Dejad el balcón abierto

26 de noviembre 2008 - 01:00

No seré yo quien ahora ondee la bandera de la amistad fraterna con José Luis. Sí presumo, en cambio, de mantener una muy buena relación con él pese a que durante años estuvimos en la misma profesión pero en distintos medios llamados a competir. De José Luis se pueden destacar varios aspectos, sobre todo que no era sólo un periodista, que no es poco, sino un tipo comprometido con su entorno y, ante todo, con la cultura.

No se me olvidará nunca esa imagen bohemia de José Luis. Se tomaba la vida con una filosofía envidiable, que ha llevado hasta las últimas consecuencias. Le recuerdo un domingo de hace muchos años en el restaurante del complejo medioambiental Huerta Grande. Parecía un náufrago, una imagen que solía mostrar. Cabello y barba larga. Sentado. Tranquilo. Dejando pasar el tiempo con un cafelito. Siempre atento y amable. Era el caballero de la delgada figura.

La vida ha sido cruel esta mañana. Cuando, estimado José Luis, he leído tu patita en Europa Sur te he mandado un texto en un correo electrónico que nunca podrás leer. Te decía, José Luis: "la mejor de todas las noticias que he visto esta mañana en la prensa es tu columna". Ironías del destino, pocas horas después me comunicaban tu fallecimiento.

Te gustaba recordar a Federico García Lorca con uno de sus poemas, 'Despedida'. Sirva la poesía, a la que tanto dedicaste, para recordarte. "Si muero, dejad el balcón abierto./El niño come naranjas. (Desde mi balcón lo veo). El segador siega el trigo. (Desde mi balcón lo siento)./¡Si muero, dejad el balcón abierto!" (Federico García Lorca). Hasta siempre, José Luis.

Pedro García Vázquez

Subdirector de RTVA para el Campo de Gibraltar

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