El Ayuntamiento de Algeciras cubrirá los restos de la Puerta del Mar y creará una recreación digital

Algeciras/En el subsuelo de la calle Ojo del Muelle, la historia de Algeciras ha vuelto a respirar. Un control arqueológico realizado durante unas obras ha desenterrado los vestigios de la antigua Puerta del Mar medieval, un hallazgo tan sorprendente como efímero: la estructura, ahora revelada, será nuevamente enterrada bajo grava para preservar su integridad.

El descubrimiento incluye tramos de una muralla de mampostería y un arco compuesto por tres estructuras diferenciadas, con restos de un alfiz y otros detalles característicos de la arquitectura hispanomusulmana, como ha detallado este martes el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez-Camino, durante la Comisión Informativa de Cultura y Conservación del Patrimonio Histórico.

El informe técnico señala que la Puerta del Mar fue parcialmente demolida en 1918, pero los restos encontrados muestran un estado de conservación "notable". "A partir de ahora, continuaremos con la intervención a fin de solventar todas las dudas que se nos presentan", ha explicado el arqueólogo. "Sabíamos que en el año 1918 se había demolido parte del arco, pero ha sido una sorpresa realizar este hallazgo tan completo, por lo que ahora hemos de intentar comprender qué significado tiene esta estructura que se encontraba por delante del arco antiguo”, reconoce.

Según ha informado el Ayuntamiento a través de una nota, la puerta está compuesta de tres arcos, los dos primeros, que son los exteriores, están separados del tercero por el hueco para un rastrillo. Las dovelas están realizadas con calcarenita, una roca muy utilizada en los elementos destacados de las construcciones medievales porque es fácil de tallar. El arco exterior tiene los restos del alfiz. El arco interior conserva la clave y tiene una luz de 2,50 metros. Las dovelas están marcadas por una incisión en la argamasa que figura su despiece. 

Sin embargo, y pese al valor histórico del descubrimiento, el Consistorio ha anunciado que los restos quedarán cubiertos. Pilar Pintor, teniente de alcalde responsable de Cultura y Patrimonio Histórico, ha señalado que las "condiciones del lugar" —en mitad de una calle abierta al tráfico y por debajo del nivel del mar— hacen inviable "su puesta en valor física". En su lugar, se realizará una recreación en tres dimensiones accesible mediante códigos QR, acompañada de "señalética" que indicará la ubicación exacta de la estructura.

Además, se continuará con estudios geotécnicos y análisis para datar cronológicamente los restos y contextualizarlos dentro del urbanismo medieval de la ciudad. Por su parte, la teniente de alcalde de Urbanismo y Vías y Obras, Yessica Rodríguez, ha asegurado que las obras en la calle Ojo del Muelle son "compatibles" con los trabajos arqueológicos y "seguirán su curso", con la instalación de nuevas redes de saneamiento en la zona.

La decisión, aunque basada en criterios técnicos, evoca una sutil melancolía: la historia de Algeciras, como tantas otras veces, quedará relegada a una existencia digital. Las huellas de la ciudad medieval —como sucedió anteriormente con el cementerio cristiano bajo el Centro de Interpretación Paco de Lucía— parecen condenadas a sobrevivir como iconos en un mapa.