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El Sexenio Revolucionario (1868-1874): La Perseverancia y la Gloriosa

Historias de Algeciras

Mientras la reina Isabel se acercaba al final de su reinado, la plaza de toros de Algeciras echaba a andar iniciando su leyenda

El Sexenio Revolucionario (1868-1874): Algeciras manifiesta sus aspiraciones políticas

Plaza de toros de La Perseverancia de Algeciras / E. S.
Manuel Tapia Ledesma

26 de marzo 2023 - 03:00

Y mientras a nivel nacional se intenta consolidar el nuevo sistema a nivel local prosigue la represión del contrabando, como así informa la máxima autoridad militar de la zona. El Excmo. Sr. Comandante General del Campo de Gibraltar, dá cuenta de los escándalos que han ocurrido en Algeciras por la venta de tabaco y de haberse restablecido el órden con la fuerza que se facilitó para este objeto.

Aquel estado de inseguridad ciudadana, no era óbice para que los vecinos de nuestra ciudad siguieran exigiendo la defensa de sus derechos ante la Administración. El algecireño Francisco Giménez Carretero de profesión matarife promovió expediente para reclamar cierta cantidad como rematante del derecho de degüello en Algeciras.

Prosiguiendo el consultado documento, se dió cuenta de las diligencias preliminares que remite el Alcalde de Algeciras p(a.) la subasta del arbitrio municipal del derecho de degüello de reses para el año económico de 1869 á 70, apareciendo que la Municipalidad ha determinado que en vez de servir del tipo para la subasta el resultado que arroja el año común del último quinquenio que asciende á la cantidad de 1.416 escudos 790 milésimas, lo sea la suma de 1.327 escudos ó sean 89 escudos 790 milésimas menos de las primeras, cuya rebaja se funda en que desde el año anterior hasta el día ha disminuido el vecindario disminuyendo también la matanza de reses. Tanto por encontrarse las actuaciones instruidas con arreglo á la ley como porque las razones que se alegan para modificar el precio de la subasta son atendibles [...] se acordó aprobar dichas actuaciones y ordenar se devuelvan al Alcalde para que las estime.

En la misma cartera de escrito remitidos por las nuevas autoridades revolucionarias provinciales, y junto a la resolución sobre el derecho de degüello se acompaña: Encontrándose arreglada las diligencias preliminares instruidas por el Ayuntamiento de Algeciras para proceder á las subasta en arrendamiento del arbitrio del uso voluntario de pesos y medidas durante el año económico de 1869 á 70 [...] se acordó aprobarla y que se devuelvan al Alcalde para su estimación.

No le resultaría fácil al septembrino consistorio finalizar el procedimiento solicitado: Habiéndose publicado por dos veces la subasta del arbitrio municipal del derecho de degüello de reses en Algeciras durante el próximo año económico sin que haya obtenido licitación, se acordó, de conformidad á lo que dispone la circular de 8 de Agosto de 1860 autorizar al Municipio para que administre este servicio, si bien advirtiéndole queda excluido por el año corriente de la tarifa aprobada en 1860 los cerdos que se degüellen en la localidad.

Mientras las nuevas autoridades municipales algecireñas -con gran presión republicana-, aprobaban nuevas medidas económicas para el bien de la ciudad, para el resto de la nación fueron revolucionarios días de desorden y semanas de duros enfrentamientos políticos, no solo entre progresistas y monárquicos-borbónicos, sino también entre los propios partidos liberales. Más de un algecireño se preguntaría "¿cuándo empezó el fin para Isabel II quién pasó de tomar populares baños de mar en las vascas playas de Lequeitio a cruzar privadamente la frontera hispano-francesa?". Muchos fueron los motivos que alegaron los seguidores de Prim y resto de conjurados para tal levantamiento; siendo la guinda quizá el masivo fusilamiento que se produjo en 1866 de 66 militares -la mayoría sargentos- destinados en el madrileño cuartel de artillería de San Gil, y casi 20 días más tarde que la fecha de inauguración del muy querido por los algecireños coso de La Perseverancia.

Las penas impuestas a los suboficiales y clase de tropas sublevadas se ejecutaron a comienzos del mes de julio, casi un mes más tarde de los sonoros aplausos que el día de la inauguración de la nueva plaza algecireña recibieron desde los nuevos tendidos los diestros Antonio Sánchez El Tato y Ángel López Regatero, no siendo afortunadamente coincidentes en el tiempo las alegres jornadas vividas en Algeciras con los tristes días que sufrió la villa y corte aquel, siempre, caluroso verano del 66.

Arbitrio municipal para derecho de degüello años 1869 y 1870. / E. S.

Dos años más tarde, concretamente el 24 de septiembre de 1868, Juan Prim, tras dejar atrás el fondeadero de Algeciras y a bordo del navío Zaragoza -acompañado por el Villa de Madrid- pondría rumbo en dirección a Ceuta para liberar a los sargentos allí encarcelados tras ser condenados por el reseñado pronunciamiento llevado a efecto en San Gil.

Se dijo, para agravar aún el más el funesto papel que la corona jugó aquellos violentos días, que la literaria Reina de los tristes destinos, le insistía al general O’Donnell: ¡Fueran fusilados todos los detenidos!, recordando en su vehemente actitud al ¡Que le corten la cabeza! de la reina de corazones que un año antes (1865) había creado el británico Lewis Carrol para su Alicia en el país de las maravillas; respondiéndole el laureado y experimentado militar: ¿No ve la Señora que si se fusilan a todos los soldados detenidos va a derramarse tanta sangre que llegará hasta su alcoba?.

