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Aparecen cientos de medusas en las playa de El Rinconcillo y Getares de Algeciras

Son ejemplares de 'Pelagia noctiluca', muy urticante y habituales en el mar Mediterráneo durante todo el año

Cientos de medusas, en la playa de El Rinconcillo. / Erasmo Fenoy

Algeciras/Cientos de medusas han aparecido este fin de semana en las playas de El Rinconcillo, Getares y El Chinarral, en Algeciras. El fuerte viento de levante que sopla en el Estrecho de Gibraltar ha propiciado la llegada de esta gran cantidad de aguavivas, como se conoce en esta zona a las medusas, de la especie Pelagia noctiluca.

Las medusas cubren prácticamente toda la longitud de El Rinconcillo y Getares y ha llamado la presencia de los usuarios de las playas, que en esta época del año la usan más para pasear o pescar.

Se trata de la especie Pelagia noctiluca (Medusa luminiscente), muy urticante y cuya presencia en el mar es frecuente durante todo el año. El diámetro de su umbrela puede llegar a ser de hasta 20 centímetros y presenta un color rosado rojizo. Su umbrela es semiesférica, con cuatro brazos orales gruesos y ocho tentáculos marginales que pueden llegar a medir hasta 2 metros de longitud. La superficie de la umbrela está cubierta de verrugas marrones. Los juveniles pueden ser de color marrón claro en lugar de rosado. 

Esta especie es considerada una de las más abundantes e importantes en el Mediterráneo occidental. Es una especie oceánica y su ciclo de vida es completamente pelágico (sin fase pólipo). Su presencia en aguas costeras depende de las condiciones ambientales y climatológicas. Es muy frecuente en la época de primavera y verano, aún cuando su presencia se puede detectar durante todo el año. Es una especie bioluminiscente y suelen acompañarle juveniles de peces de la familia Carangidae

Las medudas cubren la orilla de El Rinconcillo. / Erasmo Fenoy

La aparición de plagas de medusas tiene varias posibles causas, cuya ponderación en relevancia varía según el autor. Una de ellas puede ser el incremento en nutrientes en mares y océanos, por vertidos de fertilizantes y de aguas negras de los núcleos urbanos, lo que acentúa la disponibilidad de nitrógeno y fósforo en los mares. Otra es la disminución en el número de predadores naturales, como la tortuga boba o el atún rojo, y otra causa es el incremento de la temperatura de los mares, que acelera su ciclo vital.

Medusas, en la orilla de Getares. / Erasmo Fenoy

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