Incivismo en el sendero de la Miel
Basura, colillas y hasta una tienda de acampada aparecen a lo largo del itinerario de este río Ecologistas y senderistas reclaman más control de acceso y sanciones contundentes
La repulsa social al incivismo corre como la pólvora a través de las redes sociales. Como una mecha que se prende entre hierbas secas, así ha ocurrido con la imagen de abandono del paraje natural del sendero del río de la Miel. Esta semana se ha puesto en evidencia el desinterés humano hacia la naturaleza al aparecer fotografías donde la basura se mimetiza con el entorno, e incluso una tienda de acampada cercó el antiguo molino del Águila, obstaculizando el propio itinerario.
Es una imagen que ha saltado a las redes sociales a través del blog Andar por el Campo de Gibraltar, generando una pronta repulsa ciudadana. El propio Twitter fue el vehículo de denuncia para advertir de la presencia de la tienda de campaña al Plan Infoca, siendo la respuesta inmediata de los agentes de Medio Ambiente, tal y como informó a este diario la delegación territorial de la Junta de Andalucía. Actuaron y lo retiraron. Los técnicos realizan una vigilancia periódica del sendero y dan una respuesta rápida ante cualquier anomalía detectada o denuncia particular.
Era la cuarta vez que el senderista atravesaba el itinerario este verano y, de nuevo, se volvió a llenar con bolsas de basura llena de recoger residuos. Este es un paraje muy frecuentado durante el año, e incluso en verano, por las pozas que afloran en torno al cauce del río de la Miel. El problema se da cuando esta alta afluencia se traduce en gestos incívicos.
En julio de 2014 el entorno del paraje quedó arrasado con más de 160 hectáreas calcinadas por un fuego provocado. Estuvo cerrado desde octubre a enero de 2015 por el riesgo de desprendimiento de la ladera a consecuencia del propio incendio. La Junta tramitó un proyecto de emergencia para acometer trabajos de restauración hidrológico-forestal con una inversión de 50.000 euros al tratarse de un lugar de alto valor ecológico. A partir de ahí, añadiendo campañas de reforestación participativa, el sendero ha ido recuperando su vistosidad.
Ahora en plena época estival, cuando más riesgo de incendio forestal existe, el abandono y los daños al medio ambiente por parte de los propios usuarios se radicaliza. Ecologistas y senderistas piden contundencia a las autoridades competentes, a través de sanciones o controles de acceso para evitar situaciones de riesgo como la vivida esta semana.
A lo largo del sendero han aparecido desde bolsas de basura que podrían prender con las altas temperaturas a restos orgánicos, colillas, pintadas en la propia cartelería y, lo más lamentable, aquellos que durante varios días han estado haciendo uso del parque natural como zona de acampada libre. Cuando los técnicos de Medio Ambiente a raíz de la denuncia ciudadana se personaron ya estaba la tienda medio desmontada sin enseres en su interior.
Al margen de la temible mano de los seres humanos en estos atractivos entornos naturales, aún queda el buen hacer y el intento de todos aquellos que sí tratan de proteger la belleza natural. La Junta de Andalucía desde hace varios meses está en proceso de evaluación de la respuesta de la naturaleza para valorar si es preciso una actuación de reforestación en el sendero de la barriada de El Cobre.
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