El Puerto de Algeciras, clave en la estrategia para convertir a Andalucía en productora de hidrógeno verde
La Junta de Andalucía apuesta por convertir a la comunidad en productora y exportadora de este combustible del futuro
El hidrógeno permite almacenar energía para usarla cuando se necesite y es una opción para reemplazar los combustibles fósiles, aprovechar los excedentes renovables y disminuir emisiones contaminantes. Estas ventajas lo convierten en uno de los puntales de la estrategia de descarbonización europea y Andalucía quiere convertirse en un referente internacional de este combustible del futuro. Para ello, la comunidad autónoma está trabajando para producir a gran escala en los próximos años hidrógeno verde, con el objetivo de distribuir no solo a nivel nacional, sino también exportarlo. Y ahí jugaría un papel clave el primer puerto del país y cuarto de Europa, el Puerto de Algeciras.
El hidrógeno verde, también conocido como hidrógeno renovable, es el producido por electrólisis del agua a partir de electricidad proveniente de fuentes renovables. Este proceso no emite CO2 y transforma el agua en moléculas de gases de hidrógeno y oxígeno. Y, según destaca la Junta de Andalucía en un comunicado, se está trabajando para producir a partir de los excedentes de producción renovables, sobre todo energía solar. Y que utilice tecnología andaluza.
En Andalucía, el hidrógeno puede ayudar a conseguir una movilidad más sostenible, capaz de reemplazar a los combustibles fósiles (mediante pilas de combustible), para descarbonizar el transporte. Pero además, la comunidad tiene un elevado potencial de recursos renovables, con plantas de generación eléctrica con energía eólica, fotovoltaica y termosolar, elevada potencia instalada de biomasa y materias orgánicas de las que extraer hidrógeno. Se aprovecharían los excedentes eléctricos renovables de esas centrales cuando generen más de lo que se demanda, los cuales pueden transformarse y almacenarse, gracias al hidrógeno, en forma de energía, que puede volver a utilizarse para generar electricidad de nuevo (power to power). O se podrían exportar en cisternas o gasoductos y ser los nuevos suministradores de combustible de Europa.
Solo en España, la industria consume anualmente 500.000 toneladas de hidrógeno gris (generado a partir de combustibles fósiles) para la producción de refino de gasolina, amoniaco y etanol, acero, cristal. También en el Campo de Gibraltar, donde Acerinox está empezando a experimentar para sustituir el gas natural por hidrógeno en su proceso de producción, pensando en ese futuro hidrógeno verde.
Andalucía quiere producir y exportar hidrógeno verde aprovechando su potencial renovable y la infraestructura industrial con la que cuenta. Ahí entra en juego el Puerto de Algeciras, el primero del país, que permitiría junto a la infraestructura gasista distribuir el producto.
La región tiene también, empresas especializadas en la obtención y uso del hidrógeno, en el desarrollo de proyectos, fabricación de hidrogeneras y pilas de combustible. Sin ir más lejos, los dos únicos fabricantes en España de electrolizadores (que permiten realizar la electrólisis) están en Huelva y Dos Hermanas (Sevilla).
El futuro del hidrógeno en Andalucía
La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a las consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior y Hacienda y Financiación Europea, explica que ya ha contactado con numerosas empresas, asociaciones y centros tecnológicos con la intención de dar forma a una iniciativa que ayude a coordinar todas las actividades relacionadas con el hidrógeno en Andalucía en el menor plazo posible. "Se trata de constituir un punto de referencia y encuentro que facilite tanto la actividad regional como el impulso de nuestras empresas fuera de nuestras fronteras, involucrando a todo el sector del hidrógeno y con el apoyo firme del Gobierno andaluz", explica la Junta.
Además, "la Agencia ha reforzado su posicionamiento en este sector a través de su participación directa en iniciativas como la Alianza Europea para el Hidrógeno Limpio, que reúne a los principales actores públicos y privados europeos con el objetivo de facilitar el desarrollo y la implementación de la Estrategia Europea del Hidrógeno; y el Partenariado Europeo de Hidrógeno, compuesto por 52 regiones europeas para acelerar la transición a mercado de soluciones innovadoras y promover, entre otras cuestiones, la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación de las diferentes regiones, fortaleciendo la creación de cadenas de valor europeas con capacidad para competir en mercados globales".
Una apuesta europea
Según la Hoja de Ruta del Hidrógeno publicada en octubre por el Ministerio para la Transición Ecológica, para el año 2030 en España, con una inversión de 8.900 millones de euros, podría haber 5.000 vehículos ligeros y pesados, una flota de 150 autobuses, un mínimo 100 hidrogeneras y dos líneas de trenes comerciales propulsados con hidrógeno renovable.
Sin duda, una solución sostenible para descarbonizar la economía. Por eso, el hidrógeno es considerado por la Unión Europea como un elemento clave dentro de sus políticas para lograr la neutralidad climática en 2050, estando previstas numerosas inversiones para reducir su coste de producción y desarrollar infraestructuras que permitan construir el liderazgo de Europa en esta tecnología.
El hidrógeno, más de 200 años después de que Lavoisier le pusiera su nombre (hidro – genes, productor de agua, porque al quemarse es agua lo único que se emite), vuelve a la palestra como piedra angular del cambio de paradigma energético.
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