Patios de Algeciras (y II)

OBSERVATORIO DE LA TROCHA – NUESTRA ARQUITECTURA

Algunos patios destacan por la pérdida de elementos característicos, incluso por su estado de abandono en la actualidad

Antigua Escuela de Artes en la Calle San Antonio.
Antigua Escuela de Artes en la Calle San Antonio.
Juan Carlos Martín Matilla - Licenciado en filología, vocal de patrimonio cultural de La Trocha y miembro de la 2ª Sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) del Instituto de Estudios Campogibraltareños.

25 de noviembre 2022 - 03:00

En nuestra revisión de los patios algecireños, terminamos los de carácter más popular con dos elementos significativos:

El Patio del Coral, que recibe este nombre, según me ha comentado José Antonio Benítez, porque en él habitaron personas que se iban a dedicar a la extracción de corales en la bahía algecireña. Este patio es de gran importancia histórica, ya que en él se encuentran las rampas de acceso a la villa nueva mariní o ciudad palatina de al-Buniyya, levantada en el siglo XIII para aprovechar el campamento o ciudad de asedio del ejército de Alfonso X el Sabio, tras su fracasado intento sobre Algeciras.

Como es sabido, la Algeciras hispano-musulmana arranca del siglo VIII y se inició en dos núcleos al norte del río, el más antiguo, el portuario, en el actual barrio de la caridad, al que Abderramán I añadió una acrópolis administrativa en la cresta de San Isidro.

Al espacio llamado Patio del Coral se accede desde el nivel del antiguo rio por dos tramos de rampas que subían hasta una puerta medieval desaparecida, tras ella, en el callejón de Encarna, la planicie donde se asienta el patio o plaza, que se comunica con la calle Alexander Henderson por el callejón Cervantes. La plaza del Coral queda franqueada por un arco escarzano sobre el que se eleva una hornacina con la imagen de la Virgen de la Palma, toda la parte superior de esta entrada está adornada con bolas.

Patio del Coral.
Patio del Coral. / Jorge del Águila

Fue durante el mandato del alcalde Valdés Escuín cuando se realizó esta obra. Otra puerta con arco escarzano da acceso al patio interior, con viviendas de una sola planta, a cuyas espaldas se levantaba la finca de villa Patricia, actual colegio de San José-Virgen de la Palma. El ayuntamiento tiene un proyecto para rehabilitar esta zona.

En la calle Carteya se levanta el Patio de Soto, un edificio de tres plantas de base rectangular, con amplio patio central, galerías que dan al mismo y ciertos detalles decorativos en el interior, construido en los años veinte del pasado siglo, cuando Algeciras comienza a extenderse hacia el sur, en los aledaños de la Villa Vieja.

En su fachada orientada al este, a la calle Carteya, sobresalen de su paramento unas galerías con fuertes pilares que sostienen los voladizos, provistos de barandillas de hierro. Es notable arquitectónicamente, pues supone la superposición de varias corralas amplias, pero con una calidad de construcción, diseño y habitabilidad que superaban bastante el nivel socioeconómico de los habituales inquilinos de ese tipo de patios. Se puede considerar el patio de Soto en gran medida como el primer bloque de pisos de Algeciras y desde luego un insólito precedente de esta modalidad arquitectónica, de éxito universal en nuestros días. Actualmente se halla abandonado y en estado ruinoso.

En cuanto a los patios de las viviendas de la pequeña burguesía, es preciso describirlos como un espacio abierto en el interior, rodeado de unas arcadas con arcos de medio punto, escarzanos o de tipo carpanel, raras veces estaban adintelados. No siempre poseían arcos en sus cuatro lados, sino en dos o tres. Se construyeron en las viviendas de la incipiente burguesía algecireña, por las calles más céntricas de casco histórico: Cristóbal Colón, San Antonio, General Castaños (Carretas) o Regino Martínez (Ancha).

En la calle Río podemos encontrar dos patios con arcadas en el interior de ambos edificios. El de la casa n.º 5 solo cuenta con arcos de medio punto y uno carpanel en la mitad de su perímetro y por desgracia el edificio está abandonado y en un lamentable estado de conservación. El patio n. º7 es uno de los más bellos de la ciudad que aún se conservan. Posee arcadas, con arcos de medio punto, en todo su perímetro y en la planta superior sobresalen unas columnas con arcos cegados, aunque se abren unas ventanas, lo cual presupone que antaño estaban abiertas las respectivas arcadas.

Calle Río N.º 7.
Calle Río N.º 7.

