El Arrastre de latas, una tradición algecireña del siglo XIX para llamar a los Reyes Magos

Algeciras/El ritual comienza bien temprana la mañana, cuando miles de niños acompañado de sus familias se reúnen en la Plaza de Andalucía, participando en una de las fiestas más esperadas de la ciudad con creaciones hechas de latas recicladas, arrastrándolas para producir el máximo ruido posible. Muchas de estas creaciones son verdaderas esculturas decoradas de manera creativa y colorida, formando verdaderas obras de arte con formas de personajes de películas infantiles, vehículos o elementos representativos de la ciudad, que han motivado que desde hace unos años el Ayuntamiento creara unos galardones que premian el ingenio y la creatividad de sus autores.

Una vez que todos los niños están listos, se forma una comitiva que inicia su marcha por las calles de Algeciras. Los participantes caminan mientras arrastran sus latas, haciendo un ruido atronador que resuena por toda la ciudad. El ambiente se llena de júbilo y emoción, niños y adultos se dirigen camino de la explanada junto al mar, conocida como el Llano Amarillo, para allí esperar la llegada de SS. MM. los Reyes Magos de Oriente -Gaspar, Melchor y Baltasar- que arribarán a tierras algecireñas en barco, y una vez desembarcados, subirán a un gran escenario donde recibirán la bienvenida de los niños y repartirán regalos y caramelos, como anticipo de la cabalgata que tendrá lugar por la tarde.

El Arrastre de latas en Algeciras es una muestra de la importancia que su ciudadanía otorga a sus raíces y a la preservación de sus tradiciones. Es una fiesta que une a la gente, promueve la convivencia y el respeto por el pasado. Además, representa un verdadero atractivo turístico, ya que cada vez más personas visitan la ciudad para participar en este entrañable espectáculo, y de la que los medios más importantes de prensa y televisión del país se hacen se hacen eco de tan peculiar acontecimiento. En 2017, TVE realizó un programa y un corto de dibujos animados, en el que toma como argumento el cuento del profesor Juan Ignacio Pérez Palomares tiulado El Gigante de Botafuegos, basado en una imaginada leyenda sobre los orígenes del Arrastre de latas. Igualmente, el 4 de enero de 2023, se estrenó en el Teatro Florida de Algeciras, un musical con el mismo título y argumento.

Según fuentes municipales, en el último Arrastre de latas llevado a cabo el pasado 5 de enero de 2024, se superó ampliamente el número de 30.0000 participantes.

Esta tradición ancestral, tiene sus raíces en una época en la que la situación económica era tan precaria y modesta en la ciudad, que los padres les decían a sus hijos que los Reyes Magos no pasarían por ella, pero los pequeños, agudizando el ingenio, hacían acopio de latas, sartenes y cacerolas viejas que ataban a una cuerda y las arrastraban por las calles con el fin de hacer ruido y atraer la atención de los a los Reyes Magos para que no pasaran de largo e hicieran una parada en Algeciras para dejar juguetes y regalos en sus casas.

Está documentado, que, al menos desde el siglo XIX se viene celebrando, ya que el semanario algecireño La Revista, en su nº 40, de fecha 6 de enero de 1901, hacía referencia a que El Sábado Santo, al toque de gloria, había la costumbre de colgar en la calle entre dos balcones y sujeto por una cuerda, cierta figura a la que llamábamos Judas la cuál era destruida a tiros.

Luego se pedía a las autoridades licencia para correr un toro de cuerda por la población.

Todo esto era de tradicional costumbre en nuestra ciudad y sin embargo los tiempos han avanzado y se ha mandado que desaparezcan (y con buen criterio) lo que constituía una distracción y que en verdad era un atraso.

Ahora se nos ocurre preguntar ¿el Arrastre de latas en la víspera de Reyes, no pudiera también prohibirse, por cuanto esto solo sirve para molestar al vecindario y mucho más en domicilios donde existen enfermos?

Con lo que el periodista, en 1901, con su solicitud de prohibición hace referencia a una práctica que venía de años anteriores, y por lo tanto, más antigua en la ciudad que la tradición de tomar las uvas para la despedida del año, ya que ésta comienza a implantarse en la villa de Madrid en 1909, para dar salida al excedente de uvas de dicho año, y que con posteridad a dicha fecha se generalizó en el resto de España, ya que antes de esa fecha solo era celebrada de forma aislada por algunos sectores de la sociedad.

La revista gaditana La Moda Elegante, el 6 de enero de 1902, mencionaba que se está imponiendo la moda en muchos comedores aristocráticos, el de comer las doce uvas, o sea, que las clases populares algecireñas en esa fecha ya arrastraban latas, pero aún no tenían todavía la costumbre de comer uvas la noche del 31 de diciembre.

Años más tarde, el polifacético escritor y artista algecireño, José Román, relataba en su libro Muñecos y Caretones, -Algeciras 1913- que, Aquella noche, cuando maltrecho y hecho cisco me retiré a dormir, iba tropezando por las calles de la pintoresca ciudad con todas las sartenes vieja, latas y tiestos, restos de lo que habían arrastrados al anochecer los muchachos que corrían por ellas, armando infernal griterío, haciéndose ilusiones de esperar a los Reyes que venían por cualquier camino.

En resumen, el Arrastre de latas es una tradición centenaria que, combinando alegría, ruido e ilusión infantil, ha conseguido transmitirse de generación en generación, cada año con más fuerza, como expresión entrañable y única de la cultura popular algecireña.