El centro de adultos Juan Ramón Jiménez crece en alumnado e ilusión

Más de 750 personas llenan sus aulas, el 60% mujeres 151 se preparan para la prueba libre de acceso para Secundaria Informática tiene una lista de espera de 90 matriculados

Imagen del alumnado del curso de patrimonio, relacionado con la historia de Algeciras.
Imagen del alumnado del curso de patrimonio, relacionado con la historia de Algeciras.

Antes era ese aula que tendía su mano para ofrecer una segunda oportunidad, ahora es además un punto de encuentro para enriquecerse en sabiduría. El Centro de Enseñanzas a Personas Adultas (Ceper) Juan Ramón Jiménez de Algeciras no ha dejado de crecer desde que allá por los años 60 naciera en un colegio como prolongación de las clases, luego pasara a ocupar cuatro aulas del Puerta del Mar y hasta hoy, con su edificio propio en la plaza Omeyas desde 1994 y un total de 750 alumnos.

El centro de adultos cuenta este año con 151 matriculados para prepararse a la prueba libre de acceso al graduado de Secundaria, con edades entre los 18 y los más de 50 años. Son personas que ya no están en edad escolar o que por circunstancias de la vida no obtuvieron la titulación. Se incluye dentro de los planes formales que oferta el Ceper, así como el nivel 1 de formación básica para las personas que empiezan a acercarse o tienen mayor dificultad en competencias de lengua y matemáticas; y el nivel 2 para seguir avanzando pudiendo asimilarse a terminar Primaria.

Con respecto a los planes no formales, que fomentan una ciudadanía activa, destaca: informática, con 222 matriculados -90 se han quedado en lista de espera-; uso básico de idiomas, 134 personas; interculturalidad, 37 personas entre marroquíes, paquistaníes, polacos, estadounidenses, entre otros; patrimonio -que se centra en el estudio de Algeciras, su puesta en valor y divulgación-, con 83 alumnos; cultura emprendedora y solidaria, 39 personas; y hábitos de vida saludables, con 47.

El perfil del alumnado varía claramente de los planes formales a no formales. En los formales son jóvenes normalmente, salvo excepciones, que por circunstancias no han conseguido la titulación básica. Si bien, en el caso de los no formales son para personas con más tiempo libre, bien jubilados o con interés de aprender. Hay alumnado desde los 18 hasta incluso más de 85 años, siendo el 60% mujeres, aunque la tendencia tiende a equilibrarse. La directora del Ceper, Carmen Fuentes, señala que en los planes formales sí se nota más presencia femenina, si bien incidiendo en que antiguamente se pensaba que las mujeres "no tenían que tener ninguna preparación", por lo que este centro de adultos se ha convertido para muchas en su segunda oportunidad.

El centro de adultos Juan Ramón Jiménez fue el primero que se creó en Algeciras, y fue en 1984 cuando nació el segundo de la ciudad, el Ceper Al Yazirat. En el primero hay 11 maestros, perteneciendo todos al sistema educativo, con el matiz de que esta enseñanza no es obligatoria. Además a lo largo de los años ha ido creciendo, antes el alumnado solía estar unas 10 horas semanales, ahora se puede acudir a 2 ó 3 dependiendo de los planes no formales.

El horario del centro es de 9:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 horas. Hay que destacar, si bien en cuanto a la ubicación actual ta y como precisó Fuentes, que han sufrido varios robos en los últimos años, en este último concreto se han llevado tres proyectores. No obstante, ya han reforzado las medidas de seguridad, con alarmas en las dos plantas, ya que además cuentan con dos aulas de informática. No obstante, siempre hay alguien que intenta forzar las rejas.

Recorriendo el centro de adultos se vislumbra ese deseo por volver a empezar y esa ansia por no dejar de aprender. Desde los jóvenes que ocupan las sillas para prepararse a la prueba libre de Secundaria hasta el aula de patrimonio. En ésta última son varios los entusiastas que descifran paso a paso antiguos documentos, por ejemplo unos escritos de 1931 ó de 1947, todos relacionados con Algeciras. El gran esfuerzo investigados, desde actas municipales al archivos, les está motivando a publicar y coleccionar información que pretenden, poco a poco, sacar a la luz a través de proyectos de difusión.

En el aula de informática hay de todo, aunque en su mayoría mujeres que intentan "engancharse" al boom de la tecnología. Explica María Navarro por ejemplo que es su primer año y empezó peleándose con el ratón; también hay un taller de teatro leído donde un grupo de personas, varias de diferentes nacionalidades, aprenden a entonar y leer de forma comprensiva, en este caso toca La casa de Bernarda Alba.

El Juan Ramón Jiménez disfruta además del apoyo de una asociación de alumnos que se llama Maestro Ángel Santos, que por la tarde llena de contenido el edificio, desde talleres de francés, árabe, manualidades, baile o corte y confección. Son voluntarios la mayoría y colaboran en gran medida con el centro de adultos, siendo una mano tendida para su día a día.

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