En la calle Cristóbal Colón, encontramos tres patios columnados: los de las casas n. º 5 y n.º 13 solo cuentan con arcos de medio punto sobre columnas toscanas, en la mitad de sus lados; mientras que la preciosa casa n.º 11 posee un patio con columnas y arcos del mismo tipo en todos sus lados. Está siendo restaurado espléndidamente este edificio, que fue sede del consulado belga a principios del siglo XX. En la esquina de esta calle con la de Jerez o Ventura Morón, en el n.º 11, se levanta una casona de tres plantas actualmente abandonada que cuenta en su interior con un patio columnado en la mitad de sus lados.

Calle Colón n.º 5.
Calle Colón n.º 5.

El edificio de la calle Ancha o Regino Martínez, en cuya planta baja se encuentra la sede bancaria de Bankinter que databa del siglo XIX, fue reformado y ampliado en una planta más, pero se conservó su patio columnado en el interior, el cual se mantuvo dentro de la sede bancaria hasta que una remodelación lo suprimió.

En la plaza Alta podemos ver un singular patio del más puro estilo gaditano, se trata del que hay dentro del edificio de tres plantas en el n.º 11. Es un pequeño espacio cuadrado con galerías totalmente acristaladas sobre cuatro columnas cilíndricas muy simples. En la casa n.º 4 de la calle General Castaños se abría un patio con cuatro arcadas similar a los antes descritos. Esta casa, que fue vivienda del General Castaños, se demolió a finales del siglo XX y se construyó una nueva edificación en la que se recreó una imitación del citado patio.

También había un patio semejante al del edificio La Escuela en la vivienda contigua, n.º 8 de la calle San Antonio, esquina a la calle Ancha o Regino Martínez. Fue demolida a finales de los años setenta del siglo XX. El edificio de la calle Radio Algeciras n.º 5 también contaba en su interior con un elegante patio columnado. Se demolió a finales de los años setenta del pasado siglo.

En la calle Muñoz Cobos, en el número 10-12, se levantaba la magnífica casa Osteret, con fachadas a la citada calle y a la de Jerez, curiosamente sobre la esquina que formaba el ángulo más agudo del casco histórico. Ello se debía a una vía importante de la ciudad medieval, que comunicaba los dos núcleos más antiguos, o sea, el barrio portuario y la medina que ordenó construir Abderramán I en la cresta del actual cerro de San Isidro, para que fuera la digna capital de una “Kura” o provincia.

La gran casa mencionada, tenía torre de las llamadas “de armador”, utilizada por los propietarios para ver llegar sus barcos, así como numerosos balcones y cierros de rejería, con la mejor serie de toda Algeciras en cuanto soportes de balcón, pero los trabajos de forja ya son otro tema, que trataremos en breve.

En esa casa había un patio rectangular, provisto de columnas toscanas sobre las que volteaban arcos de medio punto en uno de los lados mayores, pero sin embargo las correspondientes de otro lado soportaban arcos mucho más tendidos, prácticamente del tipo “escarzano” (un ejemplo de estos está en la entrada principal de la Capilla de Europa). Esta composición era única en la ciudad.

En esa misma calle se levantaba una casona, contigua a la anterior, en el número 10, que fue sede del entrañable colegio de “los marineritos”, en cuyo interior se abría un pequeño patio con cuatro arcos de tipo carpanel sobre columnas toscanas en sus cuatro respectivos lados. El edificio fue demolido a principios del siglo XXI.

Nos referiremos ahora a los patios pertenecientes a edificios públicos. El más antiguo es el actual Museo Municipal, que antes fue sede de la fundación José Luis Cano, se construyó como hospital de la Caridad u hospital civil en el siglo XVIII, aunque sufrió numerosas reformas y ampliaciones en los siglos siguientes. En su interior se abren dos patios, uno de mayor tamaño que el otro. El primero es de planta rectangular y cuenta con tres lados provistos de arcadas con arcos de medio punto sobre columnas toscanas. Cuando fue hospital estas arcadas estaban cerradas con cristaleras y contaba con parterres con diversas plantas, destacaba un gran ficus, que fue talado no hace muchos años. Está cubierto con una montera y el brocal del pozo que allí había fue traslado al parque de las Acacias. El patio pequeño se encuentra tras la soberbia escalera de estilo imperial, tiene cuatro arcos del mismo estilo.

Antiguo Hospital de la Caridad actual Museo Municipal. El “Patio-Grande”.
Antiguo Hospital de la Caridad actual Museo Municipal. El “Patio-Grande”.

El antiguo hospital militar, que fue sede de estudios universitarios y actualmente se usa para despachos municipales, posee dos patios: uno grande de planta rectangular al fondo de la finca, al que se accede por un zaguán con una puerta de arco de medio punto, y otro pequeño a la entrada del edificio, de planta cuadrada. Actualmente, está formado por una galería sobre pilares de mampostería, cerrada por ventanales.

