El Saladillo sobrevive bajo el 'estigma' de la barriada conflictiva

El Saladillo se ha convertido con el paso de los años en una barriada "estigmatizada" por la delincuencia y el narcotráfico. Los dos tiroteos en apenas 15 días dejando un muerto y dos heridos han hecho saltar de nuevo las alarmas en cuanto a su inseguridad. Una mala fama que persigue a sus vecinos por una simple minoría y que, con datos reales sobre la mesa en cuanto a índices de conflictividad, no difiere en absoluto de otras zonas de la ciudad que por densidad de población incluso pueden concentrar más.

El 7,97% de los hechos delictivos registrados por la Policía Nacional en la ciudad en lo que va de año, según fuentes oficiales de la comisaría de la localidad, se concentran en la zona de El Saladillo, que no sólo abarca para los efectivos esta barriada, sino que se une también Gesto por la Paz, Pescadores, Convoy y Rayos X. En la mayoría de los casos los delitos o faltas son contra personas, por coacciones o amenazas, no contra la propiedad. Las calles Antonio Machado y Federico García Lorca son las que más concentran en este núcleo poblacional, aunque por evidencia al ser ambas las más grandes y de mayor número de residentes.

Contra El Saladillo, sin embargo, juega muy en contra la "propaganda" ciudadana y mediática, que usa el nombre de la barriada para focalizar un punto de la ciudad en el que subyace el narcotráfico, las reyertas y la delincuencia al uso. Sin embargo son muchas las voces de vecinos, residentes de toda la vida, de trabajadores o estudiantes que recuerdan que no todo es lo que parece, aunque lo que se muestra parece ser lo único que se ve. Y ahí también reivindican más presencia policial, más vigilancia y seguridad.

El Cuerpo Nacional de Policía despliega en la barriada, así como en otros núcleos urbanos como La Bajadilla, El Cobre o la zona baja del centro, una brigada denominada Unidad de Reacción y Prevención (U. R. P.). Se enfoca de forma específica a la seguridad ciudadana, similar a los que se conoce como "antidisturbios".

Esta brigada actúa según se les requiera o en respuesta a los puntos en los que se advierte mayor conflicto. Realizan un despliegue heterogéneo por la localidad con controles y patrullas y hay unidades de investigación. "El Saladillo no es conflictivo desde el punto de vista policial", reconoce el comisario jefe de Algeciras, Pedro Ríos, que añade que "no se puede estigmatizar a la barriada". No obstante, tampoco se puede negar que circulen armas ilegales, por lo cual ha habido detenciones, aunque no se pueden adquirir con la misma facilidad que hace algunos años, y de hecho en los controles se buscan tanto drogas como armas, siendo una atención permanente.

El Saladillo posee una idiosincracia particular en el marco de Algeciras. Es una barriada multicultural, entre etnias y diferentes nacionalidades, con una convivencia buena, sólo empañado por un grupo minoritario que provoca peleas entre familias. En este punto, reconoce Ríos, que son muy importantes las políticas de integración que deben promoverse desde Bienestar e Igualdad Social. Los problemas de El Saladillo no son exclusivamente competencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, ni siquiera debería considerar se la mejor solución, plantea.

Los efectivos de Atención Ciudadana trabajan permanentemente ayudando a los ciudadanos, incluso como mediadores sociales. Y se acumulan muchos delitos o faltas que se tramitan por la vía penal cuando son casos que podrían derivarse por lo civil. Es imposible prevenir para la Policía que dos vecinos se lleven mal o que un hijo toxicómano amenace a su familia. De ahí que se esté trabajando en la creación de una figura que se convierta en "mediador social" entre problemas vecinales, para ayudar a restablecer la convivencia y evitar que se recurra a la vía penal.

Ríos subraya en este sentido que los hechos de El Saladillo no se dan únicamente en esta zona. Ha habido apedreamientos también en los alrededores de la plaza de toros y tiroteos en la barriada de El Rinconcillo hace apenas un año. Por ello, aboga por afrontar el problema de forma multifactorial impulsando medidas sociales que favorezcan la convivencia.

Otro factor de vital importancia y de gran ayuda para la Policía Nacional es la colaboración de los ciudadanos. Cuando ocurre algo muchos por miedo y otros por empatía "con los malos" prefieren guardar silencio. El comisario hizo alusión por ejemplo al tiroteo del 12 de julio en el que se encontraron que en la escena del tiroteo se habían recogido las vainas cuando los efectivos llegaron, lo cual se convierte en un obstáculo para la investigación. Por lo que pidió más concienciación ciudadana, ya que se puede advertir de muchos problemas con una llamada telefónica sin necesidad de identificarse.

El comisario de la Policía Nacional destacó además la preocupación manifiesta que en los últimos tiempos ha expuesta para que se incremente la colaboración con la Policía Local. "La sinergía hace que el resultado sea mucho mayor". De ahí que surjan numerosos controles conjuntos para la prevención.

Además de que los agentes locales se convierten en los ojos y están en constante comunicación para cruzar información que a ambos Cuerpos pueda ser de utilidad.

En referencia a los datos a nivel local, no centrándose únicamente en la zona de El Saladillo, se percibe un aumento del 1% de las denuncias por violencia sexista en lo que va de año. En cualquier caso no significa únicamente que se den más casos, sino más bien que hay más conciencia de denunciar y, en el caso de la población inmigrante, encuentran en España más facilidad para ser escuchados que en sus países de origen. Sin embargo, la tasa de criminalidad si desciende en Algeciras, lo cual se consiguió el año pasado y en lo que va de año se prevé una tendencia similar.

Este diario intentó destacar también si existe algún dispositivo especial de vigilancia de la Policía Local en El Saladillo sin que se ofreciera ninguna información al respecto.