Una noche a la luz de las velas en Algeciras
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La segunda edición de la Noche de las velas y Perseidas organizada por Apymeal llena de buen ambiente las calles del centro
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Las calles del centro de Algeciras han caído rendidas este jueves al encanto de la luz de las velas. El listón estaba alto, pero la segunda edición de la Noche de las velas y las Perseidas, promovida por la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Algeciras (Apymeal), en colaboración con el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, resultó todo un éxito de organización y respaldo del público. La cita estival ya se puede considerar como plenamente consolidada.
Las altas temperaturas del día, en plena ola de calor, presagiaban una noche con cotas tropicales en los termómetros, lo que llevó a muchas familias a decidirse por dar un paseo por las calles del corazón algecireño, decoradas con múltiples figuras formadas por unas 15.000 velas. Cualquier plan mejor que quedarse en casa.
Antes de que cayera la noche, los más pequeños pudieron calentar motores con 30 mesas de juegos tradicionales de madera repartidas a lo largo de la calle Ancha y aledaños así como un espectáculo de magia en la Plaza Verboom.
La Plaza Alta, San Isidro o la calle Convento y el entorno del parque María Cristina lucían brillantes bajo la luz de centenares de velitas puestas en fila. Corazones, flechas, flores y la palabra "Algeciras" fueron las propuestas más recurrentes ejecutadas las candelas, mientras que voluntarios de Apymeal se afanaban en procurar que permanecieran encendidas.
Ante las figuras, el público guardaba paciente su turno para hacerse una foto mientras que en la Plaza Alta resonaba uno de los grupos de animación comercial con varios sorteos junto a una dinámica exhibición de patinadores.
El efecto dinamizador fue claro en el comercio y la hostelería. Los comercios que se sumaron a la iniciativa con apertura prolongada cosecharon ventas entre los viandantes mientras que encontrar una mesa vacía en las terrazas se antojaba una misión imposible al filo de las diez de la noche.
Tras la cena, la mayoría del público optó por seguir recorriendo el centro, ya bajo la oscuridad total de la noche, buscando los rincones decorados por la luz de las mechas, mientras sonaba la música de varios conciertos y recitales repartidos por el centro.
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