Y así, mientras nuestra reina de corazones, al parecer, ponía freno a su sed de venganza tal vez más preocupada por mantener impoluto su popular lecho, en nuestra ciudad y al cabo de un mes más tarde, aún se comentaban las taurinas jornadas vividas aquellos primeros días de aquel asonado mes de junio.

Los toros lidiados por primera vez en La Perseverancia fueron de la ganadería de Andrades y, a pesar de que durante los días previos al festejo la lluvia caída bien pudo hacer efectiva la consabida frase de Y si el tiempo no lo impide, la fiesta se pudo desarrollar. Sea como fuere, aquel 3 de junio de 1866, casi un mes exacto antes de la algarada en el madrileño cuartel, el por entonces alcalde de Algeciras, el monárquico e isabelino don Gaspar Segura -persona non grata para el mundo del contrabando- presidió el festejo e hizo los ademanes propios para que diera comienzo la primera corrida inaugural del que con los años, se convertiría en emblemático templo taurino. Al mismo tiempo que el algecireño coso emprendía su mítico caminar, a Isabel II tan solo le restaban dos años para poner punto final al suyo como reina.

Mientras la borbónica reina -sin intuirlo-, se acercaba lentamente a su fin como monarca, en nuestra ciudad son examinadas las diligencias preliminares para la subasta de la limpieza pública durante el año económico próximo de mil ochocientos sesenta y nueve á setenta de la Ciudad de Algeciras. Finalizado...Dada cuenta del expediente de subasta del servicio de la limpieza pública de Algeciras para el año económico pr(mo). Rematado en últ(o). juicio á favor de D. Ant(o). Medina en la cantidad de 398 escudos [...] se acuerda aprobar dicho remate y devolver el expediente al Alcalde para que con arreglo a las condiciones del contrato se proceda á exigir la fianza al contratista, atemperándose en los demás á lo que dispone la legislación vigente.

En el mismo contexto municipal también se contempló: Las diligencias preliminares para la subasta del alumbrado público de la Ciudad de Algeciras durante el año económico próximo. Así se concluyó el expediente remitido a la autoridad provincial: Examinado expediente de subasta del servicio del alumbrado público de la Ciudad de Algeciras [...] ha sido rematado á favor de Don Francisco Fuillerat en la cantidad de 2.926 escudos [...] se acuerda aprobar dichas actuaciones y que se devuelvan al Alcalde para que proceda á exigir la correspondiente fianza al contratista atemperándose en un todo á lo que dispone la legislación vigente.

Examinadas las diligencias preliminares que remite el Alcalde de Algeciras para la subasta del servicio del ramo de fontanería durante el año económico próximo de mil ochocientos sesenta y nueve á setenta [...] se acuerda aprobar dichas diligencias. Consumado el procedimiento... Examinado el expediente de subasta del servicio del ramo de fontanería en Algeciras, para el próximo año económico [...] se acuerda aprobar el remate á favor de D. Ramón Garcés Romero, como mejor postor en la cantidad de 334 escudos.- Se acordó así mismo que no habiendo manifestado el Alcalde al remitir la diligencia, si ha tenido ó no en cuenta lo que se le previno en 1º de M(zo).- últ(º). acerca de las obras de acueductos de fuentes públicas, se le recuerda dicha órden á fin de que quede sin efecto la aprobación del remate, siempre que con acuerdo del Municipio se considere que pueda ocasionar perjuicio al mal estado de las cañerías.

Autorización para que Algeciras administre el servicio de degüello. / E. S.

Por otro lado, y respecto á la observación que hace el negociado relativa á las obras de acueductos de fuentes públicas, se prevenga al Ayuntamiento tenga presente lo que sobre el particular le fue comunicado en veintitrés de Diciembre último, cuyo particular se haga constar en su expediente respectivo.

En el mismo ámbito administrativo y dentro de las municipales competencias, examinadas las diligencias preliminares para subastar el suministro de raciones á los pobres de la cárcel del partido judicial de Algeciras, durante el año económico de 1869 á 70 [...] se aprueba el pliego de condiciones sin variación alguna por la clase de servicio de que se trata y deben ser las proporciones á la baja. Continuando el despacho de oficios...Visto el expediente para la subasta del uso voluntario de pesos y medidas correspondiente á la Ciudad de Algeciras y año económico de 1869 á 70 [...] se aprueba el remate celebrado en su último juicio á favor de D. Andrés Sainz Arguiaga por la cantidad de 895 escudos 400 milésimas, acordando se devuelva el expediente al Alcalde para la celebración de la correspondiente escritura.

De regreso al camino del adiós de Isabel II a su particular país de las maravillas en una pequeña y lejana ciudad belga llamada Ostende, un grupo de españoles representantes de los Partidos Progresista y Demócrata, firmaban un acuerdo que daría lugar dos años después a La Gloriosa, señalándose básicamente como objetivos: 1º.- Que el objeto y bandera de la revolución en España es la caída de los Borbónes. 2º.- Que siendo para los demócratas un principio esencial de su dogma político el sufragio universal, y admitiendo los progresistas el derecho moderno constituyente del plebiscito, la base para la inteligencia de los dos partidos fuera por un plebiscito si las circunstancias no se oponían a ello, o por unas Cortes Constituyentes elegidas por un sufragio universal se decidiría la forma de gobierno que se había de establecer en España, y siendo la monarquía la dinastía que debía reemplazar a la actual. Y 3º.- Que se reconocía como jefe y director militar del movimiento al general Prim, que podría emplear en lo que juzgara conveniente a los presentes y sus amigos.

Y mientras en Algeciras transcurría la vida con el taurino y local pensamiento de repetir en futuras ferias las memorables jornadas vividas dos meses antes en el nuevo coso, otros españoles planificaban otro esperanzador futuro para su país. Nacía la leyenda de La Perseverancia y se engendraba la de La Gloriosa.

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