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La XXXI Palma de Plata honra la figura del jerezano Moraíto Chico

Flamenco

Una vez al año los flamencos de Algeciras, sin sede fija, se citan y llenan el Teatro Florida en torno a un mito del Arte Jondo

Un toque que salía de las tripas

Algeciras concede la Palma de Plata 2023 a Moraíto Chico a título póstumo

Paco de Lucía tomará parte en los conciertos de tributo a Moraíto Chico

La entrega de la Palma de Plata de ALgeciras. / Jorge Del Águila
Fernando Silva

18 de noviembre 2023 - 23:13

Los flamencos de Algeciras rindieron homenaje a título póstumo en la noche de este sábado a Manuel Moreno Junquera, Moraíto Chico, guitarrista jerezano cuyo trabajo y figura perdura como referencia de su saga, la de los Morao, y de su ciudad, Jerez, y de su barrio de Santiago como punto cero. Uno de sus más directos herederos, su hijo Diego, faltó finalmente a la cita por un percance personal, una mala noticia, un ausencia que rebajó las expectativas sobre el espectáculo artístico.

Todos sabemos que un homenaje es una oportunidad para recordar y reflexionar sobre la acción, sobre la obra de la persona a la que se le rinde tributo, y también para revindicar, en este caso, las maneras de tocar y al propio instrumento, la guitarra, en la ciudad que vio nacer a Paco de Lucía. Moraíto Chico tocaba gitano, según coinciden en afirmar aficionados y reconocidos críticos e investigadores del flamenco. Si a esa calificación unimos Jerez tenemos la definición completa, construida por la suma de su apellido –toda una saga-, su ciudad y sus maneras personales de entender el reconocimiento que se le ha rendido en la ciudad de Algeciras, esta en la que vio la luz Paco de Lucía, otro guitarrista que comprobó virtudes en su homónimo jerezano.

Recomendable siempre, en ocasión como esta, leer la revista Al-Yazirat, única en el año y dedicada a este evento flamenco algecireño. Vuelve a cumplir como referencia, singular y preciada, en el mundo flamenco para la expresión de los juicios que construyen historia y empaque para un arte no sobrado de publicaciones que lo analicen y lo enriquezcan.

La noche se abrió con jóvenes cantaores del Campo de Gibraltar, de La Línea de la Concepción, por más señas. Juan José de la Orilla, "de la orilla que llega a la calle Río", en Algeciras, como conciliaron en componer entre lo que decía el presentador, Manuel Martín, y señaló una voz anónima desde la zona del público. A la guitarra, Juan Benjumea, que recuerda en su acompañamiento, entre acordes, silencios y traste al modo de Jerez. Grito profundo el de Juan José, por seguirilla, a quien sigue El Purili, que entona una soleá por bulerías, lo que en Jerez se conoce como bulerías para escuchá.

Y luego, bulería de Juan José de la Orilla, con palmas a buen compás, para rematar por el mismo palo El Purili, que de pronto se arranca a bailar, a dar sus pataítas, como también hacía Moraito cuando no tenía guitarra entre sus manos y la ocasión le apetecía o lo recomendaba.

Una vez terminada este primer momento de cante, toque y baile, llega la hora del reconocimiento público a Moraíto Chico, en forma de obra pictórica de Manuel Pavón y trofeo. Recogen Manuel, hijo del homenajeado, su viuda y otros miembros de su familia. “Ninguno fue más que él”, dice Manuel Martín. Entonces la organización anuncia que no actuará Diego del Morao por un accidente que le tiene con un brazo lesionado.

Por cierto, la Palma de Plata Ciudad de Algeciras ha reconocido a figuras como Fosforito, Caracol, Chano Lobato, Lebrijano, don Antonio Mairena y así podía continuar la serie con Manuel Moneo, Manuel Morao, Antonio El Pipa, Manuela Carrasco, con parada quieta y señalada para paisanos algecireños, de “nacencia o procedencia”, como Paco de Lucía, Andrés Rodríguez, Tío Evaristo, Luis Soler, Tío Mollino o José El Pañero.

Vuelve el cante con Luis Moneo, acompañado a la guitarra por su hijo Juan Manuel. Arranca por soleá, canta templao y afinado, con sumo gusto, para seguir por seguiriyas dedicadas a su hermano Juan El Torta. Moneo, después de quejarse de que "cada vez se van más", canta enorme de gusto y compás, eco puro de la Plazuela jerezana el suyo. Termina nada menos que por unas tonás lacerantes. Cante de muchos quilates, siempre cerca de la verdad y la autenticidad flamencas

La noche termina en fiesta por bulerías, ¿cómo no?, con la guitarra de Pepe del Morao, sobrino de Moraíto, acompañado de su elenco.

Por una vez en el año los flamencos de Algeciras, sin sede fija, se citan y llenan el Teatro Florida.

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