Aquel Quijote que pasó a ser un emblema

El Quijote a la "grupa" de una vespa de la Escuela de Arte de Algeciras se realizó coincidiendo con la conmemoración, en el año 2005, del IV Centenario de la primera edición de la obra de Miguel de Cervantes. Se trataba de un trabajo de curso, pero con los años se llegó a convertir en un icono no sólo de la Escuela sino de la ciudad.

El pasado mes de julio, como consecuencia de un acto vandálico, "el caballero de la triste figura" apareció sin cabeza y sin la lanza que, siglo tras siglo, le ha ayudado a batirse contra traidores y gigantes. También perdió su brazo derecho. A la nueva dirección del centro le gustaría poder recuperar esta imagen, símbolo de la Escuela. El objetivo es restaurarla siempre que sea posible. Así lo indicó el director, Juan Carlos Pardo.

Carlos Alfonso Ortega es profesor de la Escuela de Arte desde el año 1977 y fue director del centro en el curso 1990-91. Impartiendo clases de lo que antes se denominaba Metalistería Artística (trabajo del metal para obtener objetos artísticos, decorativos y utilitarios), como optativa de Talleres Artísticos de Bachillerato, se le ocurrió realizar la figura de Don Quijote como trabajo de grupo. Entonces se conmemoraba el IV centenario de la obra. "Aprovechando que teníamos la vespa desde hacía tiempo, pues se venía utilizando para otros trabajos", indicó. Con el tiempo, la moto se había deteriorado, y se aprovechó para convertirla en un Rocinante con ruedas.

"Le presenté la idea a mis alumnos, que la aceptaron perfectamente", añadió. Y... manos a la obra. Recabaron información en Internet sobre la figura del Quijote. Se realizaron diferentes plantillas, de papel y cartón, para diseñar la armadura y las diferentes piezas de la escultura. "A cada alumno se le asignó una parte del Quijote". En él trabajaron, Alejo Saura, Gonzalo Periáñez, Sergio San Jorge, Boris Barbudo, Lechugo e Ignacio Álvarez.

Los trabajos se realizaron en el taller de Metalistería, eso sí, en un número de horas muy limitadas. "Yo, por las tardes, venía algunas veces para poder avanzar y terminarlo a tiempo", indicó.

Para la realización de la escultura se utilizó, para la mayor parte de ella, chapa de hierro, si bien, según resaltó Carlos Alfonso Ortega se aprovechó el fondo del tambor de una lavadora, al que se acoplaron adornos, para la realización del escudo. En cuanto a la cabeza, se realizó con chapa repujada. Para el cabello, se utilizaron distintas tiras, también de chapa repujada.

En cuanto a la vespa, se usó tal y como estaba, con la chapa muy corroída por el paso del tiempo. Precisamente, hemos localizado a uno de sus antiguos dueños, Juan Carlos. Según nos explicó, él ya la adquirió en los años 80 y "ya era vieja", indicó. Estuvo en su poder durante muy poco tiempo y la dejó en un garaje. Luego perdió su pista.

Una vez efectuada la obra, a lo largo del curso, fue expuesta en Cádiz, en una muestra colectiva en la que participaron trabajos procedentes de las diferentes escuelas de arte de Andalucía donde, según recordó Ortega, tuvo mucho éxito. Ya posteriormente quedó expuesta en el jardín de la Escuela de Arte de Algeciras, donde permanece desde entonces y aunque ya se nota de manera importante el paso de los años y la incidencia de las inclemencias del tiempo, hoy ya es una parte más de este centro.

La figura, ahora sin cabeza, ni brazo derecho, ni lanza, se mantenía ataviada con una camiseta, a raíz de las protestas en defensa de la enseñanza pública. Su estado es bastante malo, tal y como reconoció el director del centro, quien en su pensamiento está el de intentar lo antes posible recuperarla. Ortega reconoció su mal estado: "el salitre afecta mucho", dijo, considerando que el taller de metalistería ya no existe y, en fin "su restauración sería algo complicada. Es una obra que se hizo en su momento y, ya pasó su tiempo", consideró".

De momento, el profesor no sabe si se restaurará o no la figura del Quijote que, según insistió, está muy deteriorada por el paso del tiempo.

A mediados del mes de julio, la imagen apareció descabezada, con el brazo partido y sin lanza. Al parecer, alguien se introdujo en el jardín salvando la verja de separación y se ensañó con la obra. Fueron los operarios que entonces venían ejecutando los trabajos de rehabilitación de la Escuela quienes comunicaron el hecho a la dirección del centro. Entonces, se interpuso la correspondiente denuncia ante la Policía.

El brazo derecho del Quijote se encontró, roto, en el suelo junto a la estatua. Al día siguiente fueron los trabajadores de la limpieza municipal quienes localizaron la lanza en un contenedor próximo. Un día después, la cabeza apareció junto a la estatua. El director cree que, en este caso, las redes sociales pudieron hacer cambiar de opinión al "gamberro".