que son obra cristiana realizada entre 1344 y 1375. A la derecha, la llamada puerta de Gibraltar, con su puente mudéjar.

En el paseo de la conferencia, en el flanco sur de la actual Villa Vieja, se mantienen a la vista los núcleos de argamasa de tres de sus torreones. En dos excavaciones llevadas a cabo entre 2017 y 2021 se descubrieron los arranques de dos de estas torres, restos de barbacanas de los periodos meriní y nazarí, siglos XIII y XIV, y un antiguo horno alfarero del siglo XIX. Tras su estudio arqueológico, se volvieron a cubrir estas bases de las torres. Se tiene en mente por parte del Ayuntamiento el excavar gran parte de este yacimiento arqueológico, restaurar sus tres torres y lienzos de murallas y ponerlos en valor para ser visitados. Esto supondría un factor de atractivo turístico en nuestra ciudad. Las generaciones futuras lo podrán ver quizás.

Entre los arroyos del Pícaro y del Lobo se alza los restos muy arruinados de la Torre del arroyo del Lobo; una torre almenara, que debe de datar de entre los siglos XII y XIV. Su consolidación sería muy importante desde el punto de vista histórico y podría ser visitada tanto por algecireños como por foráneos. Está catalogada como BIC. De 1588 data la Torre del Fraile, diseñada por Luis Bravo de Laguna y Juan Pedro Livadote. En 2006 se desplomó la mitad de la construcción y si no se pone remedio, terminará por caerse totalmente y entonces se habrá perdido un edificio del siglo XVI, que hasta hace unos veinte años se hallaba entero. Algeciras habrá perdido más patrimonio histórico. Su conservación y restauración también ofrecería un punto de atracción turística, una vez se habilitará un sendero lo bastante accesible para llegar hasta ella. Está considerada como BIC. En el paseo de cornisa podemos contemplar los restos de una torre del siglo XVII, construida sobre cimientos de una más antigua de la edad Media: Torre del Almirante. Se usó como polvorín y debido a una explosión en el siglo XIX se desplomó. Afortunadamente se pueden contemplar sus ruinas al pasear por este paseo que bordea parte del litoral algecireño. También es BIC.

La torre del Fraile, vista desde su ángulo mejor conservado
La torre del Fraile, vista desde su ángulo mejor conservado

Del siglo XVIII, aquel Siglo de las Luces en que renació nuestra ciudad, podemos admirar algunas construcciones reseñables. En primer lugar, es preciso mencionar a nuestra catedral de iure de Sta. María de la Palma; un templo que fue construido entre 1723 y 1795, terminándose la torre campanario a comienzos del siglo XIX. En este edificio destacan su torre, construida con parte de los sillares de sus murallas del siglo XIV y la capilla del Sagrario, con su magnífica cúpula y su retablo dorado de estilo neogótico.

A lo largo de su historia ha sufrido innumerables daños y modificaciones, la mayoría de las veces, muy desafortunadas, que la han privado de casi toda su ornamentación interior. Resulta preciso que recupere parte de su estilo original, dentro de lo posible: Construcción de un tabernáculo o retablo en su altar mayor, reconstrucción de los cuatro medallones coronados y festoneados con las imágenes de los cuatro evangelistas en las pechinas de la cúpula del crucero, reposición de los florones sobre los contrafuertes de la fachada principal, etc. Esta iglesia refleja cómo el algecireño se ha empeñado en destruir su patrimonio histórico a lo largo de muchos años. Es BIC.

Entre los años 1748 y 1768 se va a construir el edificio que fue antiguo hospital de la Caridad; no obstante, fue modificado y ampliado a lo largo de las siguientes centurias, sobre todo fue en el primer tercio del siglo XX, entre 1928 y 1930, cuando experimenta una ampliación por su lado de poniente y en el del suroeste. También se abrió una puerta en la fachada de levante (calle teniente Miranda), con arco carpanel en cuya clave se lee: H.M. junio de 1930 y que corresponde a una de las remodelaciones.

La monumental escalera del antiguo hospital de la Caridad
La monumental escalera del antiguo hospital de la Caridad

El ala construida en la parte de oeste muestra diversos vanos adintelados, orlados con cenefas de ladrillo visto y hasta principios de los años setenta, en que se levantó un piso más, se coronaba con un gran pretil alabeado. La fachada del ala levantada en el sector suroeste, cuyo interior fue totalmente demolido para construir la sede de la Subdelegación del Gobierno Central, muestra una serie de vanos con arcos de tipo escarzano, y se adorna con franjas de ladrillo visto. Consta de tres plantas, al igual que la fachada de poniente, y su esquina tiene perfil semicircular. Cuando se demolió el interior se hallaron restos de un antiguo patio columnado en el fondo.

La parte más antigua, del siglo XVIII, muestra bóvedas de cañón en algunas de sus salas y destaca en una pequeña sala junto al patio interior cuadrangular, con cuatro arcadas de medio punto sostenidas sobre sendas columnas de estilo toscano, su bóveda de palmera sostenida sobre un pilar prismático de sillares. En su patio principal son notables las arcadas que discurren en tres de sus cuatro lados, con arcos de medio punto sobre columnas de orden toscano.

En tiempos del uso hospitalario estas arquerías estaban acristaladas. En la planta alta se extienden unas galerías con una serie de ventanas con arcos de medio punto, en tres de sus lados; el cuarto lado se modificó al construirse en 1928 el ala que se orienta hacia poniente. En su paramento se abren cuatro vanos adintelados en cada una de las dos plantas. Antes de la reforma llevada a cabo en los años noventa del pasado siglo, cuando se convirtió el edificio en sede de la Fundación de Cultura José Luis Cano, este patio contaba con varios parterres con plantas donde destacaba un gran ficus; un pozo con su brocal poligonal recubierto de azulejos policromados se encontraba en él. Este brocal fue trasladado al parque de Las Acacias.

La sala orientada a la calle Tte. Miranda y que se abre a la galería del citado patio, cuenta con tres arcos de medio punto sobre dos columnas de orden toscano también. Y lo más destacable de todo el edificio es su soberbia escalera del tipo llamado imperial, con varios tramos en perfecta simetría y bastante anchura, que comunica este patio con la planta alta. Estas escaleras eran de diseño en apariencia complicado, pero eran muy prácticas y funcionales, al resolver perfectamente la separación y transito independiente entre las cuatro categorías de mujeres, hombres, jóvenes y viejos. Por otra parte, eran muy cómodas y anchas a fin de que las camillas o parihuelas pudieran transitar de forma paralela a los escalones, del modo más seguro y cómodo para los enfermos.

Actualmente este histórico edificio es sede del Museo Municipal, donde se exponen diversas piezas del pasado de nuestra ciudad, aunque aún quedan en el almacén del museo muchas por exponer, lo que lo enriquecería mucho más. Merece ser visitado tanto por su contenido como por su continente.

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