El antiguo asilo espera su momento

El emblemático edificio, situado en una de las mejores zonas de Algeciras, va a cumplir seis años cerrado El Ayuntamiento aspira a rehabilitarlo en cuanto el presupuesto lo permita

Entrada al antiguo asilo San José.
Entrada al antiguo asilo San José.
D. C. Algeciras

09 de agosto 2016 - 01:00

Es uno de los edificios referenciales de Algeciras y, si no se encuentra en la zona más privilegiada de la ciudad, sin duda está entre las mejores. Se trata del antiguo asilo San José, que el próximo noviembre cumplirá seis años cerrado. Una joya patrimonial que está sin uso debido a su estado de deterioro, que hace que sea muy cara su puesta a punto para que pueda estar a disposición de la ciudadanía.

En la popular plataforma change.org se ha lanzado recientemente una iniciativa que propone que el antiguo asilo sea rehabilitado como un auditorio y que éste lleve el nombre del más grande artista que ha dado la ciudad, Paco de Lucía. La idea sirve para posar la atención en un inmueble que desde su atalaya ve pasar el tiempo a la espera de que llegue su momento.

El Libro de Actas Capitulares del Ayuntamiento de Algeciras recoge que en la sesión del 8 de septiembre de 1905 se aprobó la colocación de la primera piedra del asilo. No fue hasta 1914, sin embargo, cuando comenzó a funcionar, regentado por las Hermanas de los Ancianos Desamparados. Al inmueble -en los altos del Calvario y diseño de William Thomson, también el arquitecto del hotel Anglo-Hispano- se trasladaron las hermanas desde el antiguo hogar de la calle Sol.

Con posterioridad el edificio fue objeto de sucesivas ampliaciones y en sus últimos días la residencia acogía a más de 150 ancianos. En 1999 el asilo pasó a propiedad municipal tras un convenio con la congregación. En contraprestación la ciudad cedió a las religiosas el terreno de San García donde se construyó el nuevo.

El tiempo no perdonó a la piedra y a comienzos del mes de noviembre de 2010 los técnicos municipales aconsejaron la clausura del edificio por no reunir las condiciones de habitabilidad mínimas. Dentro mantenían su sede la tertulia cofrade La Levantá y la Asociación de Belenistas. El inmueble se cerró y el Consistorio realizó los trabajos oportunos para garantizar la seguridad de la construcción.

Lo que resistió del edificio fueron sus alas, pero porque fueron restauradas. En una de ellas sigue la sede de la coordinadora Barrio Vivo. En la otra se instaló la Escuela de Turismo y Trabajo Social y, después de unas nuevas obras, ahora se encuentra en el lugar la sede de la Escuela Oficial de Idiomas.

Entre un ala y otra se yergue la reconocible fachada del antiguo hogar San José, coronada por una cruz que ha soportado los embates de los días y del Levante. Una valla metálica impide que algún incauto se pueda acercar. El enlucido se ha rendido en el área más cercana a la sede de Barrio Vivo y ha dejado asomar la silueta de los ladrillos. Hay ventanas rotas, persianas desvencijadas y las palomas revolotean tranquilas en la sombra.

En su momento la situación del inmueble fue objetivo de denuncias públicas por el estado que presentaba. En abril de 2011 la Coordinadora en Defensa del Patrimonio (Codepa) incluso registró una ante el juzgado. Invocó la Ley 7/2002, de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA), y consideraba que el Ayuntamiento la había infringido por no cumplir su deber de mantener el inmueble en condiciones de seguridad, salubridad y ornato público, realizando los trabajos y obras precisos para conservarlo o rehabilitarlo. La concejalía de Patrimonio argumentó que no se trataba de un inmueble catalogado ni protegido y que su deber residía en velar por que cumpliera las condiciones exigidas de seguridad.

Hace tiempo que el antiguo asilo no es objeto de debate público, como si los años, además de socavar el cemento, hubieran extendido un halo de intrascendencia.

El gobierno municipal, no obstante, lo tiene presente. El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, explica que el deseo del Ayuntamiento sería poder acometer una actuación de envergadura y dotar al inmueble de un uso ciudadano acorde al valor que tiene y al lugar en el que se encuentra.

Ocurre que, aunque el Consistorio no lo tiene concretado, una intervención así se podría contar en millones de euros. Landaluce destaca que cuando la entidad local tenga posibilidades de afrontar un proyecto de este alcance procederá a la rehabilitación del referencial edificio.

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