Una nueva alerta del FBI permite incautar 1.595 kilos de cocaína en el Puerto de Algeciras
ANOM, la aplicación espía
La Policía Nacional y Aduanas hallaron la droga oculta en un contenedor con piñas procedente de Costa Rica
Algeciras/El Puerto de Algeciras ha sido escenario de un nuevo y gran golpe policial contra el tráfico de cocaína con la aprehensión de un alijo de 1.595 kilos de cocaína ocultos en un contenedor con una carga declarada de piñas. El buque que lo transportaba era el Olivia I. Este arribó a los muelles algecireños el 10 de mayo tras haber partido el 30 de abril del puerto de Moín, en Costa Rica.
El operativo se activó como consecuencia de la alerta dada por el FBI (gracias a su aplicación espía ANOM) y desarrollada con éxito por agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y del Cuerpo Nacional de Policía, que procedieron a la apertura del cajón el 11 de mayo.
Fuentes de la investigación han confirmado a Europa Sur que la operación continúa abierta a la espera de detenciones en relación con estos hechos, los cuales no tienen, en principio, relación alguna con los 28 arrestados por la Guardia Civil los pasados días 8 y 9 de junio en el marco de la Operación Jumita. En ese caso se trataba de una gran organización de narcotraficantes que se dedicaba igualmente a la introducción de grandes cantidades de cocaína en contenedores a través de las instalaciones portuarias algecireñas. El hallazgo de 1.616 kilos de cocaína de esa red el pasado 29 de abril fue clave para la práctica de dichas detenciones.
El denominador común de ambas operaciones es la colaboración prestada por la Oficina Federal de Investigaciones estadounidense a las autoridades españolas y otras a escala mundial en el ámbito de la lucha contra el tráfico de drogas. El FBI ha tenido acceso directo a millones de conversaciones y mensajes de decenas de organizaciones criminales gracias a la instalación en los teléfonos móviles usados por estas de una aplicación espía denominada ANOM.
La información suministrada por el FBI a la Policía Nacional, que requirió el apoyo de Aduanas dentro del Puerto de Algeciras, daba cuenta tanto de los detalles sobre la llegada de la droga como sobre la distribución que de ella pretendía hacer la red criminal una vez estuviese en su poder.
ANOM fue creada a instancias del FBI por un informático con causas pendientes con la Justicia de EEUU y que accedió a colaborar a cambio de una reducción de condena. Una vez listo el citado programa, el servicio de información estadounidense hizo que fuese instalado en miles de teléfonos, distribuidos posteriormente entre las organizaciones criminales. Todas las comunicaciones mantenidas por estas, lejos de ser opacas como creían sus miembros, eran conocidas al detalle y al instante por los investigadores.
ANOM estuvo operativa desde 2018 hasta el pasado 8 de junio, fecha en la que caducó la autorización otorgada por un fiscal de EEUU para la interceptación de esas comunicaciones. No fue casual, por tanto, que la fase operativa de la Jumita se iniciase justamente ese mismo día, cuando los teléfonos con la app espía dejaron de funcionar simultáneamente en todo el mundo.
Solo en el Campo de Gibraltar, el FBI accedió durante meses a los mensajes y llamadas de un millar de teléfonos vinculados a grupos de narcotraficantes que habían adquirido teléfonos con ANOM, según desvelaron a esta redacción fuentes de la investigación. Fruto de ello es la interceptación de los 3.211 kilos de cocaína que suman las dos operaciones descritas.
Blanqueo de capitales
La Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar y la Guardia Civil trabajan actualmente en varios frentes. Además de la localización y arresto de los integrantes de los grupos criminales implicados que siguen en paradero desconocido (para lo que se han cursado las correspondientes órdenes de detención internacional) otro frente de batalla es la detección del dinero obtenido por las redes y sus métodos de blanqueo de capitales.
En el caso de los implicados en la Operación Jumita, la red habría hecho llegar sus ganancias a Brasil, Colombia, Panamá y Dubai, país este último donde uno de sus responsables es titular de algunas empresas, aunque otra parte pudo ser convertida en criptomonedas. Solo en los 35 registros practicados los días 8 y 9, los agentes hallaron 16,5 millones de euros en efectivo.
Como adelantó esta redacción, las escuchas telefónicas y los mensajes entre los miembros de las redes, unidos a los seguimientos y las investigaciones de la Guardia Civil, determinan que los delincuentes contaban con diversas fórmulas para blanquear el dinero. Una de ellas era su conversión en monedas digitales o divisas alternativas y, de hecho, se constató cómo uno de los líderes del clan, José Carlos S.C., mantuvo una reunión con un conocido experto en la materia.
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