Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
135 peldaños son los que nos separan desde la calle hasta las campanas de la torre de Nuestra Señora de La Palma. Podemos hablar de la campana dedicada a San Pedro, María Auxiliadora (ambas tocan los cuartos), San Eduardo, y San José, todas ellas datadas en 1908; La dedicada a La Palma, es de 1868, es la que suena en las horas y es la de mayor tamaño. Hay otras, como la dedicada al patrón de la ciudad, San Bernardo, que es de 1947.
A pesar de la singularidad de esta visita, tanto por poder ser testigos del tañer de estas estructuras que acompañan a la torre, como por poder conocer la interesante historia del reloj de boca de su relojero mayor, José Luis Pavón Manso, no son muchos los algecireños que han subido a la torre. Ahora, gracias a la iniciativa Algeciras en Domingo, que auspicia la delegación de Turismo, se abre una oportunidad para poder conocer de cerca el funcionamiento de su reloj, obra diseñada en 1741 por George Gram, e instalada en 1804, una vez construida la torre.
La maquinaria de este reloj, de 3.972 piezas, mantiene todos sus componente originales, siendo su estado actual, tras la restauración llevada a cabo en el año 1998, el mismo que mostraba en el siglo XVIII. Su peso es de 2.200 kilos.
José Luis Pavón nos invita a acercarnos al corazón del reloj, a su maquinaria. Hay que subir para verla 108 peldaños, pero recuerda que no hace falta subirlos de golpe, ya que en distintos niveles nos encontramos con un total de cinco habitáculos, uno de ellos el taller del relojero, donde también se aporta información al visitante.
El relojero mayor, que en alguna ocasión aislada, hace de cicerone para amigos, conocidos y personas interesadas, incide en que son muy pocos los algecireños que conocen la torre y su reloj, quizás, sólo entorno al diez por ciento. Ahora las personas interesadas pueden concertar la visita en el teléfono 607416818, siendo totalmente gratuita. La primera actuación programa se llevó a cabo el domingo pasado.
Para el próximo, se espera contar con un grupo de unas diez personas, "la cifra ideal para poder realizar la visita sin problemas" por lo reducido de este habitáculo. El Ayuntamiento de Algeciras ha contratado un seguro ante cualquier tipo de incidencia. "Una persona se puede torcer un tobillo", comenta Pavón. A pesar de todo, merece la pena subir hasta arriba y observar desde el campanario la ciudad a vista de pájaro.
Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com
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