Originariamente era un patio columnado, como era habitual en las casonas andaluzas del siglo XVIII. Este edificio es uno de los más antiguos de nuestra ciudad, pues ya existía a principios del citado siglo, no obstante, sufrió diversas modificaciones y ampliaciones. Antes de la reforma para adaptarlo a centro universitario tenía en su centro una estatua, esculpida en mármol blanco, del Sagrado Corazón de Jesús de tamaño cercano al natural, sobre un pedestal. Es muy lamentable también el cierre de su capilla y la dispersión de sus imágenes.

Una prueba de la antigüedad del edificio, es que tanto los pavimentos de toda su planta baja como por supuesto los patios, se encuentran actualmente en un nivel más bajo que el de la calle Convento, a causa del recrecimiento sufrido por esta al recibir sucesivas capas de pavimento a lo largo de los siglos XVIII, XIX y XX.

En la calle San Antonio N.º 10, el edificio La Escuela cuenta con un también elegante patio neoclásico con tres arcos de medio punto sobre columnas toscanas en cada uno de sus cuatro lados. En la segunda planta se abre una galería con pilares prismáticos, y tiene el suelo de mármol blanco. Este edificio fue sede la escuela de arte cuando se trasladó desde la calle Rafael de Muro. En los años ochenta, tras varias décadas abandonado, se restauró para ser utilizado como centro comercial. Estuvo abierto muy poco tiempo como tal y actualmente acoge varios despachos del ayuntamiento o de partidos políticos.

Antigua Escuela de Artes en la Calle San Antonio.
Antigua Escuela de Artes en la Calle San Antonio.

En la antes mencionada calle Muñoz Cobos aún se mantiene el edificio que fue antaño sede del Gobierno Militar y años después, de la Comandancia de Ingenieros Militares. En su interior se abre un elegante patio con cuatro arcos de medio punto sobre columnas toscanas, con suelo de mármol blanco. Las arcadas del fondo están cerradas con cristaleras. Un arco carpanel sobre dos columnas precede al patio.

Antigua Comandancia de Ingenieros en la Calle Muñoz Cobos.
Antigua Comandancia de Ingenieros en la Calle Muñoz Cobos.

El patio del palacete Marzales posee unas arcadas en dos de los lados, con arcos de tipo carpanel sobre gruesas columnas. El edificio destinado actualmente a sede de la Mancomunidad de Municipios, conocido como villa Smith, posee en su interior un pequeño patio con cuatro arcos de tipo carpanel sobre sendas columnas toscanas de mármol rojizo. En la última y desafortunada reforma, se demolió la balaustrada que coronaba su perímetro y fue sustituida por una barandilla de vidrio y metal. ¡Increíble!

Patio de la Mancomunidad de Municipios en la antigua Villa Smith.
Patio de la Mancomunidad de Municipios en la antigua Villa Smith.

El distinguido edificio del Hotel Reina María Cristina cuenta con un maravilloso patio interior, de planta cuadrangular, con arcadas en sus cuatro lados, formada por arcos peraltados, cuya luz se cierra con celosías, sobre columnas y pilares que se alternan. Se cubre con un techo en cuyo centro se abre una gran claraboya o lucernario.

Patio del Hotel Cristina.
Patio del Hotel Cristina.

Para concluir, me referiré al patio interior del antiguo edificio del Gobierno Militar, hoy abandonado, al patio neomudéjar del antiguo edificio del Casino y al patio del antiguo Hotel Marina Victoria.

El primero es de planta cuadrangular y tenía unas pérgolas sobre pilastras de ladrillo. Todo su perímetro está rodeado por una galería con ventanales acristalados. El segundo disponía de varias arcadas con arcos peraltados sobre columnas toscanas y desapareció al derribarse el edificio en los años sesenta. El tercero tenía dos arcos de medio punto sostenidos sobre columnas toscanas a cada uno de sus cuatro lados. El edificio fue demolido también en los años sesenta del siglo XX.

Como colofón, me referiré al patio del ayuntamiento o casas consistoriales. Consiste en un espacio abierto en el interior del edificio, de planta rectangular, al que se accede por una portada flanqueada por dos pilastras y dos media pilastras con capiteles de inspiración corintia, sobre un plinto. Alrededor del patio discurre una galería en su piso superior, con barandillas de hierro fundido. A este espacio se abren diversas puertas con arcos escarzanos o de medio punto. Un gran arco escarzano precede a la escalera de tipo imperial que lo comunica con la planta superior. Está cubierto por una montera.

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