Javier Peralta, un genio algecireño en la Agencia Espacial de Japón
Logra una de las becas más importantes del mundo en el campo de la Astrofísica Trabajará en la llamada misión Akatsuki
Se va a Japón. El algecireño Javier Peralta ha logrado una beca de la Agencia Espacial Japonesa (JAXA) por la que estará entre tres o cinco años en el país nipón. Su esfuerzo indudable le avala y es que fue el pasado verano cuando se conoció que es el autor principal de un estudio realizado por un grupo de investigadores internacionales sobre los planetas que giran muy lentamente, logrando deducir por primera vez las ondas que son posibles en una atmósfera como la de Venus, completamente diferente al resto de planetas conocidos.
Este algecireño, que nació en 1979, hoy estará en su tierra en la Politécnica a las 13:15 horas ofreciendo una conferencia dentro del ciclo de Diverciencia. Está especializado en la dinámica atmosférica de Venus. Ha participado activamente en el análisis de los datos de la misión Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA), de Mars Express de ESA y de la misión Galileo de NASA. En Japón participará en la misión japonesa Akatsuki -que significa Amanecer- que llegará a Venus en diciembre 2015.
Lograr la beca fue una auténtica sorpresa para él. "Un auténtico privilegio dado que las becas de la Agencia Espacial Japonesa están consideradas de las mejores del mundo en el campo de la Astrofísica, incluso por encima que las que ofrecen la Agencia Espacial Europea o las postdocs de NASA". Era la segunda vez que era candidato, pero este año tuvo el privilegio de ser una de las cuatro personas seleccionadas para la entrevista, siendo además el único candidato en el campo de ciencias planetarias.
Hizo una propuesta de investigación para trabajar de forma conjunta con los datos de la misión europea Venus Express -nave que lleva casi una década orbitando el planeta Venus-, y los datos que aporte la misión japonesa Akatsuki. Desde que empezó el doctorado -en 2005 en Bilbao-, Peralta ha trabajado con los datos de la misión europea por lo que ha alcanzado una gran experiencia trabajando con datos de instrumentos similares a los que lleva a bordo la nave japonesa.
La sensación que le embarga ahora, a pocos meses de marcharse, es "agridulce", admite. Por un lado colaborar en la misión "es un sueño hecho realidad y estoy muy ilusionado porque por fin voy a tener medios para desarrollar mis propias líneas de investigación", además del enriquecimiento personal al vivir en un país diferentes. Sin embargo, explica que "me entristece muchísimo no sólo tener lejos a tu familia y las personas que quieres; también que tu propio país financie tu formación durante años para luego cerrarte las puertas y que sean otros los que te valoren y aprovechen tu formación y experiencia profesional".
Argumentó por ello que en España existe una pescadilla que se muerde la cola explicando que se ha reducido tanto la inversión en investigación que se ofrecen poquísimas becas y contratos, luego al no renovarse muchas de las plazas de los que se jubilan, los investigadores senior intentan conseguir contratos que en realidad se crearon para investigadores que están empezando. "La gente como yo nos vemos compitiendo con investigadores que tienen un currículum que no vas a conseguir ni en diez años y no nos queda otra alternativa que emigrar con una edad en la que apetece sentar la cabeza".
Por otro lado, apuntó que al estar en la Agencia Espacial Japonesa y colaborar desde cero en una misión espacial tendrá medios y fondos que le permitirán mejorar muchísimo su currículum en pocos años. Aprovechó además para lamentar que "mucha gente que trabaja en ciencia lleva una vida nómada, con contratos de corta duración y con muchas dificultades para sacar adelante relaciones de pareja, formar una familia, tener un hogar". Por ello ahora se abre una nueva ventana a su vida al otro lado de la tierra.
3 Comentarios