José Luis Bianchi, jefe de servicio del hospital Punta de Europa: "La acumulación de pruebas no siempre beneficia al paciente"
8 de febrero, Día de la Medicina Interna
Fundada por Carlos Jiménez Díaz y Gregorio Marañón hace 72 años, la Sociedad Española de Medicina Interna celebra por primera vez su día para reivindicar la importancia de una especialidad desconocida por la población e infravalorada a veces por la administración sanitaria
"El médico de ahora está más preparado, pero humanamente deja mucho que desear"
"La Atención Primaria es la Cenicienta de la asistencia sanitaria"
Unos 8.000 médicos internistas están de celebración en España. Por primera vez en su historia, este 8 de febrero, se celebra su día con el objetivo de visibilizar una "especialidad transversal" que se ocupa del diagnóstico y tratamiento de enfermedades complejas, con una visión centrada en la paciente de manera global. La etiqueta #orgullodeserinternista, junto al emoticono de un fonendoscopio, recorre esta jueves las redes sociales.
A pesar de su importancia y a diferencia de los cardiólogos, radiólogos, ginecólogos, traumatólogos y muchos otros profesionales sanitarios, el internista, un especialista polivalente, generalista y humanista, es un gran desconocido para la sociedad. El popular personaje televisivo Gregory House, una especie de "diagnosticólogo", lo que hacía verdaderamente era medicina interna en un hospital ficticio de Nueva Jersey.
La Sociedad Española de Medicina Interna (Semi) lo explica de la forma más clara posible: los internistas son los expertos a quienes recurren los médicos de Atención Primaria y el resto de especialistas para atender a enfermos cuyo diagnóstico es difícil, por estar afectados de diversas patologías o presentar síntomas en distintos órganos. Un chiste entre el gremio lo resume así: "Cuando se te cae un ojo, vas al oculista. Cuando se te cae una oreja, vas al otorrino. Pero, cuando se te caen a la vez el ojo y la oreja, ¿adónde vas? Al internista".
Un doctor House de carne y hueso
"Los internistas nos especializamos en la evaluación, diagnóstico y gestión de los problemas médicos generales, presentaciones atípicas, problemas múltiples, casos complejos y enfermedades sistémicas y, además, debemos tener la capacidad de tratar a los pacientes con urgencias médicas aún no seleccionadas", afirma el doctor José Luis Bianchi Llave, jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Punta de Europa de Algeciras, además de forofo del Algeciras Club de Fútbol.
"Siempre que sea posible, debemos plantearnos la atención global y continuada de nuestros pacientes", añade este médico que, como muchos otros, vive en un sistema sanitario donde la especialización es la norma y el modelo favorece la fragmentación de la atención. Durante la entrevista viene acompañado por la doctora Claudia Amorós Pelayo, vocal de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (Sademi) y la médico residente Esperanza Miranda Sancho.
"La gente no sabe qué es un internista hasta que nos conoce. A partir de entonces, no se separa de nosotros", comenta la doctora Amorós. "Incluso mis amigas, que no tienen contacto con el mundo hospitalario, cuando cogí esta plaza en el Punta Europa, me preguntaron a qué iba a dedicarme", corrobora su compañera de servicio.
Una especialidad infravalorada
"El papel como garante de la atención integral en el entorno hospitalario resulta decisivo para favorecer una atención sanitaria centrada en las necesidades globales de la persona y, con ello, evitaremos el riesgo de fragmentar la medicina y de convertir la tecnología en el eje exclusivo de la atención hospitalaria", expone el doctor Bianchi, quien critica veladamente los constantes anuncios por parte de la administración sobre la compra de aparatos de última generación olvidando la relación, casi sagrada, entre el médico y el paciente.
Un internista diagnostica a partir de la historia clínica. "Nosotros no contamos con pruebas ni aparataje, sino con nuestros ojos, nuestras manos y nuestro oídos", ilustra la doctora Amorós: "A cada paciente hay que dedicarle tiempo, algo que no nos permite el sistema sanitario de nuestros días".
Apunta Bianchi que el internista en España es más importante, si cabe, en el siglo XXI a causa del contexto actual de envejecimiento y de la "epidemia" de las enfermedades crónicas, "donde todos los valores de la medicina interna aumentan exponencialmente hasta posicionarse como una especialización clave en la organización sanitaria". "La función generalista está infravalorada en un mundo donde prima el brillo de la tecnología", asegura, a la vez que aboga por potenciar una política de formación de médicos con visión global.
"La tecnología, es decir, la acumulación de pruebas, no siempre beneficia al paciente", comenta el doctor Bianchi. Y completa la doctora Amorós: "Eso cuesta mucho trabajo metérselo en la cabeza a los usuarios del hospital. Llegan a nuestra consulta diciendo que quieren un TAC, a que les hagamos pruebas de todo tipo. No quieren hablar con el médico. Yo les respondo que primero que me cuenten lo que les pasa y ya veremos".
Un médico para el paciente del siglo XXI
El cambio en el perfil del paciente y el envejecimiento poblacional han provocado la aparición de los heavy users, como se conoce al 10% de los usuarios que consumen el 81% del presupuesto socio-sanitario, lo que obliga, en opinión de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (Sademi) a explorar nuevas formas organizativas en los hospitales.
Esta asociación también propone atender a los pacientes crónicos mediante telefonía móvil, correo electrónico, videoconferencias y la existencia de una historia clínica única y compartida. Además de crear la figura del "internista de referencia" en los centros de salud que colabore con los médicos de cabecera.
En la misma línea, en los hospitales andaluces se están implantando las Unidades de Continuidad Asistencial (UCA) en el seno de los servicios de medicina interna con el fin de evitar las listas de espera en las consultas hospitalarias tradicionales y el paso injustificado por las unidades de Urgencias.
Con estas propuestas sobre la mesa, la Sociedad Española de Medicina Interna celebra este jueves 72 años de existencia tras ser fundada por dos doctores imprescindibles en la medicina española contemporánea: Carlos Jiménez Díaz y Gregorio Marañón.
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