Iglesia de San Antón

MONUMENTOS Y EDIFICIOS HISTÓRICOS DE ALGECIRAS

Desde su inauguración en 1754, su historia está íntimamente ligada al hospital y a las veneradas imágenes sacras que en ella estuvieron o están entronizadas

Muro de la Epístola de la Capilla de San Antón con las hornacinas rematadas en veneras y los lunetos con ventanas al exterior.
Antonio Torremocha

02 de mayo 2020 - 06:00

El edificio del Hospital de la Caridad se completaba con la capilla del mismo, situada en el ángulo sureste de la manzana, dando su fachada a la plaza Juan de Lima.

Actualmente es una iglesia sin culto donde se haya establecida la sede de la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista. Su historia está, sin embargo, íntimamente ligada al hospital y a las veneradas imágenes sacras que en ella estuvieron o están entronizadas.

En 1748, los Hermanos de la Caridad, al mismo tiempo que solicitaban autorización para erigir el hospital, pidieron licencia al obispo Fray Tomas del Valle para construir una capilla que estaría dedicada a San Antonio Abad, fundador de la tradición monacal cristiana. Las obras de la capilla se iniciaron al mismo tiempo que las del hospital estando acabadas en 1754.

El 17 de enero de ese año, festividad del santo titular de la iglesia, se inauguró la capilla llevándose en procesión la imagen de San Antón hasta el altar. Consta que en el año 1769 aún no estaba amueblada la iglesia. Unos años más tarde, el presbítero Fernando Dagnino recogió fondos y él mismo aportó parte del caudal necesario para la erección del retablo que aún hoy decora y preside el testero del templo.

En 1769, en una solemne función a la que asistieron las autoridades civiles y eclesiásticas de la ciudad, se colocó en el sagrario el Santísimo Sacramento. Como en esos años la actividad marítima se desarrollaba en el cercano río de la Miel, en cuyo curso bajo atracaban las barcas pescadoras y los faluchos que se dedicaban al comercio, los marineros comenzaron a frecuentar la capilla del hospital en la que se veneraba una imagen de la Virgen del Carmen, advocación con gran predicamento entre la gente del mar.

También se hallaban en sus respectivas hornacinas, las imágenes de San Antonio Abad, San Telmo ―patrón de los marineros y navegantes― y los mártires San Cosme y San Damián.

Durante el Gran Sitio de Gibraltar, entre 1779 y 1783, Algeciras se convirtió en el punto de reunión de los oficiales y marineros de la escuadra española mandada por don Antonio Barceló. Una vez que hubo finalizado el conflicto y firmada la paz con los ingleses, el Almirante Barceló donó a la Virgen del Carmen y al Niño que sostenía en sus brazos sendas coronas de plata, hecho que está atestiguado por la inscripción grabada en la corona de la Madre que dice: “Estas Coronas las dio el Excmo. Sr. D. Antonio Barceló, Teniente General de la Mar. Año de 1783”. Actualmente sólo se conserva la original de la Virgen en la nueva iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Según refiere Manuel Pérez-Petinto, por esos años el gremio de mareantes instituyó la hermandad de Nuestro Padre Jesús atado a la columna y Virgen Santísima del Carmen, cuyas imágenes eran sacadas en procesión en la tarde del día 16 de julio y llevadas hasta la playa de la Marina (actualmente Paseo de la Marina), aunque a principios del siglo XIX la hermandad se disolvió por motivos económicos.

Hubo que esperar hasta el año 1918 para que el culto a la Virgen del Carmen volviera a renacer y la procesión anual recorriera de nuevo las calles de la ciudad. Después de los destrozos causados en la iglesia por los asaltantes en el mes de mayo de 1931, el culto quedó suspendido hasta que con la llegada de los Padres Salesianos a Algeciras en 1935 se restableció, erigiéndose en parroquia de Nuestra Señora del Carmen en ese mismo año.

Del asalto sólo se salvaron la talla de la Inmaculada ―hoy venerada en la Parroquia de San García bajo la advocación de Nuestra Señora de Gracia― y las esculturas de San Servando y San Germán que están situadas en el ático del retablo. En 1964, una vez acabada la construcción de la nueva iglesia parroquial en el solar que había ocupado el Colegio Salesiano San Ramón, frente al Cine Florida, la capilla de San Antón dejó de ejercer esa función quedando sólo como sede canónica de la Venerable Hermandad de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora del Mayor Dolor y San Juan Evangelista, cofradía que se fundó en el año 1936. En las décadas siguientes se procesionó una antigua imagen de Cristo Crucificado, atribuida a los prestigiosos talleres de Olot, que aún se venera en la capilla. La actual talla de Cristo en la cruz que se procesiona el Miércoles Santo y que se expone durante el resto del año en la iglesia parroquial, fue elaborada en 1978 por el escultor sevillano Luis Álvarez Duarte.

Descripción del edificio

Se trata de un templo de una sola nave de pequeñas dimensiones cubierta con bóveda de cañón con lunetos y falsos arcos fajones que la dividen en sectores y que parten de pilastras que refuerzan los muros laterales del edificio.

En los lunetos se abren ventanas que proporcionan luz a la capilla. La bóveda se apoya en una cornisa muy volada escalonada y adornada con dentellones. En los muros laterales se abren grandes hornacinas que se cubren con veneras enmarcadas con pilastras acanaladas de orden compuesto rematadas con frontones triangulares.

El coro, muy simple, se sitúa a los pies de la nave accediéndose a él por medio de una escalera vertical. Toda la cabecera de la iglesia está ocupada por un retablo de estilo barroco muy popular pintado y dorado compuesto por un solo cuerpo más el ático. El cuerpo se divide en tres calles separadas por columnas de orden compuesto, la central de doble anchura que las laterales.

En el centro, sobre el altar, se dispone un templete, actualmente ocupado con una imagen de la Purísima Concepción, aunque hasta el año 1964, fecha de la inauguración de la nueva parroquia, contenía la imagen de la Virgen del Carmen, venerada en el templo, al menos, desde el año 1770.

La parte baja del retablo está rematada con una cornisa que presenta arco de medio punto rebajado sobre la calle central. En el ático, también dividido en tres calles, se exponen tres imágenes: en el centro, una talla de San Antonio Abad, la titular de la capilla; en el lado del Evangelio, San Cosme y en el de la Epístola, San Damián con las palmas del martirio.

La fachada, que es de factura muy simple y carente de decoración, presenta un solo cuerpo más la espadaña. En su parte inferior se halla la portada de gran tamaño para permitir la salida procesional de los pasos de Cristo Crucificado y de la Virgen del Mayor Dolor, enmarcada con pilastras dóricas sobre las que se apoya un frontón partido con pináculos. Por encima de ella se abre un óculo circular abocinado y en uno de sus laterales una representación en azulejos sevillanos de la Virgen del Carmen. Remata la fachada una espadaña de tres vanos para las campanas. Entre el frontón y el óculo hay una placa de mármol blanco con la leyenda La Caridad me hizo.

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