El menor acusado de asesinar a Jesús Maya reta a las autoridades tras darse a la fuga

Algeciras/El presunto asesino de Jesús Maya, un ceutí de 16 años acusado de apuñalarle en el pecho en plena calle en la barriada de La Piñera el 3 de octubre de 2022, ha subido este jueves dos historias a su cuenta de Instagram sobre las 10:00, hora a la que estaba citado a declarar en el Juzgado de Menores de Algeciras, donde no compareció tras haberse fugado del piso al que había sido trasladado este martes. En una de las imágenes se le ve con el pulgar hacia arriba, con una letra de una canción del rapero Morad, y en la otra muestra una calle de La Piñera, donde residía el fallecido.

El pasado martes, agentes policiales le trasladaron desde Ceuta, donde ha residido los últimos meses tras salir del Centro de menores de Tierras de Oria, hasta un piso en Algeciras, donde permanecía vigilado. Sin embargo, este jueves por la mañana el joven no se encontraba en la vivienda, por lo que las autoridades emitieron una orden de detención sobre él. Con estas publicaciones, el menor vuelve a retar a la Policía, como ha hecho en otras ocasiones a través de sus redes sociales.

La letra de la canción de Morad que se escucha con la fotografía con el pulgar hacia arriba, titulada Se grita, dice lo siguiente: "Crecí yo pensando que la vida es solo un rato. Y si me la para, la tuya te la mato. Iban en la moto, haciendo alboroto. Ninguno era chota, y todo eran loco. Loco guerrillero, odio a lo madero. Tiempo pasajero, problemas que exagero. Casquilla, pistoleros y balas extranjeras. Grupo carroñeros y otros bandolero. Para hacer un trato siempre hay que tener dinero. Otro por el tiempo, te sale un ruinero".

Una veintena de familiares y allegados del fallecido se congregaron a las puertas del Juzgado de Menores para reclamar a la Fiscalía que actúe contra el presunto asesino quien, durante meses, estuvo provocando a los Maya a través de sus redes sociales, publicando vídeos ofensivos y presumiendo de su libertad tras permanecer seis meses interno en un centro de menores, el tiempo máximo que, a priori, establece la ley, quedando en libertad vigilada a comienzos de abril.

"De la cárcel de sale. Del boquete, no", escribió el acusado de apuñalar a Jesús Maya. "A nadie de mi familia han tocado. Y ustedes, ¿qué? Llorando por vuestro muerto. Fantasmones. Cada cosa a su momento", añadía el menor en Instagram, quien ya contaba con antecedentes penales, precisamente por apuñalar a otro joven. En aquella primera ocasión, fue internado en La Marchenilla, en Pelayo.

Los familiares del muerto continúan reclamando una modificación de la actual ley que regula la responsabilidad penal de los menores que permita agravar este tipo de penas. "Lo nuestro ya no tiene remedio pero que, al menos, otras familias no pasen por lo mismo", declaraba este jueves a Europa Sur un allegado ante el Juzgado de Menores de la calle Muñoz Cobos, a pocos metros de la madre de Jesús, que lloraba desconsoladamente. "Qué injustos habéis sido con mi niño", lamentaba.

Antes de producirse el apuñalamiento, el presunto asesino, junto a su madre -nacida en Tetuán- y dos hermanos también menores, vivían de okupas en un viejo piso de La Piñera. Su padre cumple condena en la prisión del Puerto de Santa María.

Una fatalidad

La muerte de Jesús Maya se produjo -según relataron sus familiares- por una fatalidad, cuestión de mala suerte. El lunes 3 de octubre, alrededor de las 21:50, el joven salió de su domicilio hasta un kiosco frente a la Parroquia del Espíritu Santo para comprar una sopa precocinada.

En el camino, se cruzó con el presunto asesino, que iba armado y en busca de su verdadera víctima, el cuñado del fallecido, que acababa de tener un hijo con su hermana. Un viejo ajuste de cuentas. Al no encontrar al cuñado, el ceutí acabó con Jesús, quien fue trasladado en situación de extrema gravedad a las Urgencias del hospital Punta Europa sin que los facultativos pudieran hacer nada por salvar su vida.

Como consecuencia de este suceso, las fuerzas de seguridad montaron a lo largo de la noche un fuerte dispositivo en el centro hospitalario, donde se concentraron familiares y amigos de la víctima mientras se sucedían distintos altercados públicos en las calles Adaja, Odiel, Segre y Eresma, todas ubicadas en La Piñera.

Un hermano de Jesús había fallecido anteriormente en un accidente. La familia reconoce estar destrozada y busca consuelo en un endurecimiento penal para este tipo de crímenes perpetrados por menores de edad.