Una batalla contra los microplásticos
Premios de la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras
Un grupo de investigación de la UCA estudiará si hay micropartículas en la sal y especies de pesca de bajura de la provincia
La Fundación Campus Tecnológico de Algeciras financia el estudio con uno de sus galardones a la innovación
Algeciras/Microplástico fue la palabra elegida por la Fundación del Español Urgente (Fundéu) como el término definitorio de 2018, lo que demuestra que esta importante amenaza para los ecosistemas marinos de todo el mundo ha trascendido ya de los laboratorios. Pero aún queda mucho por investigar sobre estas diminutas partículas que se generan por la descomposición de piezas más grandes hasta alcanzar tamaños inferiores a los cinco milímetros, lo que las hace prácticamente imperceptibles para el ser humano pero que están ya presentes en playas, cursos fluviales y en las especies marinas.
Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz, en Puerto Real, estudiará a lo largo del próximo curso académico –a partir de septiembre– la posible presencia de microplásticos en varias especies de pesca de bajura de la provincia de Cádiz y también en la sal de consumo doméstico.
El proyecto “Stop al empleo de microplásticos” se llevará a cabo gracias a la financiación aportada por la Fundación Campus Tecnológico de Algeciras, que premió el pasado diciembre la iniciativa con 2.200 euros en el marco de sus terceros premios I+D+i. El estudio ganó en la modalidad de proyecto universitario. “Gracias al premio de la fundación podremos sufragar los costes de las muestras y los reactivos necesarios para el análisis que haremos en los laboratorios de la facultad”, explica Rocío Rodríguez, profesora del departamento de Tecnologías de Medio Ambiente e integrante del grupo.
El equipo está formado por diez personas. Además de Rocío Rodríguez, la aplicación práctica correrá a cargo de los profesores Dolores Coello, Gemma Albendín, Juana María Arellano, Fatiha Oudghiri, Ayda Sakaly y José María Quiroga junto con las alumnas Ana Amelia Franco, Isabel Alarcón y Karol Herrera. Todos forman parte de dos departamentos (Tecnologías del Medio Ambiente y Toxicología) que previamente probaron la existencia de microplásticos en las aguas residuales, lo que les llevó a plantear este nuevo trabajo, hasta ahora inédito en Andalucía, para analizar la repercusión de este contaminante en alimentos de la provincia de Cádiz.
La investigación se dirigirá en dos ámbitos. Sobre las especies pesqueras, los expertos tomarán muestras de dos variedades autóctonas de bajura y consumo frecuente (en función de la temporada) en las lonjas de Cádiz, Algeciras, Puerto de Santa María, Conil y Rota.
Sobre la sal, se encargará de estudiar si hay micropartículas de plástico en muestras de cinco salinas:Salinas Bahía de Cádiz, Salinas La Esperanza (Puerto Real), Salinas El Estanquillo (San Fernando), Salina Santa María de Jesús (Chiclana) y una planta salinera interior, en Prado del Rey. Gracias a esta vertiente de la investigación, se podrá conocer si hay (o no) plástico en la sal y si el proceso de refinado las elimina. Todo con el fin de demostrar la importancia de las medidas de prevención de la contaminación para limitar la exposición a micropartículas y que permita tomar decisiones a las administraciones para reducir el consumo de plásticos y, por tanto, evitar que acaben en el organismo de los humanos por el consumo de especies contaminadas.
“La sociedad empuja a que se produzcan cambios en el consumo, a que se reduzca el uso de plásticos. En Europa ya hay implicación. Pero los microplásticos están ahí. Fue una sorpresa descubrir que estaban presentes en las aguas residuales. Como Universidad, nuestra labor es seguir investigando, contribuyendo con conocimiento a la sociedad para revertir el uso de los fondos públicos”, destaca la docente Gemma Albendín, del departamento de Toxicología. Su compañero José María Quiroga, catedrático de Tecnologías de Medio Ambiente, añade que la labor, una vez que se efectúen las investigaciones, pasa por eliminar los microplásticos. “Es un campo con mucho futuro para la investigación. Tras detectarlos, tenemos que ir más allá y encontrar la forma de acabar con estos contaminantes emergentes”, agrega.
Las estudiantes embarcadas en el estudio resaltan la importancia de formar parte del equipo para completar su formación, aprender la metodología de trabajo y reforzar conocimientos. “Requiere mucha dedicación y muchas horas. Es un proyecto con trascendencia social, para el presente y el futuro de la zona”, explican Franco y Alarcón.
La misión que se han encomendado está cargada de aspectos innovadores. No existe una metodología científica estándar para el muestreo de microplásticos en alimentos. Este proyecto aportará tanto la metodología de cuantificación e identificación como la demostración de la presencia de micropartículas en productos de consumo común en la provincia de Cádiz.
Además, permitirá abordar la búsqueda de soluciones al problema que plantea la existencia de este contaminante en los alimentos. “Este proyecto puede llegar a tener especial repercusión en los avances en calidad, trazabilidad y seguridad alimentaria de productos tan comunes y frecuentes en el consumo humano”, resalta el equipo ante el nuevo reto que se han planteado.
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