Dorantes: "Nuestra música se basa en el detalle, huimos de lo exagerado"

VI Encuentro de la Guitarra Paco de Lucía

El piano del compositor lebrijano se funde con la voz de la granadina Marina Heredia

Dorantes y Marina Heredia en un recital de su gira Esencias, su actual propuesta musical.
Dorantes y Marina Heredia en un recital de su gira Esencias, su actual propuesta musical. / E.S.
José Manuel Serrano

19 de julio 2019 - 06:10

Algeciras/Esencias es el nombre del espectáculo que cierra el programa del VI Encuentro Internacional de Guitarra Paco de Lucía. Será el domingo 28 de julio en el parque María Cristina de Algeciras a las 22:15. Está a cargo de dos gigantes de la música pertenecientes a familias con hondas raíces flamencas: el pianista David Peña Dorantes y la cantaora granadina Marina Heredia. Del primero de ambos es siempre obligado hablar de la impresionante lista de artistas que lo rodearon desde que era un recién nacido. A saber, Dorantes es nieto nada más y nada menos que de la mítica cantaora María Fernández, La Perrata, sobrino de Juan Peña, El Lebrijano, hijo del tocaor Pedro Peña y está emparentado también por lazos de sangre con Fernanda y Bernarda de Utrera. Ahí es nada.

Es previsible que quienes acudan a este último recital del Encuentro se sumerjan en un ambiente de delicadeza, según anticipa el propio Dorantes: "Con Marina y yo confluimos dos familias que vivimos el flamenco desde la cuna y lo llevamos en las mochilas. Aunque procedamos de distintos puntos de Andalucía, porque yo soy de Lebrija y ella de Granada, queremos subrayar con lo que hacemos nuestra apuesta por la autenticidad. Nuestra música se basa en el gusto por el detalle, huimos de lo exagerado".

Para Dorantes, la de Marina Heredia es una voz cantaora cargada de sabor. Vuelve a recurrir a la simplicidad para explicar que esa delicadeza le permite calar hasta lo más hondo a quien la escuche. "En eso, en conseguir tanto con tan poco, me recuerda a la familia Perrate", apunta.

Dorantes llegó a coincidir dos veces en persona con Paco de Lucía. Pero la timidez que reconoce le impidió tener contacto con él más allá del solo hecho de verlo. Rememora que la última ocasión fue en La Antilla, en Huelva, durante un concierto del genio algecireño. Hubo otra muy anterior en el tiempo pero bastante curiosa. Fue mientras, antes de decantarse definitivamente por el piano, recibía clases de guitarra de Manolo Sanlúcar.

"Con Marina y yo confluimos dos familias que vivimos el flamenco desde la cuna y lo llevamos en las mochilas"

Es curiosa la relación del pianista lebrijano con su memoria flamenca. Porque al tiempo que recuerda amaneceres sin fin con Fernanda y Bernarda de Utrera, entre otras muchas vivencias, su búsqueda de autenticidad le trae el siguiente hecho a su cabeza: "Un día, muy niño, me asomé al balcón de mi casa y abajo, sentado, estaba cantando mi tío Vicente, hermano de mi abuelo Bernardo. Yo veía sus dedos enormes y escuchaba su soleá tan verdadera y real: "A mi caballito yo le eché hojitas de limón verde y no las quiso comer".

Dorantes logró con Orobroy, en su primer disco que data de 1998, formar parte de la banda sonora de los andaluces de finales del siglo XX y principios del XXI. Nadie, como él, ha logrado hasta tres premios giraldillo en una misma Bienal de Sevilla: "La verdad que ese tema es la quilla de este barco. Es el que me ha facilitado llegar a la mayor cantidad de público posible", finaliza.

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