Vecinos de la calle Teniente Riera de Algeciras denuncian la situación "insostenible" que viven con un edificio okupa
SUCESOS
Aseguran que la antigua pensión Trujillo se ha convertido en un punto de venta de drogas y prostitución sin ningún control
"Hasta que aquí no pase algo realmente grave, las autoridades no van a tomar cartas en el asunto", advierten
Seis detenidos y cuatro víctimas liberadas en una operación contra la explotación sexual
Desalojado un edificio en Algeciras por un incendio en una vivienda
Los vecinos de la calle Teniente Riera de Algeciras, en el entorno del mercado Ingeniero Torroja, llevan años sufriendo los graves problemas de convivencia y salubridad que genera el bloque de pisos del número 8, conocido hace tiempo como pensión Trujillo.
Punto de venta de drogas y prostitución
En una denuncia interpuesta ante el Ayuntamiento de Algeciras, de la que no han obtenido respuesta y a la que ha tenido acceso Europa Sur, los presidentes de los edificios colindantes denuncian peleas continuas, gritos, ambiente violento y varios conatos de incendio. Aseguran, además, que la antigua pensión Trujillo funciona como un punto de venta de drogas y prostitución que no cumple con ningún requisito ni como hostal ni como vivienda, por lo que solicitan su cierre inmediato.
"El legítimo dueño del edificio ni siquiera vive allí porque está en la cárcel", cuenta una vecina. "Esto se ha convertido en un piso okupa, en tierra de nadie, sin licencia alguna. A diario, realizamos denuncias vía telefónica a la Policía Nacional. La Local ya ni viene. Es necesario que este piso se desaloje, se tapie y que los servicios sociales se encarguen de sus residentes", pide desesperada. Sus habitantes son personas con pocos recursos y que sufren problemas de drogadicción.
"Hay un grupo formado por unas tres mujeres jóvenes que es el más problemático", relata esta testigo, que lleva una década viviendo en la calle Teniente Riera. "Durante la pasada Feria de Algeciras, una de ellas se subió a una de las ventanas y se puso a caminar por el poyete. En el último año, se han producido tres desalojos por incendio y el patio trasero es una pocilga de basura, trapos y cables. Por no mencionar los gritos a todas horas", se lamenta, a la vez que critica que las cámaras de seguridad instaladas en el Barrio de la Caridad "sirven de poco si después no se actúa".
Una calle con problemas
Estos vecinos también lucharon en su día contra el mercadillo ilegal de productos usados, en su mayoría recogidos de contenedores cercanos, que se formaba cada tarde en las calles Teniente Maroto y Riera, y que finalmente fue desmantelado por el Ayuntamiento en 2020.
Precisamente en junio de ese mismo año, la Policía Nacional liberó a cuatro mujeres que eran forzadas a prostituirse en la pensión Trujillo, a la vez que detuvo a seis personas como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos con fines de explotación sexual, lesiones y amenazas.
La Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental de la Comisaría de Algeciras tuvo conocimiento de los hechos cuando una de las jóvenes prostituidas consiguió escapar de la organización, tras haber recibido una brutal paliza.
El cabecilla de la red, un ciudadano español de 54 años y propietario de la pensión Trujillo, fue metido en prisión, donde continúa a fecha de hoy, mientras que el edificio, que pasó un tiempo precintado, continúa utilizándose como hostal ilegal o piso okupa ante el estupor del vecindario.
"Hasta que aquí no pase algo realmente grave, las autoridades no van a tomar cartas en el asunto", advierten. "Suena muy mal decirlo, pero Yassine Kanjaa también vivía en una casa abandonada del centro" a la vez que lamentan los tiempos medios de duración de los procedimientos judiciales, tan altos, especialmente en las órdenes de desahucio.
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